POR JOSE
ANTONIO MATOS PEÑA
Sin que dejemos de saludar la inversión de alrededor
de 1008 millones de pesos dominicanos, hecha por esta gestión
gubernamental en la construcción y traslado de la población denominado “Nuevo
Boca de Cachón”, con lo cual, además de demostrar que se puede ser más frugal (
esta ciudad, de 546 viviendas, costó menos que una ciudad universitaria, menos
que un parqueo y menos que la carretera La Isabela-Cabeza de toro-San Juan), al
momento de invertir los fondos públicos, llevaron a construir en una zona
deprimida de la frontera, en la cual, entendemos, no solo esa, sino que
debieran ser seis o siete, juntas a las debidas tareas de producción agrícolas
y estratégicas inversiones industriales, donde se produzcan a menores
costos, artículos de consumo de ese mercado al oeste nuestro, que contiene más
de una decena de millones de consumidores.
Los anuncios de un connotado científico nuestro, en
momentos en que el lago Enriquillo, producto del deseo expreso un grupo de
funcionarios del área Hídrica de la nación, dejando aposentar miles de millones
de metros cúbicos de aguas que debieron desembocar por el aliviadero de Canoa
hacia la Bahía de Neiba, en el sentido de que el referido lago seguiría
creciendo y declarando por tanto, imperativamente, que el poblado había que
trasladarlo, Nada más falso ó equivocado, porque lo sucedido, específicamente
en el poblado viejo llamado Boca de Cachón fue lo siguiente: a.- El lago
Enriquillo crecía a un ritmo hasta de cerca de 10 centímetros verticales, en
momentos que llovía y se desfogaba inmisericordemente una presa en Sabana
Yegua, mientras que la otra lo hacía por forma natural, sin que alrededor del
85% de las aguas vallan al mar, iban al Enriquillo. b.- el
lago Enriquillo, que había inundado más del 80% de las áreas productivas de
Boca de Cachón, igual que las de la parte baja de los Ríos, de las Baitoas,
etcétera, en este poblado, el nivel del lago estaba a más de 8 metros bajo su
nivel c.- La verdadera inundación del poblado de Boca de Cachón Viejo,
que elevó el nivel freático de las viviendas lo hizo la cañada que describimos
a continuación, la cual resultó desviada hacia la población, por la
inobservancia, otrora, del paso de la misma por la carretera Boca de
Cachón-Tierra Nueva.
Descripción: la cañada surge de las aguas de Tierra
Nueva y la Loma Tifón (que queda justamente al norte de Tierra Nueva), en Tifón
se juntan las cañadas de Sal, de Agua, Fondillo, Silbé y la cañada de Robinson.
Todas ellas forman la Lagunita de “Tierra Colorada” (esta fue drenada el pasado
año, y con ello se destruyó un importantísimo Humedal), de ahí, es decir, de la
lagunita las aguas bajan hacia su destino final, el lago Enriquillo,
pasando frente al cementerio de boca de Cachón Viejo, que queda al oeste
del mismo.
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