Por Dr. Daniel Guzmán
El perfil del candidato a senador que la provincia Hermanas Mirabal
precisa, es el de ese político sin confusiones, sin conflicto de intereses, sin
estigmas y que garantice que no servirá a intereses particulares, sino a los de
la colectividad.
Conocí a Elido Pérez en el año 1993, iniciando su campaña por la senaduría
por el PRD del año 1994, era muy joven, apenas 36 años, pero su arrojo, su
determinación lo colocaron, desde entonces, en uno de los activos más
importantes del quehacer político de la provincia y de la región. Aquel joven,
con pasos firmes y decididos, construyó una imagen que, a pesar de resistir una
dilatada oposición de su partido, a pesar de no ser detentador de riquezas, se
mantuvo incólume de modo tal que su personalidad e imagen no han sido
erosionadas por efecto del tiempo. Es más, podría decirles, que a la fecha es
el político más y mejor acabado de nuestra provincia.
Como no éramos del mismo municipio, como nos desarrollamos en ambientes
diferentes, antes de apoyar a Elido, desde 1994, antes de seguir sus
orientaciones, hurgué en su pasado familiar, social y profesional; justamente
esas indagatorias me convencieron de que se trata de alguien incapaz de
desarrollar o auspiciar acciones que pongan en entredicho su trayectoria, su
prestigio y su moralidad.
Es por ello que me permito, a continuación, tocar los aspectos que
garantizan que Elido Pérez Senador, no es una aventura, que es la mejor apuesta
y donde los mejores y más elevados sentidos de amor a la provincia, debiéramos
coincidir y apoyar.
Elido Pérez es CONFIABLE
Cuando se voy a apoyar a alguien a la posición que sea, lo primero que hago
es asegurarme que esa persona no me va a meter al medio con sus acciones desviadas
de lo que espero. Entonces, pienso en CONFIABILIDAD, es decir, que el apoyo que
doy no me cree incertidumbre. Las personas confiables se caracterizan por ser
integras; es decir de una sola cara, honestas; es decir no mienten, cumplidas;
es decir cumplen sus promesas, y leales es decir con constantes.
Elido Pérez es HONRADO
Su integridad como funcionario público quedó probada cuando fue síndico del
municipio Salcedo en el período 2002 – 2006, gestión considerada como una de la
mejor en toda la historia del municipio. Fue una administración transparente y
eficiente. Para hacer énfasis en este aspecto, me voy a apoyar en un versículo
de San Lucas 16,10-13: “El que es fiel en lo poco, también será fiel en lo
mucho; y el que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho. De modo que
si no sois fieles con las riquezas de este mundo, ¿quién os confiará la
verdadera riqueza?”.
Elido Pérez es LEAL
Desde que conozco a Elido Pérez lo he visto con un alto sentido de lealtad
a la organización política, habiendo servido desde el nivel más bajo de la base
del partido, sin nunca corromperse ni zigzaguear ni para un lado ni para otro.
Siempre ha estado, disciplinariamente, acatando las funciones y espacios que
les hayan sido asignados.
Elido Pérez es SOLIDARIO
Desde que he visto a Elido Pérez en la calle, lo he visto con una vocación
de servicio natural, sin poses, siempre que está a su alcance, deja sentir su
solidaridad en favor de quien lo necesita o pide su ayuda.
Elido Pérez ama LA FAMILIA
Cuando veo a Elido Pérez, veo a mi comadre Bethania, veo a Elido Aníbal, a
Betty y a Tania, es decir, veo un hombre orgulloso de su familia. Así su
comportamiento social y político se apoya en su orgullo por la familia,
convirtiéndose en un ejemplo y modelo, justamente en una sociedad donde, más
que nunca, se requiere de políticos íntegros. El apego y sentido de prioridad
que da a su familia, es la mejor garantía de que sus actuaciones estarán
adornadas por el interés de no fallarle a la que es, sin lugar a dudas, su obra
más importante, su fam,ilia.
Elido Pérez es un SERVIDOR
Cuando pienso en Elido Pérez, veo a un servidor innato. Por eso creo que
para entender mejor el sentido del servicio que le ha dado a su vida, acudo a
la siguiente cita del pensador indio Rabindranath Tagore, quien dijo: “Quien no
vive para servir, no sirve para vivir”. Su trayectoria social, profesional,
comunitaria y política está marcada por el valor del servicio, imbuido por su
formación de hogar y formación religiosa. Para ser un buen senador, se requiere
de alguien que sea capaz de entender que se debe a los demás y que ese es el
sentido de su elección, servir a la gente.
Elido Pérez es COHERENTE
Aunque fue un síndico exitoso, su vocación siempre fue ser legislador, por
eso fue candidato a la senaduría por el antiguo partido PRD en las elecciones
del 1994 y en las del 1998. De las elecciones del 1994 la historia recoge el
escamoteo que se produjo con los resultados que dieron ganador a un senador
ilegítimo. Es decir, Elido aspiró en las condiciones más difíciles, en una
oposición avasallada. Fue el momento del Dr. Peña Gómez, el líder que inspiró
la ruta política seguida por él siempre.
Elido Pérez es CONCILIADOR
Como hombre de paz, no se le conoce asociado a escándalo de ningún tipo,
entrenado a la sombre del ejemplo de su padre Don Elido Pérez en su comunidad
Palmar, Salcedo; siempre ha estado al servicio de la concordia, de la
participación y el consenso como herramienta de paz social, familiar,
comunitaria y política.
Elido Pérez es CAPAZ
Un senador debe ser capaz, debe disponer de habilidades y herramientas que
le permitan, holísticamente, comprender y abordar las más diversas temáticas.
Además de su profesión de derecho, Elido tiene otros grados académicos y una
diversa experiencia en el sector público, así como en el mundo de la academia,
habiendo sido profesor universitario y de entidades privadas de la educación
dominicana. Podríamos decir que tiene una comprensión general del Estado y
dominio de los conceptos necesarios para hacer un papel sobresaliente.
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