Por Reynaldo Peguero
La ciudadanía ética, estratégica y solidaria de Santiago ha sido
fortalecida con el Voluntariado Ciudadano Santiaguero de Corazón.
Santiaguero de Corazón es el mecanismo adscrito y apoyado por el Consejo
Desarrollo Estratégico (CDES) para la participación de personas
con espíritu altruista y solidario a fin de poner en acción valores de
cooperación y humanismo en beneficio de Santiago.
En este contexto el CDES ordenó una auditoría exhaustiva e
independiente de lo que realiza Santiago en coherencia con su Agenda
Oficial de Desarrollo. Igualmente utilizamos y nos amparamos en metodologías
del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU) con sede en
Barcelona y abordajes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su
Iniciativa para Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES).
Los resultados armonizaron la metodología de evaluación de planes
estratégicos urbanos en más de 100 ciudades afiliadas del CIDEU y 117
indicadores expresados en semáforos estadísticos que relacionan la
sostenibilidad ambiental-cambio climático, sostenibilidad territorial y
sostenibilidad fiscal y de gobierno.
Revisamos lo que Santiago ejecuta con el accionar de sus sectores más
representativos. Asimismo lo que se ha dejado de realizar y todavía hay tiempo
de cumplir; igualmente lo que no se puede consumar. Finalmente visualizamos los
nuevos proyectos que podríamos incorporar al próximo Plan Santiago 2030. Nos
compete asegurar que el Plan Estratégico 2030 sea una herramienta más efectiva
y coherente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas
y asimismo asegure mayor conexión con la Estrategia Nacional de Desarrollo
(END-2030)
Santiago como metrópolis tiene particularidades en materia de
proyectos locales, pero necesita ampliar hacia el Cibao los beneficios de
impulsar la planificación estratégica territorial. Tenemos que replicar lo
mucho que se avanza en gobernabilidad, sostenibilidad ambiental, ordenamiento
territorial, inclusión social, cultura para el desarrollo y creación de empleos
formales y dignos, cuando un territorio tiene un plan de desarrollo concertado.
Por eso reconocemos como "Bonó Estratega Senior" a
Carlos Fondeur. Un ciudadano ético, estratégico y solidario, una
referencia directa de sobrada visión. Galardonamos como mandato institucional
del CDES, estatutariamente para su vez honrar el dominicano más
santiaguerista y de mayor identidad cibaeña de nuestra historia, Pedro
Francisco Bonó.
Ciudadanía ética, estratégica y solidaria es la que tiene sentido
moral en sus decisiones urbanas. Estratégica pues enfatiza la sostenibilidad,
permanencia y continuidad de una visión de trabajo; y finalmente Solidaria por
la pro-actividad del servicio a los mas necesitados y excluidos.
La Ciudadanía Estratégica, Ética y Solidaria es la que tiene voz y exige que le rindan cuentas. Pues puede
participar libremente y sin condicionamiento clientelares en la elección de su
gobierno, así como en la libertad de expresión, en la libertad de asociación,
de movilización y la libertad de prensa.
La Ciudadanía Estratégica, Ética y Solidaria es la que promueve la estabilidad política, promueve la paz y genera el
control de la violencia, pues contribuye a que los gobiernos no estén sujetos o
sean objeto a actos de desestabilización a través de medios inconstitucionales
o violentos, incluidos actos de terrorismo.
La Ciudadanía Estratégica, Ética y Solidaria es la que fomenta la eficacia del gobierno y la calidad de los servicios
públicos, la capacidad de la administración pública y su independencia de las
presiones políticas, y la calidad incluyente de la formulación y aprobación
congresual de políticas públicas.
La Ciudadanía Estratégica, Ética y Solidaria es la que fortalece la calidad del marco regulatorio. Consolida la
capacidad del gobierno para establecer políticas y reglamentaciones acertadas
que permitan y promuevan el desarrollo del sector privado y el empoderamiento
de la sociedad civil.
La Ciudadanía Estratégica, Ética y Solidaria es la que promueve el Estado social de derecho, y robustece el grado de
confianza de los actores estratégicos y agentes sociales en las reglas y normas
sociales y en su nivel de acatamiento, incluidos la calidad del cumplimiento de
los derechos de propiedad, la policía y los tribunales, así como previene el
riesgo de que se cometan delitos.
Finalmente, la Ciudadanía Estratégica, Ética y Solidaria es la que
impone el control de la corrupción
en la medida evita que el poder público se ejerza en beneficio de un agente
privado individual. Facilita la prevención de las modalidades de la micro y
mediana corrupción y a gran escala. Sobre todo asegura que el control del
Estado no sea conquistado por minorías selectas. Santiago aspira a consolidar
con el Voluntariado Santiaguero de Corazón, el estilo de ciudadanía estratégica, ética y solidaria que siempre nos
ha caracterizado. En eso estamos.
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