Por Juan
Castillo
La campaña electoral ha comenzado con
más de dos años de antelación a las elecciones que deberán realizarse en 2016
paraescoger presidente y vicepresidente, senadores y diputados, y alcaldes y
regidores. Desde ya se activan los motores del proselitismo de los eternos
candidatos; de quienes aspiran a volver y de quienes por primera vez se
presentan con la esperanza de ser escogidos para uno de los puestos de elección
popular.
Funcionarios públicos de diferentes
niveles activan sus candidaturas apoyándose en el posicionamiento que les da el puesto que ocupan, para lo cual utilizan los
recursos de las instituciones que dirigen y, en muchas ocasiones, obligan a sus
subalternos a desentenderse de sus responsabilidades como empleados del Estado,
para dedicarse a actuar como activistas de un candidato en particular. Este uso
abusivo de los recursos públicos en la promoción de candidaturas particulares
hace muy difícil distinguir cuándo actúa el funcionario y cuándo el candidato.
Por calles y avenidas se ven las vallas
anunciado aspiraciones, al tiempo que se engrasan las maquinarias electorales
para que los “compañeros de la base”
los aclamen como los futuros salvadores delapatria.
En el ámbito local, una cantidad
apreciable se proclaman como precandidatos por diferentes partidos; en la
ciudad de Santiago se cuentan más 15 aspirantes declarados públicamente y otra
cantidad apreciable mueve sus influencias tras batidores procurando que los líderes
de sus organizaciones los señalen para encabezar la boleta municipal. Sin
embargo, por la forma en que se van desarrollando los acontecimientos no se
vislumbra un cambio en el estilo de hacer política, el clientelismo mantiene su
predominio como la mejor forma de captar
adeptos.
No sería mucho pedirles a quienes
aspiran a un puesto público que contribuyan a elevar elnivel de las campañas
electorales formulando propuestas posibles de estructurarse en programas de
gobierno, que puedanser debatidas por laciudadanía y
servir de instrumento para evaluar su gestión una vez sean electos. En ese
sentido, todos aquellos que están conformando movimientos de apoyo, comandos de
campaña, pegando afiches y vallas, etc., también deberían comenzar a definir sus
programas de gobierno de cara a los ayuntamientos y explicarles a los electores
cómo pretenden abordar los problemas del municipio más allá de la manoseada
consigna de “por honesto y capaz fulano
es el que va”.
Un buen punto de arranque para someterse
al escrutinio del electorado sería que estructuren propuestas donde expliquen
cómo abordarán en su gestión los aspectos relacionados con:
1-Fortalecimiento
institucional del ayuntamiento. Cuáles iniciativas impulsarán
para que el ayuntamiento desarrolle capacidades que permitan prestar servicios
de calidad a la población.
2-Planificación municipal. Explicar
de qué manera formularán o actualizarán un Plan Municipal de Desarrollo de
acuerdo con los mandatos de la ley.
3-Gestión
de los servicios municipales básicos. Cómo abordarán
los problemas relacionados con tránsito y transporte urbano, manejo integral de
los desechos sólidos y los espacios públicos, entre otros.
4-Transparencia y rendición de cuentas.Cómo
desarrollarán su gestión en lo relacionado con el manejo de los recursos; las
compras y contrataciones, y de qué manera garantizarán que no se viole el
derecho ciudadano de acceso a la información pública.
5-Políticas
sociales municipales. De qué manera se vinculará el ayuntamiento
con la salud, educación, cultura, vivienda y deporte, superando las viejas
prácticas asistencialistas que se limitan a las dadivas, recetas y ataúdes.
6-Carrera
Administrativa Municipal. Manifestar un claro compromiso con la
profesionalización del personal municipal como una efectiva contribución a la mejora de la gestión local.
7-Políticas
municipales para la equidad de género. Cuáles medidas
concretas impulsarán para que la equidad de género se refleje en las políticas
municipales.
8-Participación
de la ciudadanía en la gestión municipal. Cómo se
garantizará el derecho constitucional a la participación y control social de la
ciudadanía; cómo se involucrarán las personas y organizaciones en la
definición, ejecución y evaluación de las políticas municipales, principalmente
el presupuesto municipal.
9-Visión
estratégica. Cómo visualizanal municipio en el largo plazo y cómo
este se conecta con el entorno regional y nacional, enfrentando las amenazas y
aprovechando las oportunidades. Cómo conectarán la gestión con la estrategia
nacional de desarrollo.
10-Innovación
y creatividad. Cuál es la visión para romper la rutina que limita
los ayuntamientos a un estilo de gestión que no llega ni a cumplir con los
servicios mínimos que le establece la ley. Cuáles son las propuestas de
iniciativas novedosas y creativas que hagan del municipioun lugar agradable
para vivir
Ojalá los precandidatos, candidatos,
asesores y operadores políticos se animen a abordar estos temas en sus
propuestas, pues de esta manera se estaría contribuyendo a generar una cultura
política electoral basada en programas y propuestas que contribuyan a elevar la
calidad del debate y que la gestión de las políticas públicas en los municipios
se hagan por, con y para la gente, siguiendo procedimientos democráticos y
participativos.
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