Raffa Gamundi escribe: La debilidad del PRD divide al PLD
Por Rafael Gamundi Cordero
Sin
que necesariamente esa sea la intención de Danilo, ni tampoco de Leonel, sus
seguidores están confrontados en todos los organismos del Estado y del Partido;
la unión ideológica y programática de ayer está rota; la competencia de
hoy por el poder y el liderazgo nacional es real y radical, sin llegar a
la separación todavía, por tener ellos una sólida conciencia de lo que
significa el poder, que necesitan conservar a cualquier precio y que ambos
pueden perder por un paso en falso.
¡Ah
paradoja del destino! La mayor debilidad de sus rivales, especialmente
del PRD, podría descomponer en el PLD la competencia hasta ahora magistralmente
manejada, y creyéndose sus líderes sin oposición de importancia, lanzarse a la
lucha frontal y antagónica entre ellos, poniendo fin a los intereses comunes de
las partes, llegando a diferenciarse hasta el extremo, de formar
tienda aparte, lo que parece con el tiempo sucederá de todos modos.
Solo
si el PRD se fortalece o surge otra fuerza capaz de poner en peligro sus
privilegios, los dirigentes del PLD y sus socios se unirían y defenderían a
como de lugar, no los principios pisoteados desde hace mucho y que consideran
desfasados, sino las ventajas y privilegios que el poder les otorga.
Pero,
mientras eso ocurre, lo que parece difícil todavía, los grupos dentro del PLD
que compiten entre sí, en su afán de dominar a su rival, sumarán oportunistas
de todos los pelajes, incluyendo los del PRD y hasta traidores de ayer que los
llevarán a enfrentamientos radicales hasta despedazarse, quedando
el vencedor, en la victoria pírrica de una Convención pactada, dueño de
un escenario desacreditado que también lo devorará.
Para
dilatar su completo deterioro orgánico, manteniendo su falsa unidad por algún
tiempo, el PLD tendría que cambiar de táctica., y como ya es igual al PRD que
tanto han despreciado, aprender de él el manejo de las tendencias, al tiempo
de abandonar los esfuerzos por disminuir al PRD, cuyo debilitamiento,
repito, es su tumba. Tal vez ya sea tarde para eso.
En
cambio, como lo demuestra la historia, la confrontación de dirigentes dentro
del PRD, provocada por el tradicional egoísmo de sus líderes, no lo lleva
necesariamente a su debilitamiento y derrota electoral, porque es de esas
aguas que su fuerza brota.
Con
una dirección estable, experta y firme como la que podría proporcionarle Hatuey
De Camps y su equipo del PRSD, no sólo tendrían los dirigentes y masas
del PRD la posibilidad de alcanzar el poder, a pesar de la crisis en que
actualmente están sumidos, sino lo más importante: realizarían la Revolución Nacional Democrática
preconizada por el Doctor José Francisco Peña Gómez mediante su tesis del
Gobierno Compartido, poniendo fin al atraso y pobreza de la nación y su pueblo.
Ese y no otro es el camino que los perredeístas de todas las tendencias deben buscar y seguir si queremos alcanzar la victoria en la contienda electoral del 2016.
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