POR ELVI PAREDES
El reciente
atentado terrorista ocurrido en la Plaza Las Ramblas, de Barcelona, es un acto
vil, cobarde, criminal y sedicioso.
La perdida de
vidas humanas, sean españolas, francesas, suecas, finlandesa, rusas,
norteamericanas, palestinas, sirias o libias, no tiene precio.
Y es que el
terrorismo no tiene color, ni ideología ni bandera. Para el terrorista, cegado
por su fanatismo religioso o político, la vida humana no vale nada.
Los hechos
ocurridos en Las Ramblas, lugar histórico y populoso de Barcelona, donde hasta
el momento han fallecido 16 personas de varias nacionalidades, sembraron el
terror y el desconcierto en una zona donde tienen su presencia, el Museo Marítimo,
actores callejeros, normalmente llena de flores, cafés, restaurantes, música y
risas.
Pero Las Ramblas
o Les Rambles en catalán, es un lugar emblemático de Barcelona, ubicado entre
la plaza de Cataluña y el puerto antiguo, la Catedral de Barcelona, la Plaza de
San Jaime, los edificios de La Generalidad de Cataluña, el Ayuntamiento de
Barcelona, y los barrios Góticos de Raval y Born.
Las Ramblas y el Raval, nombres de origen árabe,
y en el caso de Las Ramblas, se traduce como arroyo seco, ya que por allí corría
un rio en el siglo XV. Son parte de la herencia árabe a su paso por esas
localidades.
A pesar de que
los árabes no construyeron edificaciones, a su paso por esa localidad, si
nombraron varios lugares, entre ellos Las Ramblas y el barrio Gótico del Raval.
Los 16 muertos y
más de 100 heridos, no podrán ahogar las ansias de paz que grita el mundo.
Pero la paz, no
es una palabra hueca y sin sentido. La paz es el respeto a la vida…pero a la
vida en todo lugar donde se encuentre, sin importar que sea en un país desarrollado,
subdesarrollado o atrasado.
El respeto a la
autodeterminación de los pueblos es vital para mantener la paz en el mundo. El
mundo debe unirse contra la violencia…de todo tipo.
La Rambla nunca
duerme, y allí también existen mercadillos instalados, así como pintores y
dibujantes. Todo esto en medio de edificios históricos, como el Palacio de la
Virreina, el mercado de La Boqueria y el reconocido teatro El Liceo, donde se
pueden presenciar Operas y Ballets.
Muy cerca de
allí, se encuentra La Plaza Real, lugar lleno de palmeras, y donde se reúnen
los fines de semana, coleccionistas de sellos y de monedas.
El paseo de La
Rambla, llega hasta la Plaza Portar de la Paz, donde está ubicada la célebre
estatua de Cristóbal Colon, recorriendo una amplia pasarela denominada Rambla
de Mar, que llega hasta el puerto de España, donde se encuentra el centro
comercial Maregmam.
Ciudadanos de
Alemania, Francia, Bélgica, y Australia, entre otras nacionalidades, fueron víctimas
del odio, de los resentimientos, del terror y el fanatismo.
Los sueños,
deseos, las promesas de amor o simplemente la aventura de hombres, mujeres y
niños, fueron rotos en mil pedazos.
Sin embargo, hoy
quiero recordar Las Ramblas, con su hermoso paisaje, sus flores, kioscos de periódicos,
museos y palacios, con sus niños y adultos montando bicicleta,…hoy quiero
recordar a Las Ramblas, no con un minuto de silencio, deseo seguir recordando
ese emblemático espacio español… para el mundo.
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