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Por
Isaac Terrero y Julio Alejo
Para iniciar este escrito, es importante contar con una aproximación
conceptual de lo que constituye la responsabilidad social. En ese sentido, el
experto mexicano en cultura organizacional e interacción grupal, Lic. Manuel A.
Cortés Cortés establece lo siguiente: La Responsabilidad Social, es un
término que se refiere a la carga, compromiso u obligación, de los
miembros de una sociedad –ya sea como individuo o como miembros
de algún grupo – tienen, tanto entre sí como para la sociedad en su
conjunto.
Cortés
Cortés añade que el rol que juega un organización en la sociedad y el tipo de
liderazgo que asume la conducción de la misma debe estar determinado por la
responsabilidad social que la entidad decida abrogarse.
Para establecer el acercamiento teórico de la responsabilidad social el experto,
parte de tres premisas fundamentales, las cuales se socializan a continuación:
·
Toda
organización social es creada con un propósito fundamental: servir a la
sociedad.
·
Toda
organización que no cumpla con su función social tenderá, irremediablemente,
hacia la desaparición, a mediano o largo plazo.
·
El arte de la
administración debe contribuir a que las organizaciones logren sus objetivos
sin causar daño.
Esta
perspectiva sobre el concepto, introduce algunas valoraciones, ya sean de tipo
positivo o negativo, en relación a los efectos que una decisión produce en la
sociedad. Esa valoración puede situarse tanto en el campo ético como en el
legal. La responsabilidad social se diferencia de la responsabilidad
política porque la primera no se limita a la valoración del
ejercicio del poder a través de una autoridad estatal, mientras que la segunda
sí.
A partir del
planteamiento teórico de Cortés Cortés es importante analizar el asociativismo
municipal, de modo que al profundizar en la primera premisa, se obtiene que el
tejido asociativo de la municipalidad, en su conjunto, cuenta con una clara
determinación de responsabilidad social orientada a servir a la sociedad,
recogida en la formulación de misión de sus estatutos. Dichos propósitos de
manera conjunta apuntan al fortalecimiento de la gestión local, la defensa de
la autonomía municipal y la promoción de la descentralización.
Ahora bien,
esto lleva al planteamiento de un interesante cuestionamiento, ¿Está el
asociativismo municipal accionando de manera cónsona con sus propósitos? De no
ser así, el actual liderazgo organizacional estaría conduciendo al conglomerado
asociativo municipal dominicano a su desaparición y en el mejor de los casos, a
su desintegración, en el entendido de que la segunda premisa de la que parte el
indicado experto sentencia a la desaparición a toda organización que no cumple
con su responsabilidad social. Es importante recordar que la última
modificación estatutaria de FEDOMU dio al traste con la actual desintegración
del asociativismo municipal, cuyos beneficios están por verse.
Todos hemos
visto y leído, en más de una ocasión y en más de un medio, la expresión, ¨Los dueños del país¨, la cual se le
aplica a los sindicatos de transporte de pasajeros, y la misma responde a
señalar que los agremiados tienen patente de corso para causar daños en las
vías públicas en el ejercicio de sus labores. Esto, naturalmente, se debe al
rol de defensa y protección de sus afiliados que juegan los gremios del
transporte en la sociedad.
Esta
casuística conduce a formularse otras interrogantes. ¿El rol que está jugando
el asociativismo municipal está determinado por su responsabilidad social? Si
esta interrogante no encuentra respuesta positiva, estamos frente a un
escenario de disociación ética y filosófica de la organización, entre su
propósito y su rol. Pero aun más, si el rol que se asume fuere el de la defensa
y protección personal de la matricula gremial, se estaría buscando el logro de
sus objetivos sobre el costo del ejercicio de un rol que causaría daño a la
sociedad, hecho totalmente divorciado de la tercera premisa. De ahí, que los/as
lideres/as del asociativismo municipal deben tener bien claro, el procurar no
producir la emulación del caso del
transporte con el liderazgo local.
En la próxima
entrega de la presente serie de escritos, se analizarán las implicaciones del
liderazgo del asociativismo municipal con la responsabilidad social y el rol
organizacional individual y colectivo, así como su vinculación con el próximo
proceso eleccionario.
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