POR JOSE ANTONIO
MATOS PEÑA
Si cierto es que
la población dominicana esta abatida en estos días por la criminalidad,
impunidad casi total frente al delito, sobre todo los de mayor magnitud de
dinero, un pánico automático nos cubre al transitar las calles y carreteras del país,
también en la parte económica personal y familiar sufrimos los embates de un
sistema que no para en su golpeo, al parecer sistemático.
Abunda por demás referirnos en estas letras a los
hechos de violencias de los días que transcurren, como por ejemplo, el fin de semana pasado, donde en tres días
surgieron 20 muertos y 24 heridos, no, no solamente eso, el terror sufrido por
la ciudadanía frente a la indefensión y los abusos, altos precios, altas
tarifas de diferentes naturalezas, entre ellas, el gran mal servicio eléctrico.
A propósito del
eléctrico está inspirado este artículo, en Neiba, donde hacen par de años se
desarrolló una jornada popular en procura de un mejor servicio eléctrico,
nosotros, como en todo lo posible, hicimos filas a favor del pueblo, en reclamo
de un servicio las 24 horas, fuimos en momentos parte de la comisión que
discutió esos asuntos, en los cuales demostramos que el nivel de pago de la
facturación era para no recibir una tanda interminable de apagones, apagones
que no influían en nada el monto final de las factura, como si en los hogares
al momentos de no haber energía, seguía corriendo el Félix Sánchez de la
corporación, nos referimos a los
contadores.
Hoy me toca
hacer un pequeño historial personal, para que imaginemos el nivel de “sobrevaluación”,
usamos esta palabra de moda, en honor a
Odebrecht, en que pudiera estar envuelto el usuario dominicano; por ejemplo:
1.- en abril pasado pagamos $ 1,259.20; 2.- en mayo pasado $ 1, 262.23; 3.- en junio $1,213.44; en julio pagamos $1,457.39; en
agosto pagamos $1,457.39, lo mismo en estos dos meses, ¿qué raro?., así
sucesivamente han sido nuestros pagos, los cuales, cuando nos hemos atrasado
por algún inconveniente u olvido, pocas veces, nos cobran incuestionablemente
trescientos cincuenta pesos de reconexión, aunque se haya pagado antes de que los técnicos de corte se presenten.
Para concluir el
relato, que pudiera ser el caso de decenas o centenares de miles de
dominicanos, en el frente de nuestro hogar hay un árbol acostado sobre la
alambrada eléctrica del sector, abocado a caer sobre nuestro hogar y calle de
enfrente, nuestra hermana, maestra de escuelas que vive junto a nosotros ha
querido mudarse de la residencia, debido a la falta de respuesta dada por
Edesur y el terror que impregna el ambiente cuando llueve o ventea, ayer con
las lluvias el árbol continuó su carrera bajando sobre nuestro hogar y
vecindario, alambres electrizados, todo, a pesar de visitas, comunicaciones,
fotos y videos enviados a esas oficinas no han sido motivo de respuesta.
Finalmente, como
si todo fuera poco, en medio de apagones que rompen el protocolo acordado por
la referida jornada, la factura de este
mes llega, ayer, de $2,428.15, el doble
de lo pagado normalmente, mientras que en enero y diciembre pasados, en los que
tanto mi hermana como nosotros dejamos la casa cerrada solo con la nevera
conectada, tiempo en que estuvimos en santo domingo en procura de la salud y
vida de un queridísimo hermano que finalmente falleció, pagamos $860.97 y
$741.09 respectivamente.
¡Nos
preguntamos!, ¿es por contador o por asignación medalaganaria que se le cobra
al pueblo dominicano la electricidad?...
¿Cuánto
representará en pesos dominicanos esa práctica, si eso se hiciera por ejemplo a
cincuenta o cien mil usuarios, por
ejemplo?; ¿Donde está INDOTEL?. ¿Los
demás organismos?. ¿Qué hace el gobierno?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .