Carta al Barbú de allá arriba

Carta al Barbú de allá arriba

Mi querido, respetado y adorado Barbú de allá arriba:

Me permito escribirte estas líneas después de que pasaran todas las fiestas, jolgorios, cherchas y demás (propio de esta época del año), para recordarte mi presencia en la tierra y que a pesar de que la prisa, los afanes y la turbulencia de una ciudad envolvente en un sentido, esclavista  por otra, no me ha desligado de tu amistad contigo.

No te escribo para contarte problemas, no voy a contarte sobre mi país donde algunos con complejo de Rey Mida están haciendo y deshaciendo con su fortuna de dudoso origen y en vez de contribuir a disminuir el hambre, crear fuentes de empleos, lo que están es queriendo llegar a cargos políticos para tener “Poder”.

No te escribo para narrarte sobre un pleito de República Dominicana y Haití, planificado por sectores que buscan hacerle daño al gobierno del presidente Danilo Medina para que su ejecutoria de gobierno fracase y no tenga posibilidades políticas jamás.

No te escribo para describirte la forma en que los corruptos se adueñaron de mi país y ya, al parecer, nada puede hacerse porque tienen el dominio de todas las estructuras de la Nación.

No te escribo para expresarte mi queja sobre el callejón sin salida en que están los valores morales de las sociedades del planeta Tierra donde las familias se derrumban por la falta de sentimientos entre sus miembros, donde el factor económico prevalece para salvaguardar los matrimonios, donde los hijos son presos de los conflictos paternales y donde los hijos fruto del descalabro social pierden sus sentimientos para con los padres.

Mucho menos te escribo, mí siempre recordado Barbú de allá arriba, para contarte la gravedad de la delincuencia, la inseguridad, la doble moral de muchos gobernantes, de la permisibilidad con el narcotráfico, de la lucha por la primacía a diferentes niveles políticos y gubernamentales, de la proliferación de falsos apóstoles que usan tu sagrado nombre para enriquecerse y crear imperios económicos, como si mi hermano Jesucristo vino a padecer en la tierra para eso.  

No era mi intención escribirte para todos los males que están sucediendo en esta parte del universo que creaste llamado Tierra, pero ya que te lo he expresado, perdóname, no era mi intención, pero dale un jalón de oreja a todos y todas aquellas personas que hacen que el planeta sea menos vivible, a todos y todas aquellas “gente” que le hace la vida imposible al otro, a todos y todas aquellas personas que se burlan de ti predicando tu palabra y cuando sueltan el libro sagrado arremeten con toda su carga de malicia, odio y rencor contra los demás. 

Castígalos, remenéalos, aplícale con tu grandeza el cambio que se requiere para ver si de una vez por toda, la humanidad deja de actuar como si fuéramos bestias y nos acercamos más a ti, para ser real y efectivamente gente, pero buena gente.

Finalmente te explico que no te pido nada en particular, sólo que me libre de los malos espíritus que quieran perjudicarme y que la envidia, la maldad y la traición me la aleje de mi camino, ese sería tu 50 por ciento, yo seguiré aportando mi 50  con dedicación, esfuerzos, valentía y animo de luchar para lograr mis metas, todas mis metas que tu conoce.

Siempre,

Luis Aníbal Medrano S.

EL MORENITO

PD: Lo de Morenito es el nombre artístico que retome aquí en la llamada “Capital del mundo”