Por Melba Navarro
Un amplio segmento de la población
dominicana tiene la creencia de que la presencia de nuevas enfermedades en la
región del Caribe -casos de los virus del Zika y Chikungunya- es producto
de “algo que echaron en el ambiente”, o también de que el mosquito Aedes
Aegypti es el responsable de la transmisión del ya endémico dengue.
En ambos casos, consideramos que no
siempre la verdad está de parte de quienes así razonan. Y se debe tomar en
cuenta los riesgos a que se exponen día por día amplios núcleos poblacionales
en todo el territorio nacional, debido a las condiciones deplorables en que se
desenvuelven.
República Dominicana se incluye entre
los 24 países de Latinoamérica y el Caribe que han adoptado medidas
preventivas. El decreto número 15-2016 persigue priorizar los procesos de
compras y contrataciones de bienes, obras y servicios destinados a la educación
y prevención de la presencia y proliferación del mosquito transmisor.
En febrero de 2015 se dio a conocer en
el país la declaración del virus del Zika, que para entonces fue tildado como
una “emergencia sanitaria global”. En días recientes hemos visto que las
autoridades han activado jornadas de prevención contra esas enfermedades, con
la incorporación de instituciones públicas en contacto directo con segmentos de
población vulnerables.
En vista del peligro de propagación que
representa este virus, que se cree mutó hasta hacerse mucho más infeccioso, la
senadora estadounidense Janet Sheen solicitó a la directora general
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, evaluar si los
Juegos Olímpicos de Brasil, país donde fueron notificados y confirmados los
primeros casos del virus, deben ser retrasados o pospuestos.
Científicos de alto nivel han sido
enviados a Brasil, a fin de evaluar el riesgo que representa el Zika para los
casi 500 mil atletas y visitantes de todo el mundo que se espera asistan a los
Juegos Olímpicos, pautados para celebrarse del 5 al 21 de agosto próximo.
En nuestro país, no será un decreto
presidencial el que logre detener la propagación de los virus causados por el
mosquito Aede Aegypti. Se requiere una mayor voluntad del pueblo para eliminar
criaderos de manera individual, así como acciones tendentes a evitar que se
convierta en amenaza de grandes proporciones.
Cifras oficiales destacan que hasta el
primer cuatrimestre de este año, las acciones de movilización social han
eliminado más de 1.3 millones de criaderos de mosquitos, y realizado visitas
domiciliarias a más de un millón de hogares a nivel nacional.
A pesar de las jornadas de movilización
llevadas a cabo por las autoridades de salud para evitar la propagación de los
virus transmitidos por el mosquito, da la impresión de que el país requiere medidas
ejecutorias más agresivas, y que se amplíe el radio de acción de las
ejecutorias estatales. Hay sectores que nunca han recibido acciones de
eliminación de mosquitos y reservorios, contrario a lo sucedido cuando hemos
sido golpeados por brotes de dengue.
A finales de abril del presente año,
Salud Pública colocó al Zika virus en el pico epidémico, con un registro de más
de 1,400 casos sospechosos. En mayo el país se encontraba en la fase epidémica
del virus, y ya en junio las cifras empezaron a disminuir, según datos
suministrados por los doctores Luis Pichardo y Marcelo Puello, directores de
los hospitales Marcelino Vélez Santana y Vinicio Calventi.
Todos debemos involucrarnos en las
labores que se están tomando a nivel mundial, tendentes a controlar estas
enfermedades producidas por mosquitos. Y eso tendrá que ser antes de que se
conviertan en amenazas verdaderamente incontrolables.
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