Por Hanoi Sanchez
Como Alcaldesa electa por este Municipio, estoy en el deber de emitir mi
opinión al respecto del Proyecto Minero de la empresa GoldQuest, en El Romero,
Municipio San Juan de
la Maguana. Como hija de estas tierras y persona que siempre ha vivido en San
Juan, mi terruño adorado; pues sólo salí a estudiar a Santo Domingo y siempre
que era posible, venia de fin de semana a visitar mi familia y amigos.
Aquí me casé y he procreado mis hijos, cuando se va la luz, a mí se me va,
cuando se va el agua, a mí se me va, cuando el agua llega sucia a las casas, a
mi casa llega agua sucia. He decidido vivir aquí y estoy invirtiendo mi vida,
mi juventud y mis conocimientos a favor de esta tierra y de mis Sanjuaneros.
De igual manera, soy partidaria de siempre defender y promover la esencia
básica del ser humano, que es vivir en armonía con el medio ambiente y de
ningún modo agredirlo.
Toda mi vida he practicado el respeto al medio ambiente. En mi formación
profesional y en la ejecución de mis obras arquitectónicas, he promovido
siempre el cuidado y respeto al medio ambiente.
Nunca seré partidaria de apoyar un proyecto, de ninguna índole, que haga
más daño que bien, ni al medio ambiente ni a mi propio habitat.
Desde que asumimos la Alcaldía en el año 2006, hemos tenido especial interés y esmero en el manejo de los residuos sólidos y el desarrollo urbanístico de San Juan de la Maguana.
Desde que asumimos la Alcaldía en el año 2006, hemos tenido especial interés y esmero en el manejo de los residuos sólidos y el desarrollo urbanístico de San Juan de la Maguana.
Conocí de La Manicera y la época de oro de San Juan. Viví la terrible
oposición de los “Generales de la Producción” y fui testigo de cómo hicieron
“todo” para que la empresa productora de ajíes picantes, saliera de San Juan,
la cual, al igual que La Manicera con el maní, les financiaba el cultivo del Ajíes
a los productores y les garantizaba la venta en el mercado internacional, hubo
resistencia al cambio y poderosos habichueleros y tomateros no les importó que
el pequeño productor tenía una nueva luz en el camino. Tenemos que admitir que
aun teniendo un valle muy fértil, en términos de producción y comercialización
en los mercados, hemos sido poco exitosos.
He visto a mis agricultores endeudarse con préstamos a usura, he visto
arder un campo lleno de furgones con alta tecnología sólo porque una élite de
productores no se puso de acuerdo. He visto cómo la alegría del agricultor se
pierde cuando las importaciones los estrangulan (Muchas para unos pocos y unas
pocas para unos cuantos que venden silencio).
He visto cómo cada vez somos más pobres y hay menos habitantes en el
territorio. He subido a la cordillera a pie, a caballo y manejando. He
pernoctado por varios días junto a los campesinos de allí. Conozco sus
necesidades.
Siendo aún soltera, acogí una familia completa, de la comunidad de Los
Gajitos, ubicada en lo alto de la cordillera, cuyos niños jorobados por el frio
y el hambre recordaban cómo al dormir en el suelo, tenían que pararse y
hacerles caminito al agua cuando llovía.
Conozco la pobreza y la miseria que pasan día a día los hombres de la
montaña, mientras nosotros, residimos en el valle con inmensas llanuras sin
cultivar mientras ellos hacen malabares para hacer parir la tierra en la loma.
He visto muy de cerca los pinares arder. He llegado a contar hasta 25 incendios
simultáneos; triste escena desaparecida, porque ya no hay más que quemar.
Con mis manos he sembrado árboles en la montaña y en la orilla del lago de
la Presa de Sabaneta.
Aún continúo soñando con la carretera Cibao – Sur. Asumo que el no hacerla
obedece, no a asuntos “ecológicos” sino a “intereses económicos”, que aún
persisten en mantener separados el Norte con el Sur en esta media isla de
apenas 48, 000 kilómetros cuadrados.
Les confieso que también soñé que pudiéramos ser una provincia agrícola y
minera. Que pudiéramos dar un ejemplo de minería responsable, que trabajaríamos
el desarrollo humano y que desde sus inicios nos prepararíamos con la
participación de las fuerzas sociales y económicas de la Provincia y la Región
mediante la ejecución de un Plan de Desarrollo Sostenible, para crear riquezas,
medioambientalmente sustentables y bajo ninguna circunstancia en desmedro de la
vida, para que una vez concluido el proceso minero, continúe el progreso de la
zona.
Pido nos llenemos de Amor y Paz y que dejemos de decir todo tipo de
improperios contra quienes no van a la misma velocidad en cuanto a
planteamientos a favor o en contra de la minería en San Juan.
La Presa de Sabaneta languidece cada día ante nuestra mirada, es urgente
reforestar, de lo contrario, dentro de pocos años su utilidad será mínima para
el desarrollo de San Juan y sus zonas de influencia.
He dado desde niña lo mejor de mí para este pueblo, mi pueblo. El apoyo
reiterado de ustedes, la ciudadanía, me ha permitido desde la Alcaldía crear
con pequeñas intervenciones una marca ciudad. Trabajamos incansablemente por
ver a nuestra gente avanzar, porque tengan empleos de calidad. Soñamos con una
universidad con carreras como medicina, ingenierías y arquitectura, y que los
estudiantes de toda la zona puedan venir a estudiar a San Juan de La Maguana,
por resultarle más económico, por ofrecer San Juan de La Maguana más calidad de
vida y por ser una ciudad hermosa y segura; sueño con un gran Centro de Salud
Regional y con el rescate y puesta en valor de la plaza ceremonial Corral de
Los Indios.
Sueño con convertirnos en el granero del Caribe y por supuesto de la isla. Aspiro ver a San Juan siendo el gran centro económico y cultural de la isla, aprovechando la condición privilegiada de ser el centro.
Sueño con convertirnos en el granero del Caribe y por supuesto de la isla. Aspiro ver a San Juan siendo el gran centro económico y cultural de la isla, aprovechando la condición privilegiada de ser el centro.
Yo tampoco quiero que nos cambien oro por espejitos.
Confiamos en que el profundo amor del Presidente Danilo Medina por su
tierra y se pondrá de manifiesto al no tomar ninguna medida que perjudique a
San Juan.
Mis amados todos, yo les aseguro, que si ciertamente hay que elegir entre
agua y oro…elegiré siempre el agua y estaré cual guerrera, cual Anacaona junto a
ustedes.
Que el agua y la fertilidad de nuestras tierras, nos sirva para sembrar
riquezas, no miserias; yo no soy una alcaldesa solo de escritorios, me
considero también obrera, soy hija de agricultores y les confieso mi
preocupación, pero como mujer de Fe, confío en que no será en vano lo que está
pasando, que daremos pasos positivos, todos unidos por la misma causa, el
bienestar de nuestra gente. Dios ilumine a San Juan!....San Juan Tierra de
Dios!
La autora es arquitecta, municipalista y Alcaldesa de San
Juan de la Maguana
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