Por
Miguel Ángel Cid Cid
Si
Jack Veneno, en su tiempo, no hubiese arriesgado la faja una y otra vez, de
seguro hoy, nadie lo mencionaría por bien ni por mal. En consecuencia, el
oficio de líder requiere de riesgos impredecibles, el peligro crece en la misma medida que aumenta la influencia del
líder.
En
efecto, esta es la lección que debe aprender el ex presidente Leonel Fernández
Reyna. Si el Dr. Fernández fija sus ojos en Jack Veneno, caería en la cuenta
que su leyenda se construyó, cimentada en el peligro a que se exponía
permanentemente.
No
obstante, el ex mandatario es un dirigente habituado a la política perfumada,
encerrado en oficinas enfriadas artificialmente. Quien con mayor certeza lo
definió, fue el fenecido Hatuey De Camps, “Leonel
Fernández es un político suertudo, todo le llegó sin hacer grandes esfuerzos”,
afirmo De Camps.
Los
vientos, hace años que soplan en otra dirección, razón que impide al León,
rugir para ahuyentar al enemigo. Y es que el adversario, conoce al dedillo las
debilidades del otrora rey de la selva política dominicana. El Presidente
Danilo Medina sabe de sobra como mantener a Fernández de rodilla.
Los
intentos del ex gobernante, para zafarse de las garras de su compañero de
manada, el Lic. Danilo Media, se suceden sin éxito, uno tras otro. La proclama
“O jugamos to, o se rompe la baraja”,
de Franklin Almeyda, es el más reciente ensayo. Inclusive, se escuchó el
murmullo en una franja importante de la población “parece que el León Fernández se decidió a echar el pleito definitivo”,
decían algunos.
De
su lado, el Presidente Medina Sánchez, no hace caso a subalternos, lo que diga
Franklin lo tiene sin cuidado. Por tal razón, es ineludible que el Dr. Fernández
Reyna, dé la cara frente al mandamás del país y del partido morado.
En
esa tesitura, lo primordial es que Fernández haga conciencia en que para el
PLD, no hay vida más allá del 2020.
De
igual modo, el Dr. Fernández, goza de conocimiento pleno sobre el mandatario,
sabe que su glotonería es ancestral. Él está al corriente de que a pesar de
haberse comido un tiburón podrido, el Lic. Medina Sánchez podría devorar eso y
más, con tal de salvar su pellejo.
Lo
anterior indica, que el riesgo de marchar de frente sobre el Presidente, podría
tener consecuencias impredecibles. Pero se trata precisamente de eso, de arriesgar
la faja igual que Jack Veneno, perder y ganar una y otra vez, en una lucha
interminable.
Ahora
bien, si el Dr. Fernández no decide romper el cerco danilista, tendrá el
repudio total del pueblo y será abandonado por los suyos inevitablemente.
Lo
más prudente para Fernández Reyna, en esta encrucijada morada es, según mi
opinión, apostar al juicio de la historia.
Decir
la verdad al pueblo y a su partido, es la única salvación que le queda al ex presidente.
Se
estila entonces, que el Dr. Fernández, anuncie una alocución al país y en ella,
transparente su dilatada gestión de gobierno y la del propio Lic. Danilo
Medina.
En
consecuencia, la delación e imputación propia podría resultar en una doble
matanza. Yo lo veo así: out uno, fuera el Presidente Medina, out dos, fuera
Fernández. ¿Cuál es el beneficio?, se preguntarían sus seguidores, veamos.
La
diferencia es que el mandatario saldría con una lesión de curación dilatada,
con muy pocas posibilidades de volver a jugar. En cambio, la lesión de
Fernández, si se trata con inteligencia, podría permitirle jugar una temporada
más. Y de paso, provoca la purga natural y necesaria en las filas del PLD.
El
ex presidente Leonel Fernández, no tiene de otra, tiene que recurrir al juicio histórico.
12 años de gobierno, y una actitud responsable ante la nación, aporta un único
resultado, una figura histórica trascendente. Si hace lo contrario, será
condenado al fuego eterno. Los círculos del infierno serán insuficientes para el
suplicio que le toque.
El
juego del Poder requiere de líderes capaces de tomar decisiones en situaciones
de crisis extrema, esta es una de ellas y Leonel está a prueba.
Miguel Ángel Cid
Twitter:
@miguelcid1
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .