Por Miguel Ángel
Cid Cid
Las guerritas de
guerrillas, en el Partido de la Liberación Dominicana en la Hidalga de los
Caballeros, continúan tanto o más que en la pasada la campaña electoral. Igual
que ayer, el alcalde Abel Martínez, amenaza con dañar el guiso morado.
Recuerden, que en
las primarias del PLD, en el 2015, los enfrentamientos escenificados entre
abelistas y monchistas, dejaron un muerto y varios heridos. Ahora, con un
partido “bajiado” por el destape de la
cloaca nauseabunda de Petrobras – Lava-Jato – Odebrecht, el histrionismo
abelista continua como si nada pasara.
Ante tal
situación, las señales de la oposición nadie puede interpretarlas, la
comunicación es nula, es como si estuvieran viviendo en Venus. Si usted busca
un regidor de la ¿oposición? en Santiago, que se solidarice con una lucha
comunitaria, “se le secaran las canillas” de tanto andar. Todo indica, que en la
estrategia de crecimiento del PRM y el PRSC, hacia el 2020, las bases de la
sociedad significan poquita cosa.
En consecuencia,
la parsimonia de la oposición en la Ciudad Corazón empuja a Martínez Durán, a
enfrentarse a los dirigentes de su propio partido. Y, es que un “líder”
hiperactivo no puede sobrevivir sin un enemigo agresivo frente a él.
En efecto, el
Ayuntamiento de Santiago adeuda a CORAASAN 180 millones de pesos, el Ing.
Silvio Durán, director de la institución exige el pago del compromiso. De su
lado, el Lic. Abel Martínez Durán, alcalde de la ciudad, se niega a honrar la
deuda con la corporación estatal.
En tal sentido, según
Esteban Rosario, el pomposo alcalde inició una campaña para desacreditar la
gestión del Ing. Silvio Durán en CORAASAN. Con ella, Abel Martínez pretende
justificar su negativa a saldar deudas que por viejas no pierden su valides.
Presenciar los
enfrentamientos del actual alcalde de Santiago, con gente de su propia parcela
es algo normal. Recuérdese, que Abel emplazó
hace meses a la cúpula purpura a que “Los traidores deben ser sancionados por
el Comité Político, tienen que decidir entre ellos o yo”, exigió Martínez
Durán. Era evidente que se refería a Monchy Rodríguez y sus seguidores. En tal
sentido, la respuesta de Monchy no se hizo esperar, “Cada ladrón juzga por su
condición”, afirmo Rodríguez, aludiendo a Abel.
Hace poco, por
instrucciones de Martínez Durán, al Ayuntamiento del Distrito Municipal Los
Cocos de Jacagüa, se le negó depositar los desechos sólidos en el Vertedero de
Rafey. Según Esteban Rosario, ahora el alcalde santiaguero pretende trasladar
el Mercado de Pulgas a la Autopista Santiago-Navarrete, frente a los moteles Blue
Castle, en territorio Jacagüero.
Lo espinoso del
caso está, en que el señor William Ventura, director (alcalde) del DM es reacio
a que los vendedores informales se instalen en su territorio. En caso de
aceptar, William entiende que el cobro de los arbitrios le corresponde al
Ayuntamiento que él dirige. En cambio, Abel se resiste a que esos chelitos los
cobre otro que no sea él. Es claro, que el Niño Lindo quiere el santo y la
limosna también.
La Tercera Sala
Civil del Palacio de Justicia, en febrero de este año, ordenó la comparecencia
del alcalde Abel Martínez Durán. La disposición del tribunal, se produce a los
fines de ventilar una acción de demanda contra el alcalde por abuso de poder
frente a varias empresas publicitarias.
Es que en
definitiva, Abel Martínez no pega una. Con poco tiempo en el cargo, lo que
pareció un repunte para los leonelistas sobre los danilistas en Santiago, se
transforma aceleradamente en un trauma mayúsculo.
La muñequita de
cristal se rompió en mil pedazos desde el 2015, solo que es ahora cuando comienzan
a caer desperdigados los trocitos afilados.
Miguel Ángel Cid
Twitter:
@miguelcid1
4 mayo 2017
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