Por Luis Aníbal
Medrano S.
La forma
desastrosa en que viene manejándose el presidente Danilo Medina debe ser
cortada de raíz con un voto de castigo en contra de la peor gestión
gubernamental que registre la historia dominicana a través de nuestra
existencia como nación fundada por hombre nobles y de valor incalculable que lo
dieron todo a cambio de nada.
Jamás ha
existido un presidente con un cinismo tan arraigado, superando el los record de
mentiras y simulación que registra los anales de la historia criolla, supera
por mucho en ceguera, sordera y mudez al fallecido líder reformista, y fíjese
que ese fenómeno de la naturaleza era todo un experto en esas deformaciones
físicas inducidas.
Tal parece que
el pueblo dominicano ha despertado gracias a conflictos políticos a lo interno
de los grandes partidos que actúan en la nación, ya que se les han quitado las
mascaras a los guasones, mil caras, doctores
Merengues y cuanto personajes maliciosos encarnados en los desvergonzados
trituradores de los principios morales y renacuajos políticos que creen que el
país es una herencia que les dejaron su padres y por tanto, como no la
trabajaron, deben despilfarrar sus bienes.
Es tiempo ya de
desalojar mediante el voto popular y masivo a un presidente que faltó a su
palabra y se repostuló bajo la artimaña oprobiosa de modificación de la
Constitución con un costo social, político y económico que no hay forma de estipular o cuantificar su valor en ninguno de esos renglones.
Constitución con un costo social, político y económico que no hay forma de estipular o cuantificar su valor en ninguno de esos renglones.
Es tiempo ya de
desalojar ejerciendo el derecho en las urnas a un presidente que se ha dedicado
a construir peligrosas escuelas que no resisten un remeneón por su mala calidad
y cuyas construcciones ha servido como cortina para ocultar el desvío de miles
de millones del pueblo para lograr todos sus oscuros propósitos y perpetuarse,
sin importar que al país se lo lleve el tipo ese al que llaman Lucifer.
Es tiempo ya de
llenar las urnas con votos de libertad, de liberación de un yugo dictatorial
disimulado con pretensiones macabras de continuar gobernando con inseguridad
ciudadana, con pésimos servicios públicos, con encubrimiento de los grandes
delitos cometidos contra el Estado, con el auspicio de toda clase de
vagabundería, con falta de incentivo a la juventud, con el aniquilamiento
definitivo de la clase media, con el surgimiento en tiempo records de nuevos
millonarios de camorra morada.
Es tiempo ya de
cambiar ese rumbo torcido, de hacer renacer los valores, de emprender una
cruzada de rescate del país, de decir ya esta bueno de burlas y engaños en
contra del pueblo, de un pueblo trabajador con capacidad extrema de resistencia
pero que llegó al hastío y su capacidad de soportar pasó de la raya del límite.
Ese pueblo siente, desea, anhela, sueña y está luchando por el cambio que nos
merecemos.
Es tiempo ya de
dejar los protagonismo y estar tirando piedra a la Luna para dar paso a una
opción real de la que el pueblo se ha empoderado y que ve esa candidatura como
la tabla de salvación, por lo que el momento histórico que vivimos demanda de
la unidad de toda la oposición sensata y que verdaderamente quiera desplazar al
Partido de la Liberación Dominicana, para entre todos realizar la heroica
campaña de salvación del país.
Es tiempo ya de
votar por el hombre que el país viene aclamando en todos los rincones como una
necesidad nacional, es tiempo ya de votar por Luis Abinader como presidente de
todos los dominicanos y dominicanas a partir del 16 de agosto del 2016 y lograr
así el país que queremos.
Luis
Aníbal Medrano S. es periodista, locutor, municipalista y político radicado en
Nueva York
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