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miércoles, 15 de abril de 2020

¿La tormenta perfecta?: Epidemia Covid-19 + Elecciones 5 de Julio



Por Reynaldo Peguero

Si no hacemos lo que debemos hacer, crearemos una Tormenta Perfecta al combinar la epidemia de la enfermedad Covid 19 con las elecciones nacionales. Convocar a votar 7 millones 473 mil, 172 electores para el próximo 5 de julio en 4,321 recintos o locales electorales cerrados, es una acción de alto riesgo epidemiológico. Si deseamos preservar la democracia, con unas elecciones saludables entonces actuemos con las herramientas de la epidemiología inteligente.

Matemáticamente estos 7,473,172 electores del Padrón Electoral o los 5,231,220 de votantes efectivos esperados, procesados con la tasa de ataque o de incidencia promedio de los últimos 15 días que es igual a 11% promedio, generarían probablemente unos 575,000 electores con posibilidad de tener la presencia del virus de forma larvada y latente, pero con capacidad infectante.

Si la tasa de ataque se reduce alrededor de 5.5% diario fue la mitad de los infectados anteriores. Es decir 1 de cada 9 electores podría estar positivo. Si por su parte, fuéramos más conservadores y consideramos la tasa de morbilidad aportada por las pruebas ejecutadas por el Ministerio de Salud, los 3,286 positivos de hoy 14 de abril, proyectarían 1 caso cada 2,000 electores participantes. En ambos grupos de valores, unos extremos y el otro más conservadores, la situación es de alto cuidado.    

Las propuestas que comentaremos a continuación tienen como referencia el monitoreo diario de la epidemia que hace el Plan Estratégico de Santiago con los datos oficiales. También nos basamos en sesiones que vía la aplicación virtual Zoom, realizamos los miembros de la Liga Ciudadana. La Liga como tradicionalmente se conoce, es una entidad voluntaria con más de 50 años aportando propuestas a favor de la democracia. Espacio que ha sido visitado por casi todos los Presidentes dominicanos de las pasadas cinco décadas, incluyendo el presidente Danilo Medina que ha estado en tres ocasiones.  

La Junta Central Electoral (JCE) ha resolutado la convocatoria de elecciones extraordinarias de primera y segunda vuelta para principios y finales de julio. El problema político podría aparentar solucionado si y solo sí, el evento electoral no precipita un gran rebrote nacional con miles de nuevos enfermos y fallecidos con el subsecuente nuevo daño generalizado a la economía nacional. El asunto es más grave aún pues sólo la República Dominicana (Jul. 2020) y Estados Unidos de América (Nov. 2020), son las dos únicas naciones de América que en este año 2020, combinarían la pandemia de Covid-19 con procesos electorales nacionales. Chile tiene un referéndum constitucional que puede ser suspendible.

Entonces en la República Dominicana las medidas epidemiológicas y de salud pública tienen que ser ejecutadas como se debe. Si no hace lo que se tiene que hacerse, las elecciones no podrán ser realizadas en julio sin mitigar el alto riesgo epidemiológico que conllevan, y en tal virtud debemos tener un Plan B de carácter Constitucional para tomar las acciones políticas que impone la ley de leyes, con la condición de que un gran pacto nacional medie las acciones necesarias al respecto.  
Obsérvese que las cinco (5) provincias y grandes municipios impactados por la epidemia son exactamente los territorios de mayor concentración de electores. Es decir el Distrito Nacional, Duarte, La Vega, Santo Domingo y  Santiago. Territorios a los que se deben agregar a Puerto Plata, San Cristóbal y La Altagracia.  Santo Domingo tiene 531 recintos, el Distrito Nacional 268, Duarte 202, La Vega 213 y Santiago 449, más los recintos de otras provincias críticas tendríamos alrededor de 2,000 recintos.   

Se impone que la JCE consulte y coordine un Plan de Prevención Especial Electoral (PPEE) con el Ministerio de Salud Pública y la Comisión de Alto Nivel de Manejo de la Epidemia. Las acciones preventivas de rigor y las intervenciones de impacto que a criterio del grupo de epidemiólogos, salubristas y expertos en procesos electorales y salud, son recomendables y están probadas como efectivas. La consulta prudente a los organismos de Naciones Unidas como el PNUD, es fundamental.

Todas aquellas personas que tengan síntomas sospechosos del Covid-19 no debieran participar en las elecciones, a menos que no se creen condiciones especiales para que sus votos fueran ejercidos con seguridad.

Es nuestra consideración que las primeras acciones serían de competencia de la JCE y del Estado dominicano en su conjunto, garantizando que en los 4,169 recintos y especialmente en los más de 2,000 de éstos que son más críticos, se guarden las condiciones de aseo, higiene y desinfección de los diversos locales y de las vías de su entorno. La semana antes del proceso electoral todos los recintos electorales y su entorno viario deben ser intervenidos con un aseo especial de sustancias desinfectantes especiales de las que recomienda la Organización Panamericana de la Salud (OPS).  

Todos y cada de los recintos críticos deben tener condiciones de aseo personal, lavado de las manos y gel desinfectante para los votantes, el personal de la JCE, los presidentes, los secretarios y delegados. Recomendamos el control de la cantidad de delegados y promotores políticos con gafetes por cada colegio electoral.  Asimismo, debiera existir dentro de los mismos recintos, mecanismos de vigilancia epidemiológica especial de la temperatura que se consideren y midan el riesgo del votante, dándole condiciones de protección para depositar su voto.

Debe estratificarse la población votante. Sugerimos que los votantes de mayor riesgo como los adultos mayores de 65 años así como la población votante de las mujeres debieran ejercer su derecho al voto en la mañana. Los hombres y los jóvenes debieran ejercer el voto en la tarde. Esto así sin quitar el derecho algún votante que por una causa u otra no pueda ejercer el derecho al voto en el horario correspondiente.  

Otras acciones debieran ser asumidas por los partidos políticos participantes en coordinación con la JCE para dotar de mascarillas y guantes a todos los votantes. Igualmente, es de rigor el reforzamiento de las brigadas del sistema 9-1-1 y de los equipos técnicos de vigilancia epidemiológica. Un gran evento electoral implica un riesgo epidemiológico, asumámoslo entre todas y todos con inteligencia y valor.      

Reynaldo Peguero es, director del Plan estratégico Santiago 2030


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