Por
Delcio A. Pérez
La sociedad actual y su régimen
socio político es de naturaleza corrupta, inhumana, violenta y delincuencial,
de tal manera que constituye el fundamento de su existencia y
reproducción, perturbado toda, toda la vida del país.
El enriquecimiento sin causa, la
gran brecha entre los explotados y los explotadores, la corrupción
gubernamental, la podredumbre judicial , la impunidad, los asesinatos
motivados en la intolerancia, la reprensión, el abuso de poder, la ausencia de
institucionalidad, la miseria extrema y la violencia, cada día más
adquieren dimensiones más preocupante.
Sin tan graves estos problemas que
amenazan seriamente la estabilidad seudo democrática del país y nuestra
existencia como nación supuestamente civilizada, ya que los mismos estimulan las
acciones lícitas, todos los actos delincuenciales, la inversión de valores, el
irrespeto, el deterioro institucional, la podredumbre judicial, la impunidad,
el desempleo, la marginalidad, el deterioro de los servicios públicos y la
pérdida de la fe y la esperanza.
Desde hace años, venimos advirtiendo
sobre el peligro de la corrupción y la violencia, pero los que más podían, los
que vivían cómodo, los tutumpotes ni los irresponsables indiferentes, hasta
hoy, no han hecho nada para enfrentar el mal, porque pensaron que ese era
un virus, producido por los ricos y su gobierno, que solo atacaba a los hijos
de machepa.
Por esa razón, nunca le
importó hablar de esto , pero ahora que la cruz toca sus puertas se dan cuenta
de que él virus que crearon los ladrones de bienes públicos, los explotadores y
sus gobiernos, también ataca, en alguna medida, a los ricos y clase media
alta , que afecta sus negocios, que paraliza la inversión, crea pánico , miedo
y atenta contra la vida de cualquier ciudadano.
Es posible que la vida le esté
enseñando que no deben seguir promoviendo ni apadrinando la corrupción administrativa; la desigualdad, ni la violencia de
Estado contra los más vulnerables, la cual es tan brutal, que asusta.
Frente a esta realidad se impone que
juntos, luchemos por una sociedad decente, justa, equitativa, inclusiva y
segura, dirigida por hombres y mejores decentes y no por el lumpen de la
politiquería, por lo más corrompido, perverso y ruin como ahora.
Nunca es tarde para nada, por lo que
saludamos la decisión de un grupo de ciudadanas y ciudadanos,
independientemente de las razones, de luchar contra la inseguridad ciudadana, y
esperamos también que contra sus causas y quienes la generan; por lo que
apoyamos la caminata del domingo primero de noviembre contra la
inseguridad ciudadana.
El autor es Lic. Delcio A.Perez, CDP-SNTP Periódico Comandante Pueblo y
Consejo para la Defensa y Desarrollo Comunitario (COPADECO).
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