Por Paulino Antonio Reynoso (Toño)
El próximo 18 de
febrero el Partido Revolucionario Moderno (PRM) celebrará su primera Convención
para escoger los funcionarios que dirigirán sus destinos por cuatro años.
Una Convención es
uno de los desafíos más significativos de un partido político para demostrar su
grado de madurez y de transparencia y de cuán preparado está para gobernar
correctamente un determinado territorio.
El PRM tiene varios
meses preparando su Convención para elegir a quienes deben llevarle a la
Victoria electoral en el certamen de mayo del 2020.
El hecho de que la
mayoría de sus principales dirigentes provienen del partido más viejo del
sistema en la República Dominicana (el PRD) hace que esta convención no sea una
novedad para la mayoría de sus militantes. Pero se supone que estamos frente a
un Nuevo partido, con una visión nueva de la realidad y con un proyecto de
nación diferente al PRD.
Desde ya afloran
algunos hechos que causan preocupación en muchos dirigentes y militantes. Desde
el principio varios dirigentes y organismos expresaron su preocupación por el
gran influjo que ejercen las dos grandes Corrientes que hacen vida en el
partido. Conocemos en algunos países y partidos de Corrientes que se tragan el
partido y no le permiten crecer sanamente como debe ser.
Las Corrientes de
por sí no son malas ni son buenas. Eso depende de la inteligencia con que se
manejen. En todos los grupos sociales, no importa cuál sea el grupo, siempre
hay Corrientes. El problema aflora cuando estas Corrientes se ponen por encima
de las reglas establecidas y los estatutos del partido se usan como piezas de
museo y nada más.
La democracia es el
sistema que, para bien o para mal, hemos escogido. Como dice Giovanni Sartori,
la democracia es una palabra honorable, tan honorable que casi nadie la entiende.
Cada uno la entiende a su manera. Dejar que la gente hable, se exprese y
construya su propia historia a partir de reglas y condiciones concretas es lo
ideal, pero esa más que regla es una excepción.
Cuál es el hándicap
principal del PRM en esta coyuntura precisa? Siempre lo he dicho y lo reitero.
Las Corrientes (algunos les gusta llamarlas facciones) son su principal
amenaza. Algunos no lo quieren entender, pero esa es la verdad. Esa lucha de
intereses sin control es fatal en una organización política que intenta
ser decente.
Dos hechos expresan
eso
Primero, el lanzar
a la palestra pública dos candidatos fruto de un “acuerdo” de las Corrientes.
Uno a la Presidencia y otra a la Secretaría General respectivamente. Esto, sin
dudas, disparó las alarmas. El disgusto y la decepción se ha apoderado de los dirigentes
que tienen meses y hasta años haciendo sus nidos y preparando sus proyectos
para solicitarles a las bases del partido su apoyo.
Otro hecho. La
tendencia de Hipólito Mejía hizo correr en el exterior unas listas elaboradas
por una cúpula irresponsable y sin el mínimo respeto hacia los dirigentes y a
la base de esa facción. Llegaron tan lejos que pusieron a encabezar una
lista a una dirigente que incluso perdió todas las mesas electorales de su
Seccional.
Qué incidencia
tendrán estos hechos?
Si no se ponen los
remedios a tiempo, los efectos de estos pasos anti-democráticos los vamos a ver
muy pronto.
Sigamos auscultando
al PRM y ya lo verán.
El autor es escritor y ex-candidato presidencial
dominicano
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