Por Miguel Ángel Cid Cid
Estrangular el
sistema de salud parece ser el mecanismo destinado a eliminar a los pobres dominicanos.
Muerto el pobre, se acabó la pobreza.
Esa fue la
impresión al escuchar la presentación del informe de la investigación “Credibilidad Presupuestaria en República
Dominicana”, que exploró el caso del sector salud en el país. El evento se
llevó a cabo el pasado miércoles 27 del mes que termina hoy.
En esta columna
se publicó un artículotitulado “Hospitales
intervenidos, ¿a dónde van los pacientes?” (acento.com.do / en
espacinsular.org). El texto intenta describir el dramático paisaje hospitalario
dominicano en un centro de salud que, al mismo tiempo es intervenido para
remodelarlo. Al oír la presentación de los resultados de la investigación
llegué a creer que se estaba hablando del citado artículo.
En la
investigación, realizada por Laura Castillo y Katia Lambis de la Fundación
Solidaridad, como parte de una iniciativa de International Budget Partnership
(IBP) se formularon preguntas que, aún con todo el tesón y empeño que pusieron
las inteligentes investigadoras,no pudieron responder. Por ejemplo, es paradójico
que con tantas carencias en los servicios de salud, el presupuesto se ejecute con
un monto menor al asignado.
Una muestra de
lo anterior es que “en 2015, el presupuesto aprobado para servicios de salud
colectiva se incrementó de 2.4 a 3.2 mil millones de pesos, pero solo se gastaron
2.5 mil millones de pesos. Parece haber una subestimación deliberada del
presupuesto inicial para este programa”, afirmó Laura.
Si restamos 2.5
a 3.2 mil millones nos quedan 700 millones, ¿qué pasó con esos 700 millones de
pesos? ¿Dónde están? ¿Qué se hizo con ellos?
Hay otra
cuestión preocupante que se quedó en el aire. Cómo es que, según el informe, “los
representantes del Sistema Nacional de Salud se niegan a responder preguntas.
La situación, además de violatoria de la Ley 200-04 de Información Pública,
dificulta el proceso investigativo”.
La “Ley 340-06
“Sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones”
establece que un presupuesto no puede ser incrementado más de un 25% de su
valor original”. Sin embargo, el programa de remodelación de hospitales “fue presupuestado con un costo total de
RD$3,000 millones, y seis años después el costo de la intervención”
asciende “a RD10,000 millones”. Es
decir, más de tres veces el monto inicial.
El caso de la
intervención del Hospital José María Cabral & Báez no soporta un bisturí,
se inició con RD$22, 953,788 en el 2014 pero solo se invirtieron 4 millones. En
los dos años siguientes fue igual, se ejecutaron mucho menos de lo estipulado. La
relación presupuesto consignado con presupuesto ejecutado cambió a partir del
2017, en estos tres años se invirtió más de lo asignado. Ver tabla contigua.
Relaciónpresupuestoinicial con presupuestoejecutado
|
|||
Año
|
Presupuestoinicial (millones)
|
Presupuesto
Ejecutado (millones)
|
Diferencia
|
2014
|
22,953,788
|
4,000,000
|
-82.57%
|
2015
|
720,000,000
|
331,148,424
|
-54.01%
|
2016
|
450,000,000
|
448,549,125
|
-0.32%
|
2017
|
200,043,042
|
683,590,026
|
241.72%
|
2018
|
175,000,000
|
468,804,198
|
167.89%
|
2019
|
230,327,304
|
485,850,541
|
110.94%
|
¿A qué se debe
que en los años 2017, 2018 y 2019 se ejecute mucho más de lo estipulado
sabiendo que esto viola Ley 340-06?
Ya se dijo
arriba que, el proyecto de remodelación del Cabral & Báez se haría con
alguito más de 22 millones de pesos. En poco menos de 6 años el hospital lleva
invertido más de dos mil millones, para ser especifico son RD$2, 421, 942,314 y
contando.
El caso Cabral
& Báez lleva un derrotero tendente a superar los 3 mil millones presupuestados
en 2013 para los 56 hospitales a nivel nacional. Para lograr esta proeza solo
le faltan RD$578, 057,686 y en el 2020 hay elecciones municipales, congresuales
y presidenciales. ¡Calcule usted!
El informe de la
investigación describe un panorama desolar, que empuja a los pobre a morir
desangrados esperando atención médica en un hospital en construcción. En el año 2015 formulé varias preguntas en el
artículo “Hospitales intervenidos, ¿a
dónde van los pacientes?”, creo que ahora se aplican tanto como lo fue casi
5 años atrás.
"¿Algún
analista del tema salud o fuera de él se ha preguntado a dónde van los
pacientes cuando se reconstruye un hospital? ¿Qué pasa con ellos? ¿Cuáles son
las cualidades del ambiente del refugio donde son alojados? ¿Cuáles son las
condiciones de higiene? Lo dudo”.
La investigación
del IBP llama a mostrar interés por el presupuesto de la nación y también
intenta responder algunas de las interrogantes de antes.
Desde esté
humilde foro felicitamos a Laura Castillo y a Katia Lambis al tiempo que le
exhortamos a que no suelten el tema. El país se lo agradecerá.
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