POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA
El candidato presidencial dominicano, licenciado
Luis Abinader y su partido, el revolucionario moderno acaban una vez más de
demostrar que en sus intenciones y capacidades van y están haciendo honor al
calificativo de moderno, contenido en
las siglas de PRM.
Con el ejercicio político expresado en voz del ingeniero Hipólito Mejía, de
reconocer en principios lo positivo de una gestión presidencial de acercamiento
a los agricultores, sin aparatosidad,
también es correcto, es un ejercicio de nobleza y honestidad, que es lo mismo, (esto
último, era la práctica de Danilo al
principio de su gobierno), luego hemos visto un cambio de estilo, con el tropel de jeepetas y helicópteros, el más reciente ejemplo lo
vimos en la provincia Independencia, en el Espartillal.
Algunas localidades que jamás habían sido pisadas por mandatario alguno, han sido visitadas, caso de
“la Fuentecita” en Neiba, a usanzas del
mismo Hipólito Mejía cuando fue presidente, recordemos que realizó consejos de gobierno en el interior, por ejemplo en la vega y la de don Antonio Guzmán Fernández, quien
como presidente constitucional visitó de manos de su amigo y compañero de
luchas don Néstor Matos la comunidad de el “Estero de Bahoruco”, a ver y
ordenar solución a la tragedia que ocasionaba el río “el Manguito” a dicha
comunidad, reconocer estas actitudes es hacer un ejercicio de sana y
constructiva oposición.
Asimismo, Hace la denuncia seria y responsable como
ayer, al través de su inteligente y fuerte sector agropecuario, en voz del
agrónomo Leonardo Faña, el cual utilizó
cerca de mil colaboradores diseminados en toda la geografía nacional, es un
ejercicio correcto de oposición, como lo es haber dado las instrucciones
estrictas para que todo lo plasmado en la documentación que lo comprende sea
apegado absolutamente a la verdad, así
como también es virtuoso el uso de su
condición opositora constructiva para estar
dispuestos a ir a palacio a entregarle
el legajo de datos al presidente de la república, con las explicaciones adicionales que requiera.
Estamos en presencia, definitivamente, de un
candidato y equipo político y técnico que no deja dudas de que está en condiciones de asumir con éxitos la cosa pública a partir del
año próximo. Somos testigos de excepción en distintos escenarios descritos en
la rueda de prensa y documentos y entendemos acertado también los ejemplos
tomados, el de “el Limón” y los terrenos de “tierra
Colorada”, donde se hizo una obra de humanidad, un tanto equivocada, pero deshumanizada
con el incumplimiento exhibido al paso de los meses, constatados por
nosotros cuando hacemos los recorridos
en medición de los comportamientos de
los lagos Enriquillo y Azuei.
Las visitas sorpresa han sido un edulcorante para
una población que acababa de vivir 8 años consecutivos de un gobernante y
gobierno distantes de la población y que implantó un estilo de gobierno donde
el campesinado, el productor agrícola en sentido general se tenía excluido de
las ejecutorias y presencia de la mano amiga del gobierno central, por lo cual,
la inmensa mayoría de los dominicanos la vimos bien y las saludamos, pero que
va!, el presidente de la república y su equipo cercano de gobierno y partido la
fueron viendo como la panacea del populismo, y la usaron con efectos
devastadores en su favor, a lo interno de su partido.
Pero como no
todo es color de rosas, olvidaron que el país no es solo eso, y que tampoco los
es todo ni remotamente parte mayoritaria del total del productor nacional, Danilo masifico esa
acción, yéndose tan lejos que fueron dejando en el olvido los compromisos más
viejos y dejando envejeciendo los nuevos.
Resultados, lo denunciado por Leonardo Faña en el
sentido de que en 166 promesas solo 18 ha sido honradas,
sumándole a esas carencias y dificultades, la disminución o abandono de áreas
vitales para la operación de esos proyectos nuevos y los viejos, establecidos de por siempre en nuestro campo,
como son el agua, llegando al colmo de que el INDRHI, al parecer, no hay un centavo, totalmente paralizado, en
agricultura, ni se diga, la suerte es peor y ni decir de los caminos vecinales,
por tanto, al colapso todos los proyectos, los nuevos y los viejos es
inminente.
Ejemplo patético lo es Neiba, con algunos proyectos
en ejecución y el canal básico para su desarrollo y producción lo constituye el
canal “lateral Neiba”, el que por
agotamiento presupuestario desde su primer picazo, habrán transcurrido más de
20 meses, detenido en su construcción por más de 3 meses, sus aguas desviadas
de su curso hacia los productores, para su ejecución, completan el tétrico paisaje de los
productores que estaban y el de los que llegaron a engrosar la misma lista, la de la
desgracia.
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