LO LOGRAMOS JUNTOS

lunes, 12 de septiembre de 2016

Roberto Rosario, sus visas y lo que falta


Por Paulino Antonio Reynoso (Toño) 

El impacto que ha producido la revocación de los visados del presidente de la Junta Central Electoral (JCE) de República Dominicana, Roberto Rosario, me ha hecho recordar de la influencia que ha ejercido el pensamiento de Friedrich Wilhelm Nietzsche, en su enfoque sobre la individualidad y la moralidad en los líderes contemporáneos. “Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse en monstruo. Quien mira al abismo, el abismo lo mira a él”, decía Nietzsche.

El efecto y la causa de la revocación de una visa es lo que menos nos debe interesar, en el caso particular de este funcionario público. A decenas le han hecho lo mismo, y qué ha pasado? Lo medianamente bueno de esto fue la forma cómo se hizo.

Para qué se utiliza una visa? Para viajar al país que la concede. A qué tiene que venir Roberto Rosario al territorio norteamericano? A nada, pues él lo que puede traer es más problemas. ¿Que él quiere venir a pasear? Pues que se vaya a otro país como Afganistán, Siria, Turquía y otros más donde los recuerdos de una historia milenaria le harán rocordar la riqueza del ser humano, sus luchas  por  la  sobrevivencia y sus anhelos por la paz. Contrario a él que, siendo pagado por los contribuyentes para un servicio, lo que le ha traído a su pueblo es frustración y Guerra.

Si fue por por narcotráfico, por tráfico de personas, por corrupción, por su carácter homofóbico, por sus rabiacas con el señor Embajador Brewster, si fue por su negación a concederle a la Embajada y, por consiguiente, a los Estados Unidos, registración para que fueran observadores en las elecciones recién pasadas. Eso es lo de menos. Que conste, hay grabaciones que las autoridades norteamericanas poseen de todas sus imprudencias y desenfrenos; pero eso no es lo que nos debe importar a los que queremos salir de esta dictadura del PLD y crear las bases para una sociedad habitable.

Es que Roberto Rosario da para todo eso y mucho más. Incluso, este funcionario es tan desenfadado, tan descarado, tan cínico y tan intrínsecamente corrupto, que es capaz de autoproponerse y hacer amarres para, después de todas estas desvergüenzas, querer ser de nuevo Presidente de la Junta Central Electoral y de cualquier otra de las mal llamadas altas cortes, pues ahora mismo todas son BAJAS.

El centro del problema del affaire Roberto Rosario está en que nosotros, los partidos de oposición y la endeble y vacilante  sociedad civil dominicana nos tragamos todas las vagabundearías de un funcionario imprudente, cínico, violador de la Constitución  y de las leyes dominicanas y las internacionales. Ese es el meollo del problema. Pero, además, le permitimos a los prepotentes del PLD que se sintieran orgullosos de todas estas deleznables conductas. Olvidémonos de la visa y su revocación. Es a nosotros los dominicanos que nos corresponde quitarle, no la visa, si no el pasaporte que él tiene para actuar como “padrote” dueño y señor  de todo lo que hay en el corral.

Si este funcionario ha sido irrespetuoso, irresponsable, cínico, cavernario, violador de la Constitución y la leyes y con una actitud  burlesca violó  los acuerdos  con los partidos de oposición y la sociedad civil, es porque nosotros, el pueblo dominicano, se lo hemos permitido. Los Estados Unidos han hecho lo que nosotros, por cobardía o por consensuar con lo perverso y lo abyecto, hemos dejado de hacer.

No estoy hablando por hablar. Tengo testigos. En varios artículos recientes,  de los tantos que escribí sobre los desmanes del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, de la Junta Central Electoral y de los miembros de ese organismo, dije todo. Pero en este país más vale la voz de un charlatán y de un ladrón que la de un ser humano decididamente interesado por el bien de la gente. Esa es parte de nuestra degeneración ético-moral y espiritual. Dije incluso que el amigo y siempre incorruptible Eddy Olivares ya no hacía nada en ese organismo. Su rol lo desempeñó muy bien cuando, en el 2012, por encima de todas sus advertencias, el PLD estructuró y ejecutó un fraude perfecto amparado en el apoyo cobrado con corruptela consentida de Roberto Rosario. Y nosotros no hicimos absolutamente nada. Incluso, sobre esto y mucho más, le envié un documento a nuestro ex-candidato presidencial Luis Abinader, pues no veía el cambio que se había dado para que las cosas esta vez fueran diferentes al 2012. Pero muy poco se hizo.

En otras palabras, el PLD, con su perverso alfil en la JCE y los demás que le acatan y le apoyan, se ha acostumbrado a nuestra ingenuidad, a nuestra cobardía y a nuestra vacilante determinación.

Pero, creo que ya nos cansamos de las vagabunderías y provocaciones de un PLD, cuyos dirigentes hace mucho que superaron los desmanes de Báez y de Lilís.

Debemos actuar!
Basta yaaaaa!!!

Lo de la revocación de los visados es lo de menos. Ahora viene lo grande.

Si los reyes y príncipes del PLD, haciéndole coro AL DIABLO cometen la imprudencia de elegir miembros leales y parciales a ellos en la Junta Central Electoral y en el Tribunal Superior Electoral (TSE), en República Dominicana se debe producir la PRIMERA GUERRA INTERNA DEL SIGLO XXI.

Solo de lo contrario, habrá paz!!!

Paulino Antonio Reynoso  (Toño) es político, ex-candidato presidencial y escritor dominicano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .