Por
JUAN T H
La
corrupción del PLD le gusta al país más que lo invertido en salud pública,
menos del dos por ciento del Producto Interno Bruto mientras que el robo del
dinero del Estado supera el 3 por ciento. Algunos expertos internacionales
dicen que está entre un 4 y un 5 % del PIB.
Para
mantener el saqueo de los fondos públicos sin consecuencias penales, la
Corporación Económica PLD, respaldado por un grupo de traidores encabezado por
Miguel Vargas, hizo una Constitución a su medida y formó una claque jurídica
para que protegiera a sus miembros.
Es
por esa razón que los jueces no son jueces, son políticos. Y actúan como tales.
El
Ministerio Público, igualmente, está integrado por dirigentes políticos. Y actúan
como políticos, que como fiscales.
El
PLD, convertido en una Compañía por Acciones, con un ConsejoSuperior al que
eufemísticamente llaman Comité Político, es quién toma todas las decisiones en
los poderes del Estado, incluyendo los poderes fácticos.
Es
ese Comité Político quién dicta las sentencias en las Altas Cortes. Es ese
“Soviet Supremo” quién determina quién es sometido a la justicia y quién va
preso, que nunca será uno de ellos.
Ningún
socio importante de la Corporación PLD por más pruebas que haya en su contra,
irá a la cárcel. Es por eso que Danilo
Medina era –y sigue siendo- “el cambio
seguro” como tantas veces lo prometido en la campaña electoral. Tan “seguro” ha
sido el “cambio”, como una póliza de
vida en la banca comercial.
Tan
“seguro” ha sido el “cambio” que el Ministerio Público no ha investigado las
fortunas de los funcionarios entrantes y salientes como lo ordena la
Constitución que invierte el fardo de la prueba y los obliga a probar el origen
de sus bienes, pues de lo contrario puede terminar en las cárcel y sus
propiedades incautadas.
Jueces
políticos, fiscales políticos, policías y militares políticos. Todos
asalariados del “Soviet Supremo” Comité Políticos del PLD.
El
Tribunal Superior Electoral está compuesto por políticos sujetos a lo que digan
los empresarios políticos del “Soviet Supremo” del PLD. Todas sus sentencias y
resoluciones emanan de esa entidad. Por eso Miguel Vargas se defecó (se cagó)
en ese tribunal; en la Constitución y las leyes durante la “Convención” del PRD
minoritario. Mientras el PLD esté respaldando a
ese sujeto, no habrá ganancia de causa para sus opositores.
La
Junta Central Electoral igualmente está en manos del “Soviet Supremo” (nada
peor que un comunista arrepentido)
El
dueño de la JCE habló sobre el desastre de la Convención de su amigo Miguel
Vargas. Y lo hizo como miembro
prominente del Comité Central del PLD con aspiraciones a integrar algún día el
“Soviet Supremo”. Dijo no sorprenderle la violencia y el caos que se generó en
todos los centros de votación.
Claro
que no podía sorprenderle cuando él fue, de algún modo, propiciador del caos y
la violencia. Todo cuanto ocurrió en el PRD minoritario es culpa de la JCE y
del TSE que dirige el “Soviet Supremo” del PLD.
La
Constitución obliga a la JCE, artículo 212, párrafo cuatro, a supervisar los
comicios de los partidos. “La Junta Central Electoral velará porque los
procesos electorales se realicen con sujeción a los principios de libertad y
equidad en el desarrollo de las campañas y transparencia en la utilización del
financiamiento…”
Sin
embargo, pese a que el juez Eddy Olivares ha presentado dos proyectos de
reglamentación de las campañas electorales, como lo señala la Constitución y la
propia ley electoral, el presidente de la JCE, con su mayoría mecánica, se
opuso en una reunión del pleno.
Los
traidores del PRD minoritario actuaron violentamente negando el derecho
constitucional de “elegir y ser elegido” de todos los ciudadanos; el traidor
Mayor hizo lo que le dio la gana con el respaldo del TSE, la JCE, la Policía y
el presidente Danilo Medina, el presidente y secretario general del PLD, dueños
y amos de este país de mierda, conde la
Constitución y las leyes solo tienen valor si es del interés del Comité
Político o Soviet Supremo.
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