Por Miguel Espaillat Grullón
1 - Señor Mejía: el 22 de mayo del 2012, usted pronunció un discurso
ante la nación para fijar su posición respeto a las elecciones recién pasadas
en ese entonces. En ese discurso usted reconoció, que Danilo Medina había
ganado esas elecciones en base a un grotesco fraude que implicaba muchas
violaciones a la Constitución y leyes del país. Entre esas violaciones
usted señaló las siguientes: “Uso abusivo e indecente de los recursos del
Estado para comprar conciencias, voluntades y votos. Abstención inducida
mediante la compra masiva de cédulas, compra de voluntades y la intimidación de
la población para que no acudiera a votar. El apresamiento de dirigentes opositores
en violación a los derechos civiles y políticos. El control abusivo de
los medios de comunicación. La intromisión descarada del Presidente de la
República en la campaña electoral y en las decisiones del Tribunal Superior
Electoral para anular alianzas de partidos que apoyaban su candidatura; y
señaló el papel parcializado del Presidente de la Junta Central Electoral en
violación a la ley y los reglamentos que norman la organización del proceso
electoral”.
2 - Por otro lado, usted reconoció, que pese a todas las infames
tropelías cometidas por el gobierno, usted había ganado aquellas elecciones,
sin embargo, pese a ello, usted no defendió ese triunfo, sino que mansamente
dio por ganador a Danilo sin echar el pleito que la ciudadanía esperaba. Y no
lo echó, argumentando que no quería derramamiento de sangre, ni crear en el
país un clima de inestabilidad, caos y anarquía. Su otra respuesta a esa
situación fue autoproclamarse líder de la oposición.
3 - Posteriormente, específicamente el 14 de agosto de ese mismo año de
2012, es decir, apenas casi tres meses después, usted, Señor Mejía, volvió a
pronunciar otro discurso, con el cual le hiso varias exigencias al gobierno de
Danilo Medina para favorecer al pueblo, y advertirle a los perredeistas que no
se prestasen para hacer negocios con la política y mucho menos a hacerle el
juego al gobierno. ¿Usted, que hiso ese pedido, lo ha cumplido para dar
ejemplo?
4- Para sorpresa de muchos - usted Señor Mejía - se volvió amigo
entrañable del hombre que nos había arrebatado el triunfo con tan sucias
acciones; para más, esa amistad se consagró y selló, con lealtad y gratitud
extremas y con negocios millonarios. Entonces, el autoproclamado líder de
nuestro Partido se movía entre lujos y manjares y gozando de la amistad de
quienes nos habían aplastado, mientras las bases, “en olla”, chupaban aire,
para subsistir a duras penas. En aquella crisis, muchos para subsistir se
vieron obligados a pasarse a las filas del enemigo, otros, cayeron en
depresión, por lo que algunos, hasta se suicidaron. ¡Aaaah…. pero falta más!,
también en aquella época se inició la destrucción del glorioso e histórico
Partido que habíamos puesto en sus manos.
5 - El tiempo, inexorable, ha transcurrido. Siete años después
usted está otra vez de precandidato en el nuevo Partido (PRM), que por razones
hartos sabidas hubo que formar, cosa que hace en una coyuntura totalmente
desfavorable a sus propósitos, pues si no ganó en aquel tiempo, en que dos
meses antes de las elecciones lo situaban con el 62% de la votación (26 puntos
por encima de Danilo), y que el eslogan “llegó papá” concitaba un entusiasmo
frenético, muchos menos podrá ganar ahora que tan solo cuenta con el raquítico
apoyo de apenas el 9% de la población votante, y cuando el amor de muchos por
usted se ha convertido en desprecio, y que le han caído los años encima como al
caballo viejo de la sabana, que alude Roberto Torres en su canción.
6 – Precisamente, en ese estadio final de su vida, nuestro pueblo está
librando en las calles la lucha por sus reivindicaciones sociales. Marcha Verde
es una muestra de ello. También, es el caso específico de la oposición
firme de nuestro pueblo a que se haga una reforma a la Constitución para
impedir el continuismo de Danilo Medina. Por otro lado, usted señor Hipólito,
dizque se opone a esa reforma a la Constitución y a la reelección de Danilo
Medina, pero disiente del método de lucha adoptado por nuestro pueblo y sus
líderes progresistas, para impedir esas perversidades contra nuestra patria,
basamentando su oposición con los mismos criterios con que en mayo de 2012
argumentó para no convocar el pueblo a las calles a defender aquellas
elecciones que habíamos ganado con grandes sacrificios pecuniarios y de otra
índole, y con sudor y lágrimas.
7 – Señor Mejía, a este respecto, sus declaraciones han sido las
siguientes: “Rechazo esa posición de crear un clima de
inestabilidad, caos y anarquía en el país y no estoy interesado en involucrarme
en los conflictos internos de ninguna otra institución partidaria,
especialmente, porque los mismos son una grave amenaza a la estabilidad
política, económica y a la paz social de nuestro país”.
¿Señor Mejía, de por sí, no es el PLD inestabilidad, caos y anarquía?
¿Acaso tener interés porque se respete la Constitución, es involucrarnos
en conflictos internos de otra institución partidaria? ¿Todo lo
concerniente a la Constitución dominicana, no es de interés de todos los
dominicanos?
8 - Ahora bien, las elecciones de mayo de 2020, pintan, que el fraude
con todo tipo de violaciones a la Constitución y a leyes se darán, salvo, que
la oposición haga lo de lugar para impedirlo. Pero también, si se diera el
fraude, tenemos que estar dispuestos a no dejarlo consumar con acciones
revolucionarias violentas, con las cuales hagamos valer el triunfo, si lo
obtuviéramos.
9 - Dada esta situación como real, y como usted – Señor Mejía - no es
dado a la violencia revolucionaria para reclamar sus derechos, entonces, en el
caso hipotético de que usted gane de nuevo las elecciones, ¿también otra vez se
repetirá la historia aquella de que el Partido en gobierno se quedará en el
poder, porque usted es incapaz de defender un triunfo encabezando una rebelión
sangrienta y dolorosa para el pueblo? Señor Mejía – por si acaso – le
recuerdo que esas son sus palabras.
10 - Entonces, siendo así, ¿Por qué usted - Señor Mejía - está aspirando
de nuevo a presidente de la república? ¿lo hace usted por pasatiempo?
¿Por divertirse? ¿Para emplear su tiempo en algo? ¿Por relajar?
11- Señor Mejía, ¿No será su aspiración presidencial como las de
aquellos ancianos morbosos, que a sabiendas de su impotencia se enamoran de las
doncellas para si pudieran, tan solo para manosearlas? ¿O será que vos
sois tan egoístas como el perro del hortelano, que no come, ni deja comer?
12- ¿Señor Mejía, en este tiempo, ya usted cambió de mente, y ahora está
dispuesto a llevar a la justicia a cualquier corrupto de esos que se han hecho
millonarios robando a manos llenas del erario, aunque estos sean sus amigos?
13 - Señor Mejía, ¿Cuál es la razón por la cual usted siempre adopta
posiciones contrarias a las resoluciones del Partido? ¿Será, que nueva vez, su
egoísmo y ambición propiciará otra derrota y destrucción a esta nueva y pujante
institución política llamada PRM?
14- Señor Mejía, una última pregunta: ¿cuál es el verdadero motivo
de su participación como aspirante presidencial por el PRM, a sabiendas de que
en este tiempo un triunfo suyo es totalmente inviable?
15 – Señor Mejía, si acaso usted haya, que con mis planteamientos estoy
equivocado de medio a medio, entonces, por lo menos déjenos saber, cómo usted
haría valer un hipotético triunfo suyo, ante un Danilo, un Leonel u otro
peledeista, que como en antaño harán todas las diabluras habidas y por haber
para arrebatarle por las malas y sin escrúpulos, una supuesta victoria
electoral suya.
Señor Mejía, a usted y a mis lectores les dejo la palabra
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