POR ROLANDO ROBLES
Si lo hubiese dicho
Margarita Gautier, Fulana de tal o cualquier otra dama del barrio,
probablemente ni nos habríamos enterado. Pero lo dijo la Diva de los que hoy caminamos
el último tramo del sendero, aquella diosa en cuyo nombre probablemente, casi
todos nos inspiramos al abordarnosla lujuria. Esos momentos de gloriacuando
saboreamos en solitarioy a escondidas, el manjar que solo se sirve en el
“banquete de la vida”, como sentenciara una vez Karol Wojtyla.
Esos primeros y escasos segundos
de delirio y auto realización que por siempre nos acompañaron en la memoria,
están indisolublemente ligados a esa deidad que el mundo identificó como
Brigitte Bardot. Voluptuosa, espontánea, libre e irreverente para la época, de
poquísimo hablar y solo medio mirar. “Cuatro esposos, ocho maridos y cien
amantes”, talvez rece suepitafio terrenal, cuando decida volver al Olimpo.
Y desde luego, a esos mil
tres dichosos que lograron ser exaltados al templo de su dormitorio, se les suma
una miríada de baby boomers que tan solo querríamos verla en persona, aunque
estuviere formalmente vestida. Porque en traje de Eva, como ella es y será, ya la
tenemos encriptada en la imaginación.
Un prontuario impresionante,
y sin embargo, nadie duda que solo vivió por amor; por amor a la vida y a ella
misma. Disfrutó cada segundo del reloj y nunca se prostituyó, y precisamente
por esa impronta, es que su opinión pesa. Aunque duela y moleste a las mojigatas
feministas nuestras, la BB ha puesto el dedo en la llaga. Está denunciando lo
que todos sabemos, pero que pocos se atreven a confirmar. El llamado “acoso
sexual” es algo mas que una simple tropelía de los hombres malvados y abusadores,
contra las infelices y vulnerables mujeres.
En este entramado que es la correlación
hombre-mujer existente en el mundillo del espectáculo de ayer y de siempre, hay
un componente de cambalache humano non santo; entre una persona que tiene una posición
de poder, con otra que tiene interés en alcanzar algún objetivo particular. Esa
“posición de poder” puede ser material, espiritual, emocional o simplemente
carnal, y se usa indistintamente en uno u otro sentido, como las escaleras, que
lo mismo sirven para subir, que para bajar.
Igual, se pueden abrir las
puertas del éxito, de forma que se logre, dinero, fama, prestigio y hasta
prestancia, o “las piernas de par en par”, que a fin de cuentas ofrecenlo
apetecido, éxtasis y satisfacción. En fin, ese boleto de entrada a lo que ya
dijimos Juan Pablo II bautizó como “el banquete de la
vida”; pero que otros mas realistas o sacrílegos, le llaman: “canalizar la
lujuria” o “domesticar al animal que habita en el animal”.
Sostiene la Diva que: “Muchas
actrices ‘calientan’ a los productores para tener un papel y luego cuentan que
han sido objeto de abuso, para que se hable de ellas”. Esto no es una
confesión, puesto que ella nunca se vio en tal escenario; pero si es un
cuestionamiento a la gente del espectáculo; una denuncia directa de la hipocresía
y la simulación reinantes. Pero sobre todo, es una estocada al ya cuestionado
movimiento feminista.
El desparpajo al hablar, propio
del arribo del otoño, ha hecho de la Rubia Eterna un foco de subversión, en una
Francia que ya no es tan formal como lo fuera hace tres cuartos de siglo. Sus
proclamas contra el falso rescato cristiano, los homosexuales de uno y otro
redil, los creyentes del Islam, la clase política que abandonó los valores de
la France, o su entusiasta respaldo a la candidata de ultraderecha, Marine Le
Pen, nos demuestra que la BB mantiene el ímpetu de los años idos, cuando era la
dueña y señora del Universo.
Hoy, su lenguaje parece casi
de barricada, ayer se bastaba con la sonrisa. Y la pasión por los animales, muestra
que ya no ama tanto a los hombres, su juguete favorito; pero desde luego, todavía
no los odia. Ni tampoco luce que llegue a aborrecerlos, pues “a nadie le amarga
el dulce” y ella, aunque diabética, siempre podrá disfrutarlos. Incluso, después
de alcanzar la otra ribera del Aqueronte.
El problema es que
actualmente, por lo menos en República Dominicana y otros espacios similares, llamados
también países, los hombres ya no solo se rinden ante la apetecida hembra sino,
que la poseen y disponen hasta de su vida. En tales circunstancias, pareciera
como si las opiniones de la BB justificarano ayudaran a explicar los
feminicidios; y no es así.
Sobre ese particular, debe
establecerse que la ola de crímenes contra las mujeres, por el mero hecho de
ser mujeres, no obedece a las mismas razones que la Diva recrea con tanto
sarcasmo. En realidad, a ella no hubo hombre que deseara ni verla muerta, ni
mucho menos matarla. Lo que si se registra es un par de intentos de suicidios,
tanto de sus amantes como de ella misma, pero motivados en la depresión que
causan las relaciones interrumpidas.
El destape de la BB, tan
brusco y descarnado, solo es un llamado a la reflexión sobre esos negocios bizarros
y deshonestos, entre quien puede producir beneficios emocionales y contables,
por un lado, y alguien que está dispuesto a pagar el precio de la fama, aunque
sea en “especias”.
En ese intercambio, no hay
nada pecaminoso cuando es entre adultos de moral “liberal”. Y por supuesto que
tampoco hay el alegado acoso sexual contra la “démuni femme”. Mas bien es un trueque
entre corsarios, donde no se sabe con certeza, quién llevará la peor parte, si el
comprador o el vendedor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .