Por Otto Cordero
La ordenación del territorio es
un instrumento escencial en las sociedades modernas para establecer de manera
consciente el modelo de desarrollo al que aspira la sociedad.
El carácter transversal de los problemas ambientales se manifiesta con
especial importancia en el condicionamiento de la ordenación del suelo mediante medidas de conservación de la
naturaleza. La complejidad de la cuestión se pone de manifiesto en la relación
de mecanismos jurídicos dispares, como los estrictamente ambientales, los
territoriales, y los urbanísticos, al servicio de fines comunes, el
aprovechamiento racional del territorio, como soporte físico de todas las
actividades humanas, y de cuya sostenibilidad depende la conservación del suelo
como recurso natural.
Todo lo anterior implica especialmente armonizar las exigencias sociales y
económicas del desarrollo con las funciones ecológicas y culturales del
territorio, y contribuir de esta forma a un desarrollo territorial sostenible y
equilibrado a gran escala.
A este respecto, han de armonizarse los objetivos de desarrollo, de
equilibrio y de conservación. Una política centrada unilateralmente en el
equilibrio de los ya desarrollados territorios,
provocaría el debilitamiento de las regiones económicamente más fuertes,
además de aumentar simultáneamente la dependencia de las regiones más
atrasadas. Una insistencia excesiva en
la protección o la conservación de las
estructuras territoriales aumentaría a su vez riesgo de estancamiento porque
las tendencias modernizadoras podrían verse frenadas.
Solo mediante la combinación de los objetivos de desarrollo, equilibrio y
conservación, junto con su ponderación según las diferentes situaciones territoriales,
será posible conseguir un desarrollo equilibrado y sostenible de la República
Dominicana.
Desde milenios, una de las tendencias importantes con influencias sobre el
desarrollo territorial de todo espacio, se refiere al medio ambiente. Ponderar
un enfoque más respetuoso de la gestión de los recursos naturales, asi como la
protección de elementos naturales (aire, agua, suelo, bosques, biodiversidad,
etc,) contra el deterioro y la contaminación constituyen objetivos importantes
que no pueden ser logrados sino por una cooperación de dimensión tanto
nacional, regional, municipal y local, y quizás mundial. Una ordenación del
territorio moderna, eficaz y respetuosa de los recursos naturales y el medio
ambiente puede representar una aportación importante de estos objetivos.
Los resultados de investigaciones en el último siglo, han dado testimonio
de la desaparición de la biodiversidad en todos los ambientes, y para el caso
de nuestra nación, no es una excepción. Las urbanizaciones, la tendencia hacia
una agricultura intensiva, la deforestación, el turismo incontrolado (por
ejemplo, en las zonas costera) y los proyectos de infraestructuras
perjudiciales para el medio ambiente han contribuido a la desaparición de
biotopos como consecuencia de la destrucción, la modificación o la
fragmentación de los ecosistemas.
Se precisa, y es el momento más idóneo, cuando actualmente se debaten en
nuestro Congreso Nacional, la existencia de comisiones en el que se analizan
leyes (, Ley General de Agua, Regiones Únicas de Planificación), reglamentos, diagnósticos, planes y
estrategias, pero sin primero tener una Ley Marco de Ordenamiento Territorial
que oriente las directrices, sería imposible el logro de los objetivos a que se
enfrenta la ordenación y zonificación territorial.
La ordenación del territorio en la República Dominicana, y los instrumentos
de planificación que la desarrollen, deberán incorporar criterios de
sostenibilidad en la gestión de los recursos naturales y en la distribución de
los usos del suelo según su capacidad de acogida.
En el camino hacia un nuevo orden territorial duradero y sostenible (no necesariamente
_inmortal_ ), de éxitos para sus protagonistas y la sociedad, e instrumento
real de los grandes objetivos globales de desarrollo, equilibrio ambiental,
hacen falta más esfuerzos y contribuciones teóricas y prácticas como las que
nos ocupan.
El carácter transversal de los problemas ambientales se manifiesta con
especial importancia en el condicionamiento de la ordenación física del suelo y
las medidas de conservación de la naturaleza.
El autor, Otto Cordero: Geógrafo, Máster en Gestión y
Planificación Territorial. Máster en Manejo Integrado de Ecosistemas Costeros y
Marinos. MBA Gestión Turismo Sostenible.
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