Por
Víctor Segura
Los procesos
históricos que se dan en los pueblos, fruto del transcurrir del tiempo y el
accionar de sus ciudadanos, hacen que se produzcan surgimientos de entidades
necesarias para construir mejorías que corrijan los descalabros a que son
sometidos por malas ejecutorias gubernamentales.
Es por eso que
sometido a una reflexión despojada de pasión, entiendo como vital el
surgimiento en la República Dominicana del Partido Revolucionario Moderno
(PRM), porque con él renace la esperanza, se revalorizan los principios, se
trazan objetivos fundamentados en el bienestar del pueblo y un conjunto de
elementos que ponen a pensar que estamos a la puerta de una nueva era en el
aspecto político partidario.
La ruta que
lleva el Partido Revolucionario Moderno, parece indicar que le conducirá al
Poder, no caben dudas, está realmente en su momento, ha prendido en el corazón
del pueblo y la elección de su candidato presidencial, sin trauma, sin
travesuras, sin efectos nocivos que empañaran su joven existencia, sorprendió a
los incrédulos pero lo ha posesionado en primeros lugares y subiendo aun más.
El último
acontecimiento que ha aumentado la simpatía en el electorado dominicano por el
PRM, lo es la magistral, contundente y valiente alocución que realizó el
candidato presidencial de la organización opositora, Luis Abinader. En término
popular se llama un tapa boca a quienes faltaban a la verdad retándole meritos
en ese sentido.
Nuestro candidato
presidencial, Luis Abinader, fijó posición en relación al empecinamiento del
presidente Danilo Medina y de un considerable grupo del Comité Político del
PLD, atrapados en el miedo que representa estar fuera del poder porque saben
como han actuado, de hacer lo que sea necesario para aplicar la formula
balaguerista del “vuelve y vuelve”
La proclamación
que hizo el economista candidato presidencial, evocando la dignidad, de la
democracia, de la alternabilidad y de la ética política para decirle al PRM, al
PHD y las organizaciones que conforman la Convergencia por un Mejor País que ha
llegado la hora del cambio, no puede ser más certera y oportuna.
Hay que salirle al frente a
las intenciones del presidente Danilo Medina, quien ha faltado a su palabra y
quiere continuar(a lo que tenían miedo sus compañeros, antes de que llegara)
porque mientras se agravan los problemas del país los peledeistas convirtieron
el país en un ring político y pusieron en ascua la nación dominicana.
Excelente reflexión expuesta en
la pieza oratoria de licenciado Abinader cuando expresa que “la principal
condición para impulsar el desarrollo, es la existencia de instituciones
estables, creíbles y competentes, capaces de poner límites al abuso desde el
poder y a las conductas desviadas de los gobernantes”, como debe ser en una
nación que se respete.
Automáticamente se coincide
con el criterio de que “estamos asistiendo a una nueva escalada autoritaria,
que pone en peligro nuestras limitadas conquistas democráticas y el
desbordamiento de la prepotencia del oficialismo no sólo se expresa en la
imposición de una reforma unilateral a la Carta Magna, sino que la altanería de
sus funcionarios y dirigentes se sufre a todos los niveles de la sociedad”
Los males denunciados por Abinader en su discurso a la nación, como: La competitividad
y transparencia entre los peores del mundo, la inseguridad ciudadana alcanza
niveles alarmantes, las muertes y los atracos se multiplican cada día, El
sector eléctrico sigue en penumbra, el salario y el poder adquisitivo de los
trabajadores se han deteriorado, el endeudamiento del país continúa a ritmo
acelerado, la agricultura está en retroceso, las exportaciones no mineras han
caído un 20%, el sistema público de salud muestra una dolorosa incapacidad, una
difícil situación económica y social, es el retrato de una nación
caótica, muy mal administrada y que necesita urgentemente un cambio.
Se debe aceptar el llamado que
realizada el aglutinador de la oposición democrática para levantarnos y salir a
reclamar nuestros derechos ciudadanos, nuestro derecho a vivir en una sociedad
democrática, institucionalizada, transparente, segura.
Nos alegra sobremanera de que
este convencido y seguro de que vamos a derrotar a los integrantes del
vergonzoso pacto de la impunidad, sin importar quiénes sean, ni cuántos
sean, porque contamos con la determinación y la voluntad de cambio del pueblo.
Víctor Segura, empresario
residente en Brooklyn, N. Y., y co-coordinador de campaña del PRM en el Estado
de Nueva York.
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