La circunscripción 3 del Distrito
Nacional no tiene doliente
Por Nélsido
Herasme
En los últimos 10 años
la llamada zona norte de la capital ha crecido de manera excesiva. Cuenta con
30 barrios y 700 mil habitantes, más de 300 mil son adultos con derecho al
voto; 7 son diputados y 14 regidores y, aún así hoy somos pobres de solemnidad,
porque estamos huérfanos de autoridad.
Nuestro espacio
geográfico necesita ser elevado de categoría, para que sus residentes reciban
mayores niveles de atención. Cada cuatro año en esta demarcación se deciden las
elecciones para escoger las autoridades que rigen la nación, porque tenemos más
electores que cinco provincias juntas de la región sur y la línea noroeste, sin
embargo, no tenemos derecho a elegir las nuestras.
Estamos como las
sardinas enlatadas, un espacio pequeño con gentes amontonadas.
Reunimos todas las
condiciones para ser municipio, pero no llegamos ni siquiera a distrito
municipal.
Somos la carnadas de
los políticos en tiempos electorales; el cerdito en puya de la navidad, bueno
para el voto, pero excluidos de la ejecución presupuestaria. Para ningún
proyecto somos tomados en cuenta.
Con lo único que no
contamos es con un cuerpo de bomberos, peo después, tenemos emisora de radio y
canales de televisión; una segunda líneas del metro y de transporte; parroquias
e iglesias de todas las denominaciones, parques, elevados, puentes, mercados,
calles, destacamentos policiales, estadios de beisbol, extensiones
universitarias, politécnicos y escuelas, instalaciones deportivas y, hasta una
parte del contaminado Rio Ozama nos pertenece, pero nadie acompaña nuestro
crecimiento.
En nuestro lar nativo
residen y han vivido figuras que han brillado en el deporte, en la
política, en los cuerpos armados y en las ciencias.
El Comité para la
Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), Centro Bonó, Ciudad Alternativa,
Foro Social Alternativo, Casa Abierta, Red Urbano-Popular, fundaciones, juntas
de vecinos y de pobladores, la sociedad civil y todo el que le duele el desarrollo
de nuestra comunidad, unifiquemos criterios para exigir el derecho que nos
asiste.
Para superar nuestras
carencias, necesitamos que nuestra circunscripción sea elevada de categoría,
por un mejor futuro para los nuestros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .