Por Guillermina Altagracia
Marizán Santana
Conforme a los enfoques
estratégicos del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), las pautas que
traza hoy en día el correcto encauzamiento del progreso y la paz, requieren de
nuestras instituciones y de los estamentos del Estado, una visión que facilite
a los componentes de la sociedad dominicana, enmarcar estrictamente sus vidas
por el honor y la dignidad, teniendo por columna principal la práctica
colectiva de la vocación de bien.
Patrón que prioriza, bajo
el entendido de que con la norma sugerida, se proveería a nuestra nación de
estructuras facilitadoras de la renovación y transformación, haciendo parte de
sus retos y ejes, abrazar plenamente a la población en todo el territorio
nacional, con las virtudes de amar, dar y servir pro del establecimiento
de entornos sociales confiables.
Lo que valora como piezas
claves, por enraizar en un mayor grado posible, la consolidación del don de
servicio, como tarea social e ineludible de cada ciudadano y ciudadana, en
procura de lograr instrumentos armónicos y reales, de una sustentabilidad del
bienestar personal acoplado con el conglomerado social, especialmente, al que
debe conquistarse sin excepción, en favor cada una de las familias dominicanas.
Camino enmarcado por el
CRD:
Como punto de solución y el
logro del correcto proceder propuesto, visualiza como urgente, la necesidad de
extirpar con eficiencia y firmeza, los sentimientos y apetencias personales o
grupales, engendradores de los egoísmos y sectarismos, que se han constituidos
como causantes de los diversos males que han bloqueado desde nuestra
independencia hasta nuestros tiempos, la solidez institucional y el
desarrollo exigido por nuestra nación.
Cuya factibilidad ve
alcanzable, cultivando en su mayor plenitud el amor, la piedad y la misericordia,
mediante una convivencia particular y colectiva, que tenga por enlace en las
familias y las demás instituciones, la concretización en su más altos nivel de
la unidad y la confraternidad.
Al efecto, dentro de las
metas requeridas para guiar al país hacia horizontes sustentables, para
el Consejo Regional de Desarrollo (CRD) es innegociable, afianzar en las
presentes y futuras generaciones la vocación de servicio como fuente principal
del sostenimiento de los intereses colectivos, para así lograr con diafanidad
un bien articulado y planificado empoderamiento, destinado a disminuir en su
mayor expresión las diferentes problemáticas que debilitan al Estado y la
sociedad dominicana.
La autora es:
Dra. Guillermina Altagracia
Marizán Santana, Directora de la Comisión de Género del Consejo Regional de
Desarrollo (CRD) y Juez.
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