Por Margarito Carlos De León
La Republica Dominicana hoy se encuentra a la puerta de un proceso
electoral que definirá el cambio o el continuismo. Se plantean dos grandes bloques, de un lado los
que aspiran a seguir depredando el erario, promulgar la corrupción y mantener
la impunidad ante crímenes de toda índole.
Y del otro lado, los que propugnamos por el adecentamiento de la
actividad política, el fortalecimiento del orden jurídico, una mejor y más
justa redistribución de la riqueza nacional, detener la carrera de
endeudamientos, el cese del saqueo al patrimonio nacional y el retorno de la
seguridad en nuestras calles.
Las tácticas políticas comienzan a implementarse. Citamos dos que desde
nuestra óptica han sido las más sobresalientes hasta ahora. La conformación de la Convergencia por un Mejor
País y para cerrar con broche de oro el año 2015, el acuerdo arribado con el
Partido Reformista. Un hecho que muchos
consideraban prácticamente imposible fue logrado gracias al desprendimiento e
inteligencia de Luis Abinader, quien la población ya le identifica como el
próximo presidente de nuestro país.
No consideramos necesario derramar mucha tinta insistiendo en el gran
significado de estos acuerdos pues la historia contemporánea registra, y los
dominicanos han sido testigo, acuerdos
similares que lograron coronarse con la gloria ascendiendo al poder político en
la República Dominicana.
El PRM, Los Partidos miembros de la Convergencia por un Mejor País, el
Partido Reformista Social Cristiano y los movimientos aliados que están en
conversaciones con Luis Abinader, se encuentran en una posición muy ventajosa
de cara a la contienda electoral. Y es
que en las últimas elecciones un 29% se abstuvo de votar por el actual
mandatario y candidato a la re-elección.
No tienen ninguna razón para hacerlo ahora, pues no ha resuelto uno solo
de los problemas que prometió resolver, y lo peor y más torpe de todas sus
acciones fue la forma de imponer su candidatura, utilizando todas clases de
malas artes, tratando de destruir el liderazgo institucional de su partido,
resquebrajando la unidad interna del mismo.
El frente amplio opositor que postula a Luis Abinader, está caminando
por el carril del centro, luce vigoroso y abierto a la sumatoria de otras
fuerzas. Su propuesta de cambio está
siendo asumida por todos los dominicanos y dominicanas conscientes de que hay
que ganar en la primera vuelta, no
podemos apostar a una costosa segunda vuelta cuya organización saldría de las
arcas del Estado, dinero que será necesario para muy bien iniciar el pago de
salarios aumentados a nuestros policías.
Concluimos conjugando dos frases del pensamiento de dos grandes
paladines, mi líder José Francisco Peña Gómez y el legendario Dr. Joaquín Balaguer.
Perremeistas y reformistas: ¡ni un paso atrás, marchemos hacia el poder,
a pasos de vencedores!
El autor es el coordinador general de ultramar de la
candidatura de Luis Abinader Presidente 2016 y reside en los Estados Unidos de
Norteamérica.

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