De Euclides Gutiérrez al Arzobispo Ozoria, Cuando la ignorancia no tiene límites

Por Paulino Ant. Reynoso (Toño)

A Monseñor Francisco Ozoria lo conozco hace muchos años, pero ese conocimiento tuvo un momento especial de dos años cuando estuvimos compartiendo juntos en Europa la soledad, la lejanía y sobre todo la esperanza y las ilusiones de una Iglesia más cercana a la gente, especialmente al más pobre.

Es absolutamente imposible quedarse callado ante las informaciones que soltó el hoy Superintendente de Seguros y miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el Doctor Euclides Gutiérrez Félix. El silencio se convertiría en un delito.

Por si algunos de los que me están leyendo no están informado de lo que dijo el Doctor Euclides Gutiérrez Félix le cito para que estén debidamente edificados.

“La decisión del papa Francisco Primero de designar a monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Primado de Santo Domingo, sustituyendo al Cardenal monseñor Nicolás López Rodríguez, quien con verdadero sentimiento patriótico, republicano, decoroso y valiente, dirigió la Iglesia Católica en nuestro país por espacio de largos años. Los informes que el autor de esta columna tiene del sustituto del Cardenal López Rodríguez, desde hace muchos años, es que por encima de su ordenamiento como sacerdote, es un defensor de los haitianos, particularmente los que han emigrado a nuestro país desde hace muchos años, en busca de trabajo”.

Hasta aquí digamos que es aceptable y hasta comprensible lo que dice, pues para el autor de este párrafo lastimosamente  defender a los haitianos es un pecado. Pero donde la ignorancia lo llevó al precipicio es cuando dice este solemne disparate, cito:

“Detrás de la designación del nuevo arzobispo de Santo Domingo, sin dudas, está la mano del gobierno de Estados Unidos o de quienes manejan la política regional, particularmente en el caso de la isla de Santo Domingo”.

Un océano de ignorancia en apenas dos líneas.

Conociendo la formación académica del Doctor Euclides Gutiérrez uno se pregunta cómo es posible que una persona de su nivel se atreva a decir un disparate tan garrafal como ese.

Sin embargo, la causa eficiente de esto es muy sencilla. El Doctor Euclides ignora las dos realidades más importantes que debió haber dominado a la hora de emitir tan temerario juicio. Primero, no conoce para nada quién es realmente Monseñor Francisco Ozoria o Pancho Ozoria como nosotros le decimos. Segundo, peor aún, el no conoce absolutamente nada de  cómo se maneja El Vaticano, y en particular el Papa a la hora de tomar una decisión como ésta. Entonces, por qué hablar si la ignorancia es mi academia?

El Doctor Euclides ignora cuáles son las motivaciones, las ilusiones, los desvelos y el celo pastoral de Monseñor Francisco Ozoria. El no sabe que cuando estuvimos los dos estudiando en  Roma, él en la Universidad Lateranense y yo en la Gregoriana, Monseñor Ozoria escribió su tesis final sobre el tema Pastoral para graduarse, contribuyendo de manera protagónica en la orientación pastoral de las dos Diócesis donde ha estado prestando su servicio ministerial: En San Francisco de Macorís y en San Pedro de Macorís.

¿A quién le cabe en la cabeza que una de las Agencias del gobierno norteamericano va a influir en la persona del Papa Francisco para que coloque a uno de sus  alfiles  en una determinada Diócesis? Es que Euclides se está poniendo loco? A caso ese sentimiento anti-haitiano lo ha llevado a delirar y a inventarse cuentecitos para después justiciar acciones non sanctas?

Yo se que la ignorancia es atrevida y nos lleva a caminos desviados y oscuros, pero tanto a Euclides como a cualquiera que se atreva a emitir consideraciones sobre casos tan delicados para el futuro de la Iglesia y  de nuestro país,  primero debiera edificarse antes de cometer tan lamentable error.

Muchas personas en vez de sufrir por estas destempladas consideraciones,  lo que ha optado es por reírse de tan solemne payasada.

El autor es escritor y político dominicano radicado en la Florida.