NUEVA YORK- La editorial ArtepoeticaPress,
con sede en Nueva York, acaba de publicar Un kilómetro de mar, la nueva novela
del laureado escritor dominicano José Acosta, en lanzamiento enfocado en todo
el ámbito de la lengua castellana.
“Un kilómetro de mares
una historia de autodescubrimiento e imaginación narrada con un tono vibrante y
excitante”, expresó el editor de la obra, el escritor y catedrático colombiano Carlos
Aguasaco. “José Acosta es un escritor dominicano que reside en Nueva York y
representa lo mejor de la literatura caribeña emergente”, indicó.
Un kilómetro del marcuenta
la historia de Juan Robles, un joven preadolescente de una imaginación y
valentía extraordinarias, que aprovecha la ausencia de su madre para acompañar
a su amigo Edy Polanco a conocer el mar. Agobiado desde la niñez por el trauma
psicológico que le causó haber sido testigo de la confusa muerte de su padre,
asediado por la sed de venganza, Juan Robles elude la realidad y se cobija en
un universo recreado a partir de las novelas western.
“El enrevesado y
apasionante viaje hacia la cima de la montaña es, a su vez, paradójicamente, un
descenso hacia el interior de sí mismo, un atajo hacia la adolescencia, donde
Juan Robles, gracias a la sapiencia de don Anselmo, al encuentro erótico con la
puta Aurelión y a los consejos y el trato fortuito que tuvo con el
contradictorio y cínico ingeniero Chicho Moronta, finalmente logra vencer el
miedo y se enfrenta cara a cara al monstruo existencial que lo atosiga”, dijo
el escritor Rubén Sánchez Féliz. “Con una prosa ágil, limpia, de indiscutible
belleza poética y cargada de humor, Acosta consigue reconciliar la ternura y la
violencia, en un Santiago de los Caballeros que se erige como un personaje más,
rescatando las costumbres de un tiempo que marcó la vida de toda una
generación: el triunvirato y el balaguerato”, señaló.
Por su parte, sobre
Un kilómetro de mar, el escritor Osiris Vallejo, dijo: “Los adolescentes Edy Polanco y Juan
Robles,un buen día, deciden aventurarse hacia las montañas para ver si del otro
lado dan con el mar y así empieza una travesía que los llevará, más que al mar,
a la comprensión de que cada paso más allá del vecindario en que nacieron es
penetrar a un mundo desconocido e inestable donde el absurdo es la única
certidumbre”.
“Desde el principio, el texto incita al lector a plantearse unas
interrogantes que habrán de latir bajo la superficie de cada párrafo. ¿Llegarán
los muchachos al mar? ¿Qué transformación vital tendrá esta búsqueda en
nuestros personajes?”, dijo Vallejo. “A pesar de su brevedad, esta novela es
rica en personajes meticulosamente delineados. Por solo citar un ejemplo,
podríamos fijarnos en el caso de don Chicho Moronta, un ingeniero retirado con
que tropiezan los protagonistas, y que por un breve período se convierte en su
protector y orientador. A través de este personaje y sus ingeniosas salidas en
sus tratos con los demás, el narrador nos abre una ventana por la que podemos
contemplar, indefensos, el carácter subyugante y hostil que se respira,
producto del espíritu político de la época. Y así acudimos al encuentro de dos
de los logros más importantes de este texto: la presentación de unos personajes
que tienen vida propia y el retrato de una sociedad que a la vuelta de cada
esquina parece combatir la individualidad”, expresó Vallejo.
José Acosta es poeta,
narrador y comunicador social. Ha ganado en cuatro ocasiones el Premio Nacional
de Literatura de la República Dominicana, el más importante del país. En 1994
su poemario Territorios extraños recibió
el Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña y en 1997 obtuvo el Premio
Internacional de Poesía Odón Betanzos Palacios de Nueva York con la obra Destrucciones. Entre sus galardones
figuran también una mención de honor en el Cuarto Concurso Internacional de
Poesía “La Porte des Poètes”, en París (1994), otra en la Bienal
Latinoamericana de Literatura “José Rafael Pocaterra” celebrada en Valencia,
Venezuela (1998).
Como narrador ha
recibido numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Cuento
Universidad Central del Este (2000), con El efecto dominó; el Premio Nacional de Novela (2005), con Perdidos en Babilonia y el
Premio Nacional de Cuento (2005), con Los derrotados huyen a París. Su poemario El evangelio según la Muerte obtuvo
en 2003 el Premio Internacional de Poesía “Nicolás Guillén”, de México, y ese
mismo año otro poemario suyo quedó finalista del Premio Internacional de Poesía
“Miguel de Cervantes”, de Armilla, en España.
En 2010, una novela
suya estuvo entre las 10 finalistas del XV Premio Fernando Lara de Novela, de
la editorial Planeta. En 2011, fue finalista del Premio Internacional de Cuento
Juan Rulfo, de Francia, y ese mismo año volvió a ganar el Premio Nacional de
Novela con La multitud.
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