Por
Luis Aníbal Medrano S.
Pasado el
proceso electoral interno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), ahora prosigue
una segunda fase que corresponde a la selección de sus candidatos congresuales
y municipales para optar por 32 senadurías, 179 diputaciones por
circunscripciones, cinco diputaciones nacionales y siete de ultramar, así como
155 alcaldías municipales, 236 direcciones de distritos municipales, 2 mil 452
regidurías y 756 puestos de vocales.
Los líderes del
PRM, en sus comparecencias públicas han proclamado que el PRM tiene una
naturaleza moderna, tal parece que si, por lo menos su recién certamen dejó con
la boca abierta a muchos incrédulos que pronosticaban el despalote de la recién
formada organización política.
Dentro de esa
novedad partidaria debe surgir un faro de luz excesivamente resplandeciente que
muestra la luz de la democracia y ciegue a los que quieran importar la odiosa
práctica del dedo seleccionador de candidatos a cualquier puesto electivo,
lógico exceptuando la vice presidencia que se estila sea una prerrogativa del
candidato presidencial.
La preocupación
surge a raíz del surgimiento inaudito de una gran cantidad de aspirantes a diputados
en ultramar en la circunscripción No.1 (Estados Unidos y Canadá), como si se abriera
una compuerta para correr un maratón. Lo malo es que muchos de ellos no están
registrados ni autorizados para correr en agosto del presente año.
No se puede
importar al PRM la malsana práctica de compra y venta de candidaturas que se da
en el moribundo Partido Revolucionario Dominicano de Miguel Vargas muy mal
donado y sus acólitos.
No se puede
volver a caos que producen los acuerdos secretos que podrían tronchar el camino
a personas con auténticos liderazgos que han contribuidos al surgimiento del
instrumento de lucha a favor del pueblo dominicano llamado Partido
Revolucionario Moderno.
Abrigamos la
esperanza de que cualquiera con un “par de dólares”, que se sienta poderoso
económicamente, no pueda asaltar la organización y alzarse con candidaturas que
deben ser electas en procesos diáfanos, democráticos y en igualdad de
condiciones, donde prime la regla clara de ser militante del PRM y desechando
los oportunistas y hacedores de corazas congresuales.
Tal y como fue
el proceso convencional del PRM en su primera parte, así debe ser la segunda,
en especial poniéndole mucho ojo a la parte de los legisladores de ultramar
donde los actuales, por no tener compromiso con nadie (en su mayoría), han
resultado un fiasco.
Sin lugar a
malos augurios, deseando que todo continúe bien como va, hay que concluir que
será la segunda prueba de fuego del PRM.
Luis
Aníbal Medrano S.
Periodista,
municipalista y político residente en EEUU.
Director
de elgloboindependiente.com
Y vuelve el paquinsito de periodico, ustedes no se Canaan de publicar disparates, su mediocridad, lost estas volviendo locos, ahora Han estado lambiendole eso a un tal Espinalp
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