Por JUAN T H
Dicen que
“escobita nueva barre bien”. Los cien días del presidente Luís Abinader han
sido fundamentalmente buenos. Lo dice la gente mayoritariamente. Lo dicen las
encuestas. Lo dicen los hechos. Lo digo yo. Lo dice usted. Lo dicen los
dominicanos de buena voluntad, los que hemos visto un cambio en la manera de
conducir el Estado, una voluntad política para transformar la sociedad
dominicana aún en medio de la terrible crisis económica y sanitaria que abate la nación.
El presidente
Abinader que siga barriendo lo bueno hacia adentro, lo malo hacia afuera aunque
venga de adentro, pero sin permitir que sus acciones sean el resultado de las
fuerzas mediáticas que presionan y chantajean para que actúe en función de sus
intereses, no de los intereses del país.
En estos cien
días hemos visto a un presidente trabajando día y noche enfocado en la solución
de los problemas, recorriendo todo el territorio nacional, provincia por
provincia, municipio por municipio, barrio por barrio, para saber lo que ocurre
en cada lugar y dándole soluciones a sus males. Un presidente cercano,
comunicativo, humano, escuchando a la gente, aprendiendo de la gente para ser
un buen mandatario, como debe ser, sin permitir que se le suba el poder a la
cabeza y se crea más igual que sus iguales, marcando así una diferencia con sus
antecesores.
Dije durante la
campaña electoral que me conformaba con un gobierno “decente”, que se respetara
y respetara a los electores, que cumpliera la Constitución y las Leyes, y las
hiciera cumplir a toda costa, creando un régimen de consecuencia para todos,
sin excepción. Dije además, que me sentiría pagado si la transparencia
estuviera presente en el manejo de los recursos del Estado, si la corrupción no
tuviera cabida, si los corruptos del pasado y los del presente eran castigados
ejemplarmente.
“El dinero
alcanza cuando no se lo roban”, ha dicho el presidente Abinader. Y es verdad,
ya lo estamos viendo. El país se está economizando cientos, miles de millones
de pesos que antes se llevaban los funcionarios en los bolsillos en complicidad
con determinados empresarios. Más de cien mil millones que se llevaba la
corrupción todos los años, serán invertidos en obras de bien social. Luís
Abinader no permitirá que se roben el dinero del pueblo. Quien lo intente en su
gobierno pagará caro su crimen. Así espero que sea durante todo su mandato.
La práctica hace
al maestro. Luís está aprendiendo como “ser presidente”, como muchos dirigentes
del PRM deben aprender como “ser funcionarios”. Cometerán errores, lo
corregirán en el camino, espero, dejando una impronta positiva en la mayoría de
los casos. (Nadie nace sabiendo)
Siete ejes o
acciones fundamentales, en áreas vitales, caracterizan estos cien días del
presidente Luís Abinader, a saber, Salud Pública, Obras Públicas, Economía, Educación,
Agricultura, Turismo y Justicia, incluyendo un octavo, la Seguridad Ciudadana;
un noveno, combate al narcotráfico y el crimen organizado, y un décimo, la
lucha contra la corrupción.
Las inversiones
en cada renglón hablan del cambio y del interés del presidente Abinader en
acudir en ayuda de la gente. La recuperación económica a partir del año próximo
será un realidad que comenzaremos a ver en el primer semestre; de igual manera
un mayor control del covid-19 para lo cual ya se compraron miles de vacunas.
Dos millones de dominicanos y dominicanas han sido incluidos en el Seguro
Nacional se Salud de manera gratuita. Los ministerios más importantes recibirán
un aumento sustancial en sus presupuestos. “Primero la gente”, decía el líder
José Francisco Peña Gómez. El ex presidente Hipólito Mejía decía: “gobernaré
para todos sin olvidarme de los míos. (No olvide a los suyos presidente
Abinader, que son el soporte político del gobierno)
Colocados en una
balanza, los cien días del presidente Luís Abinader, hay que decir, sin
mezquindad, que han sido altamente positivos para el país. (Espero que así sean
los 4 años. De ser así el país terminará dando un salto cualitativo enorme en
materia de desarrollo sostenido)
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