Por Félix Quiñones
Esta pregunta me la vengo haciendo desde hace más de cinco años. Pero,
todavía no encuentro la respuesta correcta. Yo solo sé que somos como dos
millones, los que vivimos fuera del país y que mas del 75% residimos en Estados
Unidos, especialmente en la costa este.
También sé que mandamos mas de siete mil millones de dólares a Santo
Domingo en remesas-eso dice el Banco Central- sin contar las cajas y tanques
llenos de enseres domésticos, medicinas y de comida, que diariamente enviamos a
través de las llamadas “mudanceras”.
Para tener una idea de lo que les digo, sepan que hay registradas mas
de 200 compañías, propiedad de dominicanos en su mayoría, que se dedican al
negocio de llevar cajas hacia la isla; y que, además, dan empleo a miles de dominicanos,
tanto aquí, como allá.
Es por todo esto que no entiendo el desprecio y la desconsideración
con que nos trata el gobierno dominicano. Porque parece como si nosotros
fuéramos enemigos de la Patria. Y eso es una gran mentira, una falacia, pero
que, cuando tratamos de desmentirla, el esfuerzo se nos cae, abatido por la
realidad de los hechos. Veamos solo algunos hechos:
A pesar de que nos “permitieron” elegir los diputados del Exterior,
para que nos representaran en el Congreso, nos impusieron los candidatos y
todavía nos lo imponen, porque no permiten que los podamos elegir con el voto
“preferencial”, como es allá. Claro, sabemos que en esta trama participan
además del Congreso y la Junta Central Electoral, los cuatro partidos llamados
“mayoritarios”, porque temen que llevemos dirigentes comunitarios de esta
comunidad, que estén comprometidos con nosotros, no con las claques partidarias.
SON TRAMPOSOS
Es tan evidente la trama contra nosotros que, la JCE se niega hasta a
la realización de convenciones primarias dentro de los mismos partidos, y el
argumento es tan ridículo como perverso: dizque por razones de costos.
Imagínese usted amigo lector, regatearnos un derecho por unos pocos dólares, a
los que enviamos miles de millones en remesas. Esas divisas llegan todos los
días y las reciben sin gastar un solo centavo. ES QUE SON MALAGRADECIDOS
No les voy a hablar del precio de los servicios consulares (los más
caros de Latinoamérica) pero si dígame usted los $10 que le cobran a cada uno
con el pasaje, sabiendo que somos dominicanos; y ni se diga nada de los
impuestos a cada ticket de avión. SON UNOS LADRONES
Ni siquiera nos dejan llevar el automóvil que usamos aquí, que pasa la
inspección de todos los Estados. Mientras tanto, el país está lleno de
chatarras, pero, nosotros no podemos llevar un carro con más de cinco años. ESA
ES UNA GRAN INJUSTICIA
Además de estos ejemplos, que son conocidos y han sido denunciados por
muchos activistas y organizaciones comunitarias, podemos agregar las
vicisitudes que pasamos cuando tenemos que emprender cualquier trámite
administrativo, ya sea con el gobierno o con particulares.
Es como que todo nos resulta más difícil y costoso. Perdemos tiempo
muy valioso, solo por las trabas que se nos ponen. En general, en nuestro país
de origen, no hay seguridad jurídica para los ciudadanos que vivimos fuera de
la isla.
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