Por Miguel Ceara-Hatton
Algunos elementos del desarrollo económico dominicano frente a Haití,
marcan la diferencia de resultados. Primero, la introducción de la economía de plantación
azucarera en el marco de una economía capitalista (1880-1900)
que permitió una rápida acumulación de capitales. La economía de plantación
introduce un nuevo dinamismo económico a una estructura productiva que había sido
históricamente de pastoreo, recolección, economía campesina (casi de
autoconsumo) y de capital comercial con muy bajos niveles de acumulación de
capital. Mientras Haití no pudo desarrollar una alternativa exportadora.
Segundo, un régimen de propiedad de la tierra más laxo que en Haití. La
propiedad comunal que predominó en RD durante el S.XIX e inicios del S.XX
permitió un proceso de expropiación y despojo en perjuicio del campesinado del
Este y en beneficio de las plantaciones azucareras desde inicio S.XX. En Haití
seguía predominado la economía campesina.
Tercero, la intervención Americana de 1916-1924, la cual fue una
dictadura militar que “organizó” al país, construyó infraestructura y apoyó a
la nueva industria azucarera mientras en Haití la prioridad fue el pago de
deuda.
Cuarto, la existencia de proyectos económicos implementados a lo largo
del siglo S.XX: El desarrollo de una economía de exportación basada en la
industria azucarera desde finales del SXIX hasta 1930.
El proyecto
económico de
Trujillista (1930-1961) que requería del crecimiento económico para generar
concentración y acumulación de capital en Trujillo y allegados.
La estrategia de sustitución de importaciones de Balaguer (1968-1978),
basado en un modelo de crecimiento industrial y urbano, de rápida acumulación
de capital y financiado con exportaciones tradicionales.
Finalmente, la economía de los servicios en la década de 1990. Después
de una complicada transición en la década de 1980, la economía se ordena
alrededor de las exportaciones de turismo y zonas francas que genera fuertes
ritmos de crecimiento en la década del 1990 y parte del 2000, cuando el modelo
empieza a mostrar signos de crisis. El reemplazo de estos “modelos” permitió un crecimiento
económico con desigualdad y poco impacto en la calidad de vida de las personas.
En resumen, las evidencias históricas muestran que la divergencia
económica y social entre los dos países tiene raíces históricas que se van
gestando en el S.XIX, maduran al principio del S.XX y se profundizan a lo largo
del tiempo. En dominicana predominó un crecimiento económico a largo plazo con
desigualdad y pobreza mientras en Haití predominó un estancamiento económico a
largo plazo con desigualdad y pobreza.
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