Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El dominicano
Miguel Feliz, de 28 años de edad y residente en West New York (Nueva Jersey), quien
sobrevivió milagrosamente a las llamas que lo envolvieron cuando su carro fue
chocado por un fugitivo y a una brutal paliza de una jauría de policías en
Jersey City, denunció que los agentes que lo golpearon, le rompieron las
costillas y lo esposaron aún estando en la ambulancia.
“Me puse contento, porque
creía que me iban a ayudar”, dijo Feliz en su primera aparición en un noticiero
de televisión, después de salir del hospital, donde estuvo semanas en coma con
quemaduras en un 30% en todo su cuerpo y tuvo que ser operado varias veces.
Mostrando los visibles
rastros de la candela que abrazó su cuerpo, durante el incidente, en el que
logró salir dando vueltas de su vehículo para salvarse, Feliz, sigue el proceso
de recuperación en su casa.
Cuatro policías de Jersey
City son investigados por el FBI en relación al caso, pero ninguno de ellos ha
sido acusado todavía, aunque el alcalde Steven Fulop y el director de Seguridad
Pública los suspendieron sin derecho a
sueldos, pero luego se retiró la sanción a sugerencia de la policía federal y
la fiscalía del condado Hudson.
Feliz dice que las
pesadillas lo persiguen todas las noches y que se despierta viendo candela y
como sintiendo que todavía lo están pateando.
El estrés postraumático
también lo hace presa.
El incidente fue registrado
el domingo 4 de junio en la carretera, escena del choque, cuando el dominicano
regresaba del trabajo a su casa.
Agradeció al hombre que
grabó el video haber dado a conocer la situación.
Él no tiene seguro de salud
y la familia abrió una colecta en la plataforma GoFundMe para pagar los gastos
médicos que se traducen en millares de dólares.
La colisión se produjo
cuando Leo Pikinston, huía de patrulleros policías que lo perseguían por una
violación de tránsito y le disparaban ráfagas en la ruta, hasta que se estrelló
contra un poste, dándole al vehículo que manejaba Feliz. Ambos carros se
prendieron en llamas.
“Estaba quemándome, sentía
mucho dolor, no me podía quitar el cinturón de seguridad, me quedé normalmente,
cerré los ojos y vi a mi familia, a mi hijo. Fue cuando logré desabrocharme el
cinturón, brinqué por la ventana del carro y pude salir”, relata Feliz.
Dijo que cuando vio que los
policías estaban llegando, se alegró porque pensó que lo iban ayudar, pero los
agentes le cayeron encima como los “pavos”, y le dieron golpes y patadas a
diestra y siniestra para luego arrastrarlo como una bolsa de basura hacia la ambulancia, donde le pusieron las esposas,
mientras él casi agonizaba, con la muerte muy cerca.
Dijo que se está recuperando
y que con el tiempo rebasará la situación y se restablecerá para volver a su
vida normal.
Feliz rechazó el alegato del
sindicato de policías de que los agentes que lo golpearon, estaban ayudándolo y dijo que no odia a Pinkins por
haber chocado su carro y originar el incidente.
PIE DE FOTO
NUEVA YORK._ Miguel Feliz,
relata que los policías le rompieron las costillas y lo esposaron en la
ambulancia. (Foto Univisión 41).
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