Por Luis Aníbal Medrano S.
Los dominicanos estamos cansados de que nos declamen poemas de esperanza
y más si el declamador viene de actuaciones fallidas y su voz y su estilo no
calan, no gustan, no tiene el ángel necesario para convencer al auditorio
nacional de que esos poemas son buenos y sinceros.
De igual forma, ver una película repetida con un contenido de no muy
gratos recuerdos y un guión que deja
mucho que desear, es ver un clavo (como el pueblo llano califica), y en lo
particular nos atrevemos a subirle de categoría, es un tornillo.
Hay que entender que la familia es la unidad primaria de cualquier
colectividad humana organizada, por lo tanto, la forma de accionar dentro de
ella se extrapola a la sociedad en su conjunto de manera tal que si usted
miente, incumple, abochorna y hace rabietas en la familia, lo mismo hará fuera
de ella.
Nos es posible querer justificar la participación en una contienda política
interna sobre la base de la mentira, el incumplimiento, abochornando y haciendo
rabietas. En que cabeza humana libre de pasión y avaricia puede caber tal
actitud. Como diría Bonillita en vida: ¿Cómo es posible…?
El ex presidente Rafael Hipólito Mejía Domínguez, nos da de regalo en la
Vieja Belén unas reflexiones personales que están auspiciadas por todo, menos
pensando en el futuro de la nación dominicana.
Si fuera cierto que en los últimos meses ha
recorrido palmo a palmo el país, y como dice haber conversado con la gente,
escuchando con atención sus quejas, temores e inquietudes, de seguro que debió escuchar
las quejas de los resultados de sus actuaciones en la campaña pasada, sus
temores profundos a volver a vivir esa amarga experiencia e inquietudes por
realmente se quiere cambiar de gobierno.
En su alocución donde anunciaba su
participación en la contienda interna del nuevo y fuerte Partido Revolucionario
Moderno hizo un copy page a un párrafo donde dice tener preocupación por los productores
agrícolas (su plato fuerte) para que estos tengan acceso a las nuevas
tecnologías… y por ahí sigue. Ahora?
Está claro, con una simple oposición
política con coraje a los gobiernos peledeistas durante los últimos doce años,
con voluntad de contribuir para que eso y muchas cosas más se lograra, con
honestidad y sin doble moral ayudar a lograr su erradicación de los males que
afectan a eses sector y al país en general. Mientras tanto esos productores se
han pasado el tiempo cogiendo pela y no jugando domino en finca alguna.
Ahora es que se convence el ex residente
Mejía de que la mayoría de nuestra población necesita y quiere vivir en un país
mejor, ¡pero por Dios! Entonces no tenía esos conocimientos durante su gobierno
de que se requiere oportunidad de alcanzar una vida digna en base al trabajo
decente y honrado y solucionar un
rosario de males y calamidades que padece el pueblo dominicano.
Realmente no entiendo qué forma de amar al
país dominicano es la que tiene Don Hipólito, pide unión y fomenta por debajo la
desunión, juntos a sus caciques. Habla de esperanza y abre la olla de
desesperanza con una participación preñada de terquedad y avaricia.
No se puede ser honrado y serio cuando se
actuar con la mentira de forma reiterada. Que nos perdonen, pero es una realidad
innegable, Hipólito Mejía le ha mentido a sus compañeros y al país de forma
reiterativa y sin tapujo en perjuicio de la estabilidad general del país, de
ese país que él dice amar. ¿…?, a ese país al cual el permitió el regreso del
Rafles dominicano y todos sus secuaces.
Con sus mentiras nos condujo a todos a una
reelección irracional comprada con papeletas, chantajes y coerciones, nos mintió
cuando asistimos a un fallido intento de victoria electoral en el que a pesar
del porcentaje alcanzado por la voluntad de cambio de un pueblo hastiado hasta
la coronilla del gobierno de Leonel Fernández, no se obtuvo el objetivo por su
culpa, por su grandísima culpa.
Lo grande del caso es que en durante la
campana para ese certamen electoral, con su forma de actuar confeso en una
reunión del sector municipal, que solo una persona como el (para no decir los
términos reales que uso) se atrevía a ir
a una elecciones con el desastre económico que dejaría su Leonelito, el mismo
Leonel que no se podía tocar.
No existe duda alguna en que estamos ante
la presencia de un canto a la mentira, de manera tal que su opción a
participar, luego de haber dicho, redicho que no aspiraría y hasta haber presentado
al licenciado Luis Abinader como su candidato a la presidencia de la República.
Esas aspiraciones son una mentira más y es por eso que el pueblo lo está
castigando con el látigo del desprecio.
Los números están ahí.
Luis
Aníbal Medrano S., es periodista,
locutor y político residente en New York.
Escritor: Luis Anibal Medrano
ResponderEliminarTendencia politica: Luis Abinader
El tabaco es fuerte pero hay que fumarlo,
prepárense a una convención democratica, diáfana y sincera. Paren de satanizar tanto y pónganse a buscar los votos. No seamos mediocres y apliquemos la rosca izquierda a los del gobierno. Ataquen al maldito PLD y suelten a los de adentro. Concilian democraticamente como dicen los estatutos por convencion, y si luis es tan líder y tiene todo lo que el pueblo quiere, ¿por que no se lanzó a la presidencia por la ASD cuando el partido era del papá en vez de dárselo y convertirlo en PRM?