Por
Miguel Ángel Cid
La desaparición forzada
de 43 jóvenes estudiantes, la noche del 26 de septiembre de 2014, de la Escuela
Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa en el municipio de Tixtla
(Guerrero, México), pretendía ser un escarmiento. La macabra idea era acallara
esos estudiantes quienes, desde el 2011, vienen librando una lucha por mejorar
la edificación de la escuela y dotarla de un mayor presupuesto para su
funcionamiento. El hecho, por el contrario, se convirtió en el detonante de una
indignación nacional e internacional.
Ayotzinapa
Ayotzinapa es
una población del estado mexicano de Guerrero, conurbada con la ciudad de
Tixtla de Guerrero, cabecera del municipio del mismo nombre y sede de la
Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
El conflicto se
origina a partir de un movimiento llevado a cabo el 12 de diciembre de 2011. En esta fecha los Normalistas de Ayotzinapa
se trasladaron a Chilpancingo de los Bravo (capital de Guerrero) para solicitar
el cumplimiento de un pliego de peticiones que, entre otras cosas, demanda la
reparación de las instalaciones del plantel, un mayor presupuesto para su
sustento y garantía de plazas en el
sector público de la educación para sus egresados.
Los
manifestantes bloquearon la Autopista del Sol y se produjo un enfrentamiento
con la policía. Dos estudiantes murieron (Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel
Echeverría de Jesús) y un empleado de una gasolinera que sufrió serias
quemaduras intentando apagar el incendio causado por dos bombas dispensadoras, murió
días después.
Organizaciones
no gubernamentales y los normalistas solicitaron un juicio político contra
Aguirre Rivero, a quien responsabilizan de la muerte de los estudiantes. El
Congreso de la Unión nombró una comisión para la revisión del caso. Días más
tarde, la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio a conocer un informe donde establecía
que el gobierno de Guerrero no había seguido las recomendaciones para evitar
repetir los hechos.
El 12 de
diciembre de 2012,1.500 personas, familiares y estudiantes marcharon de forma
pacífica. Luego celebraron una misa en el lugar conocido como Parador del Marqués,
sobre la Autopista del Sol, al sur de Chilpancingo. El padre Héctor Miranda inicio
la ceremonia religiosa en honor a los dos jóvenes normalistas en el mismo lugar
donde fue el desbloqueo. La circulación vehicular fue, por media hora, cerrada.
A continuación
se realizó un mitin en el Congreso del estado, que terminó en el Palacio de
Gobierno de Iguala, donde los manifestantes exigieron justicia. Se le reprochó a
las autoridades judiciales el poco avance de las investigaciones, y la ausencia
de castigo para los autores materiales e intelectuales de la represión que se
derivó en la muerte de las tres personas.
La noche del 26,
y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, se suceden una serie de episodios
violentos en los que estuvieron involucrados policías municipales de Iguala y
estudiantes de la Escuela Normal. Resultado: un saldo de al menos seis personas
fallecidas, veintisiete heridos y la desaparición forzada de los 43 estudiantes
de la Escuela Normal.
Ahora se ha
desatado un mar de protestas ya no solo en Guerrero, sino que todo México se
moviliza. Se pide a gritos la renuncia del presidente de México, Enrique Peña
Nieto. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), levanta la bandera de
Ayotzinapa y aporta sustento teórico y académico a la lucha de los normalistas.
José Luis Abarca
Velázquez, alcalde de Iguala, ex comerciante de joyería, sindicado como socio
del grupo criminal Guerreros Unidos, fue apresado, junto a su esposa, María de
los Ángeles Pineda, que actuaba como enlace del gobierno municipal con el
crimen organizado.
Una lección que
aprender
La muerte de
tres personas, dos estudiantes y un trabajador, desata un conflicto que rebosa
la copa con la desaparición de los 43 estudiantes. El propio gobierno de Peña
Nieto se tambalea.
¿No cree usted
que con la muerte de 11 niños en el
Hospital Dr. Robert Reid Cabral, señalados en mi artículo anterior, debió
suceder algo parecido aquí?
Miguel Ángel Cid
Twitter:
@miguelcid1
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