Por Balbueno Medina
El director general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de
Santo Domingo (CAASD), Felipe Subervi, debe recibir el respaldo del gobierno y
de la población dominicana en sentido general, con relación a la medida que ha
tomado de rescindir el contrato leonino y abusivo que mantenía esa institución
con la empresa AAA para el cobro de la factura del agua en el gran Santo
Domingo.
Las justificaciones que ha dado el funcionario para poner fin al acuerdo
que la pasada gestión del PLD suscribió con la empresa en cuestión, es más que
suficiente para que ese contrato hubiese sido rescindido hace mucho tiempo
porque nada más beneficia a la empresa, mientras el Estado ha salido
grandemente perjudicado, debido a que le ha estado pagando por un servicio que no
ofrece de manera eficiente.
Por el solo hecho, de tan solo reportar el 30 por ciento de los ingresos
percibidos por el cobro del agua y gestionar el pago a un número insignificante
de los usuarios del servicio del preciado líquido en el Gran Santo Domingo que
ronda el 16 por ciento, es más que demostrable que el contrato firmado por la
CAASD con AAA, es un fraude al Estado, que amerita ser investigado
profundamente y sancionado ejemplarmente conforme a las leyes de nuestro país.
El ingeniero Fellito Subervi, quien hemos podido observar
se tomó un tiempo prudente, casi nueve meses de la presente gestión
gubernamental para poder adoptar la medida que anuncio, de seguro que hizo
todas las evaluaciones y consideraciones de lugar, porque al igual que su padre
Rafael Subervi Bonilla, conocen muy bien cómo manejar los asuntos de Estado
para no fallar en sus ejecutorias.
Es de ahí, que consideramos que el contrato de la CAASD
con la empresa AAA, no solamente debe ser rescindido, sino también
judicializado porque de la forma en que se contextualizó se evidencia que mucha
gente se beneficiaba del mismo en perjuicio del Estado dominicano y de la
sostenibilidad de esa institución que mantiene la responsabilidad de abastecer
de agua potable a la población más numerosa y grande de la República
Dominicana, el Gran Santo Domingo.
El pasado director de la CAASD el arquitecto Alejandro Montás, debería
darle una explicación al país sobre el alcance del contrato que firmó con la
empresa AAA, porque a todas luces el mismo se estructuró solo para beneficiar a
esa compañía en perjuicio de la institución y del pueblo dominicano, situación
que podría ser objeto de sanciones civiles y penales contra quienes cometieron
esas malas negociaciones.
Saludados la valentía y la responsabilidad que tuvo el
ingeniero Fellito Subervi, en tomar la decisión de rescindir el contrato
leonino y abusivo firmado por las pasadas autoridades de la CAASD con la
empresa AAA, porque es un buen ejemplo de defensa del patrimonio nacional
que da a la sociedad dominicana y a los demás funcionarios del Estado para que
actúen de manera similar siempre y cuando se encuentren con situaciones como
las que ha tenido que encarar desde que asumió la dirección de esa institución
gubernamental.
Abogamos porque los demás funcionarios del Estado, que
han encontrado situaciones anómalas como la denunciada por Fellito Subervi en
la CAASD, las den a conocer al país y que las autoridades correspondientes
investiguen los hechos y de ser necesario tomen las sanciones de lugar en
contra de los responsables de asociarse con empresas particulares para
perjudicar al Estado y al pueblo dominicano con el propósito de beneficiarse
económicamente de las funciones que desempeñan, cosas que también son
sancionadas por las leyes dominicanas.
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