Por Raúl Pérez Peña (BACHO)
En la cúpula morada sienten pasión por la ostentación.
Gozan fascinados con exhibir fortunas de cuestionado origen. Exportan su tupé
con apartamentos lujosos en la Florida, Colorado y Madrid, entre otras
latitudes.
Su iniciativa “genial” fueron las Altas Cortes. Y
disponer el archivo de groseros expedientes de escándalos por corrupción. Su
burla ha llegado al grado de exclamar que quien quiera mantener vivos “los
nombres Odrebecht y Tucanazo, tendrá que buscar sus fotos y pegarlas en
las paredes de sus casas.”
La frecuente travesura de sacar temas de circulación,
cumple una orientación mediática de Joao Santana, el asesor brasileño, cuyos
relevos detrás de las cortinas de Palacio en ese quehacer andan en bajo perfil
porque saben la iniquidad que entraña.
A un contertulio de una peña semanal se ocurrió que no
estaría mal tomar la intención soterrada del oficialismo con las fotos de los
objetos que son “cuerpos del benito” y reproducirlas por miles, para que se
masifique la orientación de un nunca jamás a los trucos de contratos
sobrevaluados con el 150% de peaje.
Miles de fotos para no olvidar tampoco las artimañas de
los ejecutores, conocidos y por conocerse, de las sucesivas marañas articuladas
para sacar tajadas lucrativas.
Asumir iniciativas creadoras que marquen para la historia
rastros de inmoralidades puede superar con creces el relajo de osadas
manipulaciones de funcionarios que ya saturan con sus mentiras o burlas cotidianas.
Con miles de fotos jamás se olvidará la responsabilidad
individual ni las colectivas.
Sabemos que el enriquecimiento al vapor cursa una segunda
generación, o el relevo de marchantes como los de la OTAN morada, cuyas
aventuras en lo mal hecho son de “brinco y espanto”, como diría el paliquero
Máx Álvarez, orgullo de La Vega y de crónica deportiva.
Cursamos enero de un 2017 con múltiples interrogantes en
el trayecto oficialista y en el de una oposición inofensiva que se debate entre
bandazos y cruce de brazos.
Al movimiento social urge reorientaciones que lo depuren
del parasitismo y del “avivatismo”.
Año nuevo, pilas nuevas.
No hay PLD que dure 100 años ni pueblo que lo resista.
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