Por Luis Aníbal Medrano S.
Popularmente en mi preciada tres cuarta parte de isla llamada República
Dominicana se dice que “hay que estar vivo para ver muchas cosas”. Eso viene a
propósito de los acontecimientos que vienen acaeciendo desde la instalación del
Partido Revolucionario Moderno (PRM) en el gobierno con el economista Luis
Abinader Corona como presidente constitucional y Raquel Peña de Antuña en
la vicepresidencia a partir del 16 de agosto del 2020 como merecido
reconocimiento a un heroico triunfo obtenido en las elecciones del 5 de julio
del mismo año.
El PRM y toda una conjunción de entidades políticas, económicas y sociales,
sumado a la voluntad de un pueblo que se resistió a proseguir gobernado por una
logia irreverente, inmisericorde y avariciosa de forma excesiva, lograron sacar
del poder al partido que se creía dueño de todo y que bajo el manto de las
aberraciones más funestas pretendió perpetuarse. Por eso denomino el triunfo
del pueblo como heroico.
Pero a pesar de habérsele propinado dos derrotas electorales, del pueblo en
su inmensa mayoría hacer suya el cántico de lucha de “se van, se van, ya se
van…”, no se han marchado aún del todo porque continúan gravitando sobre el
mercado laboral oficial de manera abrumadora sin que esto permita satisfacer
las justas aspiraciones de la hueste peremeista que durante varios lustros dejó
el pellejo en las calles de la lucha política para poder ser parte del tren
gubernamental, y en esta honorable ocasión, ser parte del cambio que enarboló
el hoy ciudadano presidente Luis Abinader.
El arrogante PLD orquestó una serie de mañoserias administrativas en
procura de que ellos y solo ellos, autodenominados dueños absolutos de la
nación dominicana, pudieran ocupar los puestos públicos. Su borrachera de poder
e ínfula de semidioses caribeño los llevó a la perversidad mayúscula de creerse
que su imperio dictatorial moderno no desaparecería nunca. Craso error, hasta
la belleza cansa como dice la canción del desaparecido José José.
El gobierno del presidente Luis Abinader viene caracterizándose por el
respeto a las leyes. Esa acción está correcta. Pero los jurídicos, los
conocedores de las leyes que están ahora en el tren gubernamental del Cambio
deberían de consultar y posteriormente tratar de revertir los adefesios
jurídicos maliciosos que a través del Ministerio de Administración Pública
crearon los peledeistas de ambas facciones y que hoy tienen al borde de la
desesperación a ministros, directores generales, presidentes ejecutivos,
administradores y otros, que actuando en consonancia a lo que es lo moralmente
correcto, han procedido a desvincular al personal que el sano juicio indica no
pertenecen a la mal usada carrera administrativa o en su defecto, a personal
clave para su gestión.
Los peledeistas, los pueblistas y unos que otros cómplices beneficiarios de
los gobiernos del Mesías de Villa Juana y el Zeus de Arroyo Cano, son tan, pero
tan bárbaros, que tienen la valentía de establecer demandas judiciales contra
la institución y el incumbente cuando son desvinculados de su cargos, aún en
algunos casos reintegrados por órdenes del MAP. Eso es inconcebible.
Y no vamos más lejos, no se corresponde que una peledeista o pueblista
siendo en la actualidad funcionara de una dependencia pública, utilice sus
redes sociales para atacar al gobierno que ella no ayudó a llegar y que fruto
de una inmoral imposición permanezca en su puesto.
Cómo un funcionario gubernamental puede realizar una buena labor si no
cuenta con un personal que le asista correctamente, sin tener gente que esté
identificada plenamente con los lineamientos que dieron origen al gobierno que
hoy disfrutamos. ¿Acaso es correcto poner al ladrón a que nos cuide nuestra
vivienda?, ¿Entonces las leyes obligan a
convivir con el enemigo sabiendo que este, como lo están haciendo, va a
torpedear la gestión? Jesús María Purísima.
Pero como digo una cosa también digo otra. No es posible que los
peremeistas aun en el banco con el uniforme puesto listo para entrar a batear,
puedan tomar el turno correspondiente si un funcionario cancela un morado y
seguido aparece un padrino que le exige que lo reponga porque este es primo
quinto de su mujer o porque en una ocasión fueron amigo del otro lado. Así no.
Alguien que sabe bien lo que se debe hacer y es exitoso en su proyecto de vida,
señala que los dirigentes peremeitas son las personas que más parientes tienen
cuando se trata de preservarlos en sus empleos.
En conclusión, los efectos de lo detallado más arriba me llevan a la
conclusión de que la situación de los empleos que tiene desesperados a dirigentes
alto, medios, bajo y los componentes de las llamadas bases del PRM y fuerzas
aliadas, es fruto de dos torniquetes que le han colocado en una vena del cuerpo
del gobierno del cambio, un torniquete externo y un torniquete interno.
En esta ocasión no diré aprobado, la situación no lo merece.
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