Por Miguel Ángel Cid Cid
El Congreso
dominicano entró de lleno al siglo XXI. Las perspectivas pintan halagüeñas a
partir del 2020. Una pléyade de especialistas en todo serán diputados y
senadores.
Los
acontecimientos recientes en la arena político-electoral dominicana le niegan
dudar a los ciudadanos electores. Sin siquiera acercarse a la posibilidad de
tener leyes que se apliquen, República Dominicana tendrá un Congreso acorde con
el siglo XXI en el periodo 2020-2024.
¡Que nadie se
sorprenda! El país siempre se ha caracterizado por estar a la vanguardia,
dejando atrás el resto de naciones latinoamericanas y caribeñas.
Acaso es
fortuito que mientras China y Estados Unidos se peleaban por el 5G el Grupo
Telemicro le picó adelante. Juan Ramón disparó una línea entre dos e instaló el
5G aquí, primero que en Estados Unidos y China.
Se recuerda que
la Arena del Cibao fue promovida como el “escenario
más moderno de toda el área del Caribe. En este tabloncillo podrán celebrarse
grandes espectáculos a la altura del Madison Square Garden y otros espacios
famosos en el mundo”, afirmó Leonel Fernández en su discurso inaugural. Es
así que cada obra construida en el país está entre las más modernas y completas
en el área de Caribe.
Los partidos
políticos tampoco se quedan atrás, algunos son tan avanzados que hasta su
propio nombre es Moderno. Hasta Europa con sus países del primer mundo ha
invitado al Presidente Medina a hacer visitas sorpresas para ellos aprender de
las buenas prácticas.
Alejo Carpentier
iluminó el Siglo de las Luces. José Martí le dio brillo dorado-incandescente a
la Edad de Oro. Pablo Picasso atrapó la belleza y la barbarie en sus cubos de
geometría difusa. El otro Pablo, sí, Pablo Neruda se hizo Capitán para enamorar
el azul del mar, el mar se enamoró de Chile y Chile le negó el mar a Bolivia.
¡Oh Dios!
cuantas incoherencias estoy escribiendo, ¡perdón!, ¡perdón!, trataré de
enmendar el error.
Sucede que el
final de un siglo y el inicio de otro generan cambios tan violentos –mucho más si es un milenio-- que uno
queda atolondrado. Casi al llegar el primer cuarto de siglo del tercer milenio los
acontecimientos se vuelven misteriosos. Eso confunde al más ducho.
En consecuencias
los intelectuales y “pensadores” sociales continúan utilizando los mismos
esquemas metodológicos de hace 70 años para hacer sus análisis. Es por esto que
al tratar de explicar un fenómeno social, económico o político terminan
sembrando más confusión. De nada les vale ser juiciosos, siempre terminan
desperdiciando montones de sesos y los
hechos más simples les estrujan sus argumentos en el fango “sin enlodarse”. Es que lo obvio no puede
ser explicado bajo las estructuras antiguas. A continuación algunas muestras.
Todavía en años
recientes una candidatura para un puesto electivo se justificaba en función de
la carrera política del candidato. Hoy resulta imposible resaltar valores o un
ejercicio político dilatado. El buen candidato ahora es potable en razón de la
cantidad de seguidores que tenga en Instagram, Twitter o Facebook.
¿A caso hay
manera de entender esto sin pensar en el cómo convertir en votos los seguidores
virtuales?
Los sesudos
pensadores del pasado se abruman al intentar recrear un debate en el Congreso
protagonizado por los nuevos legisladores del 20-24. Para ellos, la sola
imaginación raya en la locura. Veamos:
Según las
fuentes del Congreso Roberto Salcedo sometió un proyecto de Ley que consagra el
“fuiquiti,fuiquiti,fuiquiti” como la
base teórica del nuevo orden parlamentario. El debate sentó un ejemplo para las
generaciones futuras.
“¡eso vale dos frías a precio de colmadón!”,
exclamó Alofoke y en seguida ordenó “Boli
vaya de un brinco a Villa-Con donde Correa”.Antes de terminar de decirle al
Boli para demostrar su poder Correa saltó “que
sean 5 y dígale que son mías, que me las
anote ahí”.
El Querido nunca
se queda atrás, ya avanza presto con su curul debajo del brazo, va a pisar la
segunda base y ahí lo espera Brenda muy presentadita. El Torito acorralado con
tanto morado oscurecido gritó enfurecido desde la Cámara Alta “Se murioooooooo, se muriooooooooooo”.
¡Carajo!, estoy
desvariando otra vez. Ustedes habrán de pensar que yo estoy loco. Bueno, quizás
tengan un chin de razón pero es una locura coherente, producto de las
convulsiones del nuevo siglo.
Además, por
primera vez son dominicanos los lideres universales de este siglo que bautizan
como --El Siglo de la Banalidad--
donde “To’eto y na’ena”. El nuevo
pensamiento político-filosófico se consagra en el postulado intelectual de los
congresistas “Aquiles Correa, El Boli,
Brenda Sánchez, El Querido, Alofoke y en el Senado Roberto Salcedo y El Torito”.
¡Qué Congreso!
Con todo y ello
se mantiene presente una minoría del pasado para que las generaciones “modernas” los utilicen como fuente de
estudio. Siguen vivos en el Congreso especímenes como José Ignacio Paliza,
Faride Raful, Julio Cesar Valentín, Demóstenes Martínez, entre otros.
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