LO LOGRAMOS JUNTOS

lunes, 17 de julio de 2023

Al papa Francisco y a António Guterres (secretario general ONU)

Por Miguel Espaillat Grullón  

 

Simple y llanamente, la presente publicación es para informar a mis lectores y al mundo, que haciendo uso de mis derechos ciudadanos universales, consagrados en “La Declaración Universal de Derechos Humanos”, le he enviado una carta a António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y al papa Francisco para solicitarles encarecidamente declarar como crímenes de lesa humanidad varias acciones de los poderes fácticos mundiales, que por lo destructivo y atroces que resultan para el género humano y su hábitat, también deben de ser incluidos en el listado  de crímenes contra la humanidad.  El texto de esta carta es el siguiente:

 

Su Santidad Papa Francisco

 

Señor Antonio Guterres, secretario general de la ONU

 

Distinguidos ungidos de Dios y de los hombres para ocupar tan altas posiciones. 

 

Quien suscribe, Miguel Espaillat Grullón, se dirige a ustedes haciendo uso de mis derechos humanos universales, consagrados en “La Declaración Universal de los Derechos Humanos” proclamados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 10 de diciembre de 1948.

 

Acudo a ustedes con este recurso escrito para solicitarles encarecidamente hacer todo lo de lugar, para que sea aprobado oficialmente en el seno de la ONU todo lo planteado en los acápites A, B, C, D, E, F, G, H e I, de esta misiva. 

 

Estimado Papa Francisco y Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.  Como ustedes muy bien saben, se consideran crímenes de lesa humanidad o contra la humanidad todas las atrocidades y delitos de carácter inhumano que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, cometido para aplicar las políticas de un Estado o una organización.

 

El Estatuto de Roma de 1998, hasta la fecha, ha tipificado en 11 los crímenes de lesa humanidad, a saber estos son: El asesinato por homicidio intencional, el exterminio total o parcial de una población, la esclavitud, la violación y demás actos de violencia sexual grave, el traslado forzoso de población, la tortura, las detenciones arbitrarias, la desaparición forzada, la persecución de determinados grupos de la población, el apartheid o segregación racial, y en general todos aquellos actos cometidos con la intención de causar grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física o la salud mental o física de las víctimas.

 

Si se revisan esas once declaraciones, llegamos a la conclusión, de que el guarismo de ese listado de crímenes de lesa humanidad hay que aumentarlo para ponerlo acorde con los tiempos que estamos viviendo, principalmente modificar el capítulo concerniente a la guerra, pues después de estudiar el Estatuto de Roma vigente nos damos cuenta que dicho estatuto sólo norman los principios y conductas a regir en una guerra, pero que no las prohíbe, por ende, no la cataloga como un crimen de lesa humanidad.  Y se da el caso, que ya los seres humanos hemos llegado a un punto en que reconocemos que las guerras, por sus atrocidades, tienen que ser declaradas como un crimen contra la humanidad.

 

Para lograr este objetivo, que de cumplirse evitaría tantos sufrimientos a la humanidad, como también destrozos al planeta, me dirijo por medio de esta carta a usted Papa Francisco y a usted Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, para solicitarles emplearse a fondo para que sean reconocidos oficialmente como crímenes de guerra los actos y acciones que produzcan atrocidades al género humano y al planeta, como las que ocasionan las guerras y otras acciones perversas del hombre.  Por eso es urgente las declaratorias siguientes: 

 

A - Declarar como crimen de lesa humanidad las guerras y la fabricación y acumulación de armas de destrucción masiva y de armas convencionales con capacidad destructiva semejantes a las que producen las anteriores. 

 

B - Declarar como crimen de lesa humanidad los imperialismos de cualquier tendencia.

 

C – Declarar como crimen de lesa humanidad los golpes de estado a los gobiernos legítimamente constituidos por sus nacionales. 

 

D – Declarar como crimen de lesa humanidad los embargos, los bloqueos económicos y financieros, las incautaciones de bienes (dineros y propiedades) que los imperialismos ejercen sobre las naciones más débiles, como si fuera un derecho adquirido por mandato divino.

 

E – Declarar como crimen de lesa humanidad el saqueo de los recursos naturales de una nación poderosa a otra nación ostensiblemente más débil.

 

F – Declarar como crimen de lesa humanidad el narcotráfico.

 

G – Declarar como crimen de lesa humanidad el robo de fondos y bienes públicos por parte de los gobernantes y funcionarios públicos de las naciones.

 

H – Declarar como crimen de lesa humanidad la explotación laboral y el enriquecimiento ilícito. 

 

I – Declarar como crimen de lesa humanidad toda acción u omisión que contribuya al calentamiento global.

 

Todas estas acciones perversas les causan a los pueblos hambre, pobreza, desolación, enfermedades, muertes, destrucción de las infraestructuras físicas y de su medioambiente.  Esto deviene en provocar sufrimientos extremos, paralización del desarrollo de las naciones e impedir su progreso material y espiritual, lo que corta de cuajo la posibilidad de que la felicidad sea un bien a disfrutar por el género humano.

 

Las aludidas declaraciones, para que no sean letras muertas, deben ser vinculantes y de cumplimiento obligatorio por parte de las naciones miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), so pena de que el país infractor se haga reo de un conjunto de sanciones previamente establecidas para tales fines.

 

Sus eminencias papa Francisco y António Guterres: estas peticiones las hago en nombre de toda la humanidad cansada de las tantas guerras y de los tantos desmanes de los imperios y otras dictaduras.  En consecuencia, todas las naciones del globo terráqueo esperan de ustedes, que desde sus altas jerarquías asuman como suyas esta causa de los hombres y mujeres que rechazan con vehemencia las guerras y toda clase de  dictaduras, principalmente las de los imperios, por los saqueadores que son; y que al efecto, procedan con las diligencias de lugar, para que se erradique de sobre la faz de la tierra, estas plagas apocalípticas, que sólo traen consigo, derramamiento de sangre, llantos y lágrimas, hambrunas, millones de refugiados, pestes y plagas, siembra de odio, sufrimientos indecibles, desolación, destrucción recurrente e infinita, y muertes sin fronteras, lo que adjunto al desastre ecológico en aumento, hará imposible la vida sobre nuestra tierra.  

 

Sin más, vuestro servidor

 

Miguel Espaillat Grullón

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .