Por Domingo Matías
El año 2016, para el sistema
municipal dominicana, concluye dejando huellas políticas e institucionales de
vulneración e infracción de la democracia local y del desplazamiento formal de
una de las estructuras políticas históricas, fruto de su confrontación interna:
el PRD. El 2016, año de cambios en la correlación de fuerzas a nivel nacional,
provincial y municipal. Un año con pocas novedades en transparencia y en
reforma de la Administración Local. El SISMAP Municipal agregó valor a la
transparencia. Se reitera o sostiene el nivel de centralización del Estado, y
se profundiza la pobreza financiera de los ayuntamientos y juntas de distritos
municipales. Durante el 2016, el gremialismo municipal operó con bajo perfil en
relación a su incidencia en la agenda descentralizadora y en su relación con la
sociedad. Un año que deja endeudamiento exacerbado o de agravamiento de las
finanzas municipales.
Democracia municipal baja en el
nivel de calidad
Durante el año 2016, una pandemia antidemocrática
recorrió y carcomió todo el sistema de partidos dominicanos. No importó la
posición ideológica, los intereses que envuelven, las diferencias discursivas,
si eran oficialistas u opositores; porque casi todos fueron afectados por la
fiebre antidemocrática. La mayoría de las candidaturas fueron designadas por
atributos ajenos a la democracia. La influencia de los líderes nacionales, la
capacidad económica para financiar la campaña y las encuestas sustituyeron las
competencias en función de atributos éticos, formación política y oferta
electoral. La democracia
perdió en calidad.Una proporción, en extremo alto de candidatos
provinciales y municipales señalados y electos, no tenían compromisos de
dirección en los partidos, ni vínculos sociales. Por su lado, todos los
candidatos a alcaldes y regidores del PRD fueron productos de las negociaciones
entre las élites de ese partido y las del PLD. También, muchas candidaturas del
PRM se decidieron por afinidad con los dos grupos que luchan por el control
político: Abinader e Hipólito. Las candidaturas del litoral progresista y de
izquierda se decidieron desde la capital dominicana, sin agotar procedimientos
democráticos.
El acuerdo PRM-PRSC dejó el beneficio del reconocimiento
del alto financiamiento electoral al partido balaguerista. También, el acuerdo
el PLD-PRD tuvo consecuencia en la sobrevivencia presupuestaria del histórico
partido del ''jacho prendío''.Los acuerdos devinieron en una pandemia de la
antidemocracia que provocó la exclusión de la participación de las bases de los
partidos en los proceso de discusión de las negociaciones. La aspiración
para dirigir el Poder Ejecutivo, ganar la presidencia, sacrificó desmedidamente
las aspiraciones locales.
PLD preserva hegemonía, emerge el
PRM y baja legitimidad del PRD
Aunque el PLD fue el partidocon menor porcentaje de
alcaldes reelectos, con 22.78%, obtuvo 79 alcaldías, representando el 50% de
los 158 municipios dominicanos. Por su lado, el PLD obtuvo 302 regidores. Las
cifras muestran que el PLD preservó su hegemonía en el control de la mayoría de
las alcaldías y de representación en los Concejo de Regidores. El PRM emergió
como la segunda fuerza, desplazando al PRD. El PRM obtuvo 31 alcaldías, lo cual
representa el 19.62%, y un total de 266 regidores. El PRD logro ganar 30
alcaldías (18.99%) y 217 regidores. De los partidos tradicionales, el que más
bajo porcentaje de alcaldías alcanzó fue el PRSC, con 13 (8.23%). Este partido,
el PRSC, logró ganar un total de 173 curules para regidores. El PRD por
esfuerzo propio, según el boletín 14 de la Junta Central Electoral, sólo obtuvo
una proporción superior de votos, en relación al PLD, en el municipio de
Consuelo. En el resto de municipios ganados tuvo un bajo desempeño en la
captación de votos propios. Quiere decir, llegan a una posición electiva con
baja legitimidad municipal.
El BIS y la UDC obtuvieron 1 alcaldía, cada uno. La
novedad del resultado electoral fue la victoria alcanzada por la APD y el
Movimiento Independiente de Puñal, con 1 alcalde, respectivamente. El Frente
Amplio obtuvo una alcaldía sin alianza; no obstante, el alcalde electo optó por
el transfuguismo, abandonando y yéndose al PRD. Una lección para el Frente
Amplio, que incorporó a su boleta un actor político sin la necesaria solidez
ideológica y ética política. Este es el riesgo de reclutar tránsfuga. Por su
lado, Alianza País, obtuvo ganancia de 1 distrito municipal. Este último
mapa electoral expresa que por primera vez en la historia electoral dominicana
se produce un fenómeno, aunque todavía pequeño, de emersión de fuerzas
municipales con independencia y diferencia de los partidos con tradición en el
control de los poderes públicos.
Finalmente, las alianzas, pactos, negociaciones que
operaron como repartos y las encuestas para elegir candidatos, también,
devinieron en la presentación de candidaturas a regidores en cada boleta
electoral que no permitiría hegemonía partidaria. El desenlace en el tiempo
surtirá efectos, más negativos que positivos, en la gobernabilidad de los
Concejos de Regidores, como consecuencia de los comportamientos históricos de
los integrantes de los órganos legislativos a nivel municipal; caracterizado
por un ejercicio legislativo de espalda a la población y a sus propios
partidos.
Escenarios con resultados
electorales heterogéneos
El desenlace electoral del año 2016 es una manifestación
de que lo local no se superpone o está completamente hegemonizado por las
decisiones nacionales. Danilo Medina, candidato del PLD, ganó las elecciones
con el 62% de los votos. Pero ese resultado fue muy diferente, desigual y muy
heterogéneo en una parte importante de municipios donde perdió el PLD. El caso
más emblemático fue el Distrito Nacional, capital dominicana, donde el
candidato del PRM obtuvo el 57%, desplazando del poder municipal al PLD que
tenía 14 años dominando esa plaza. En esta tendencia se montó el voto en San
Francisco y La Vega, en cuyos municipios el PRM y aliados obtuvieron 55%
y 61% de la simpatía. Una alianza opositora en Santo Domingo Este, uno de
los municipios más importante demográfica y económicamente del país, pudo
desplazar al candidato del PLD, el cual obtuvo el 44% de simpatías.
Gremialismo municipal
neutralizada su incidencia política
La coyuntura electoral, las elecciones internas y la
ausencia de contrapesos políticos y sociales se constituyeron en factores del
entorno institucional para limitar el desarrollo de la agenda de las
instituciones gremialistas como FEDOMU, FEDODIM, ASODORE y UNMUNDO. Durante los
12 meses del año 2016 hubo muy poca novedad en la incidencia política de estas
instituciones, aun teniendo y existiendo una agenda pendiente de
fortalecimiento de la institucionalidad municipal y de reforma del marco
jurídico; expresado, esto último, en la necesidad de jugar un papel más
beligerante en los debates de la ley de Ordenamiento Territorial y Uso de
Suelo, y en la legislación referida a tránsito, transporte y movilidad urbana,
y en alianza con la sociedad civil. Ambos instrumentos legales calificados como
estratégico para el porvenir de los gobiernos locales, pero con algunos
contenidos que amenazan su autonomía.
El PLD, partido que domina los tres poderes legalizados
por el voto popular, no tuvo contrapeso de calidad en las instituciones
gremiales. El PRM, principal fuerza de oposición, jugó y juega el papel de
commodity a la hegemonía política del PLD-PRD. El resultado de la fortaleza de
FEDOMU, y de las otras entidades del asociativismo, está determinada por los
logros en el fortalecimiento de la autonomía financiera, económica,
administrativa y política; y por su propia democratización. Le hace bien a
FEDOMU, FEDODIM, ASODORE y UNMUNDO disponer de contrapesos políticos en su
interior y complementariamente disponer de un control social que observe su
desempeño institucional en juicios de valores sobre su eficiencia, eficacia,
ética y transparencia.
FEDOMU y las demás gremiales disponen de tácticas y
estrategias para cumplir su papel, las cuales tienen que complementarse con
voluntad, decisión y capacidad política, para poder conquistar parte de la
demandada autonomía y descentralización de la función pública. En contrario
perderían mucha legitimidad.
La Regla de Oro perdió espacio
En agosto 2016 se intentó reeditar el Pacto por la
Gobernabilidad y la Democracia, que le llaman Regla de Oro. Esta denominada
regla perdió vigencia y espacios; porque el liderazgo local, fundamentalmente
opositor y de parte del litoral oficialista, decidieron tomar el camino de la
autonomía en las decisiones de sus municipios. En el pasado la Regla de Oro
produjo un conjunto de rupturas a la institucionalidad municipal, las cuales
contravenían principios de autonomía política, de descentralización,
concertación local, representación, independencia de los órganos del
gobierno local y de inclusión democrática de las minorías.
SISMAP Municipal agrega valor a
la transparencia
El Sistema de Monitoreo a la Administración Municipal
(SISMAP Municipal) agregó valor a la transparencia de los ayuntamientos
dominicanos. Con este Sistema se le da seguimiento a 50 ayuntamientos en su
cumplimiento de varios marcos jurídicos mandatorios de la transparencia, la
participación, la planificación y la rendición de cuentas. El año 2016 cierra
con 5 ayuntamientos con valor en el ranking de cumplimiento entre 90%-95%; 7
ayuntamientos con valor comprendido entre 80%-89.96%; 12 ayuntamientos con
valor dentro del rango de 70.92%-79.17%. Con menor desempeño se registra en el
portal un total de 26 ayuntamientos, más del 50%, con valores comprendidos
entre 18.21%-69.69%.
El monitoreo realizado por instituciones de la
Administración Pública y de los órganos de control no ha sido complementado por
parte de las organizaciones de la sociedad civil, estas, aún teniendo
oportunidad de jugar un papel de monitoreo social en los territorios, porque el
SISMAP brinda de modo abierto todas las evidencias o documentaciones. Es
imperativo crear una base de legitimidad social que acompañe la calificación de
la legalidad por las entidades públicas y de los incentivos económicos a los
que mejores desempeños tuvieren. Ayuntamiento-monitoreo público-participación
social es un continuun que permite dar valor a lo público de modo transparente
e inclusivo.
Cámara de Cuentas desnuda déficit
en transparencia
En el 2016, en el reporte que hizo la Cámara de Cuentas
al Congreso Nacional se reveló que durante el ejercicio fiscal 2015, el 38.05%
de entidades municipales no entregaron ejecución mensual, el 39.28% que no
entregaron informes trimestrales y el 13.18% que no entregaron presupuestos. En
el reporte de informes trimestrales recibidos por región, los mayores índices
de entrega correspondieron a Yuma con un 73.68%, Enriquillo con el 73.08% y
Ozama o Metropolitana con el 70.31% del total a recibir. Las de menor
porcentaje fueron El Valle con 49.32%, Cibao Nordeste 52.56% y Valdesia con el
56.44%. Estas cifras colocan a gran parte de los componentes del sistema
municipal en estado de desacato a Ley de Cámara de Cuentas.
En los balances de años anteriores se ha advertido sobre
el estado de anomia en que operan los gobiernos locales y la falta de régimen
de consecuencia. La reiteración es un indicador de que los órganos de control
cohabitan con los déficit institucionales que corroen el funcionamiento
adecuado de las entidades que gobiernan en los territorios dominicanos.
Ley de Declaración Jurada de
Patrimonios irrespetada
La Ley 311-14 sobre Declaración Jurada de Patrimonio
instituye el deber u obligatoriedad de una conjunto de funcionarios públicos
designados y electos de realizar bajo acta notarial su declaración de bienes
patrimoniales. Esto incluye a alcaldes, regidores y personal con alta
responsabilidad en los gobiernos locales. La declaración debe hacerse en los
treinta (30) días siguientes a su toma de posesión, lo mismo deben hacer las
autoridades salientes. Con no hacerlo u omitir información se incurriría en
falta grave o de tercer grado, y su posterior destitución. Todavía el 8
diciembre 34, el 22%, de los alcaldes se mantenía irrespetando la Ley sobre
Declaración Jurada de Patrimonio, y ninguno recibió sanción, ni por los mecanismos
judiciales ni por los propios partidos a los que pertenecen. Por su lado, se
desconocen los datos de las cantidades de directores, vocales, regidores y
funcionarios municipales que no lo han hecho. El porcentaje de alcaldes que no
lo hicieron es un indicador para sustentar apriorísticamente de que iguales o
superiores porcentajes de las otras autoridades municipales y de juntas de
distritos no lo han hecho. Es importante destacar que una porción de los
funcionarios de la Administración Pública Central han sido obligados a cumplir
la Ley, muchos no lo hicieron y no hubo consecuencias, como tampoco para las
autoridades locales.
Continúa la desigualdad de género
en el poder político municipal
Los resultados electorales en el nivel municipal
manifiestan la continuidad de un alto desequilibrio en el control del poder
político entre hombres y mujeres. Las mujeres avanzaron muy poco en las pasadas
elecciones del 15 de mayo 2016. Hay registro de nuevas alcaldesas. También, hay
datos de ganancias de nuevas plazas. De las 12 alcaldesas del período
2010-2016, únicamente 5 pudieron retener el poder: San Juan de la Maguana,
Sabana de la Mar, Sosúa, Sabana Grande de Boyá e Higüey.
Para el próximo período de Gobierno Local 2016-2020,
vuelve de nuevo el porcentaje de plazas a subir, aunque con un porcentaje que
se puede considerar bajo, pírrico. Parte de los causales de este bajo nivel de
participación política son los equilibrios de género en la dirección política
de los gobiernos locales y los métodos de elección, entre otros aspectos que
sustenta la brecha de género. En las pasadas elecciones un total de 19
municipios, de 158, fueron ganados por mujeres: Bánica, Cayetano Germosén,
Estebanía, Guaymate, Peralta, Polo, Restauración, Sabana de la Mar, Salcedo,
San Juan de La Maguana, Sosúa, Tenares, Yaguate, Higüey, Sabana Grande de Boya,
Matanzas, Cotuí, Esperanza y Guerra. Esto representa el 12%, qué es casi
similar al alcanzado para el período que concluyó (2010-2016), que fue de
11.26%.
En el 2016, una tendencia perversa se ha posado en
algunos municipios donde algunas mujeres regidoras, por voluntad propia u
obligadas, han renunciados a su cargo para darle pasos a sus suplentes, que son
hombres. Una tendencia antiética, desinstitucionalizante y consecuente con la
miseria humana con que operan algunos liderazgos locales.
Este mapa del poder político expresa un alto nivel de
desequilibrio. El cual podría estar determinado, como problema estructural, con
las ventajas sociales, políticas y económicas de los hombres frente a las
mujeres. El poder político es la expresión de quien más poder social y
económico tiene. Más mujeres pobres, analfabetas, con más maltratos físicos y
sicológicos, con menos posibilidad de empleos y con menos cargos directivos que
los hombres, se convierten en los principales obstáculos para el equilibrio en
la dirección de los poderes públicos. Según la OIT, el 70% de los pobres del
mundo está constituido por mujeres.
Ni el 33% de la cuota per
se ni la descentralización
política han conducido necesariamente a la ampliación de oportunidades
para las mujeres. Si la cultura política limita la ampliación de oportunidades
a las mujeres, también la mayoría de las que tienen o han tenido poder político
se identifican muy poco con la perspectiva de género. Esto es demostrable en
las pocas evidencias del alcance de las buenas prácticas de equidad de género
en el ejercicio de poder por parte de alcaldesas y regidoras. Pero, el dado no
sólo se le puede cargar a las mujeres, porque tampoco los hombres que ocupan
alcaldías aplican con grado de sistematicidad y estratégica las políticas de
género.
Centralización del gasto público
En el informe del Banco Mundial, 2016, se indica que la
inversión pública está muy centralizada, con un 75 por ciento de la inversión
en el período 2012-2015 concentrada en nueve provincias que representan el 54
por ciento de la población del país. Por otro lado, para el 2017, el gasto
continuará centralizado en el Distrito Nacional y la provincia de Santo
Domingo, en las cuales se concentrará casi el 70% de la inversión pública,
teniendo ambas un porcentaje de población estimada en 35%. Pero un gasto
administrado exclusivamente por la Administración Central y sin participación
de los gobiernos locales.
Centralización sin transferencia de poder financiero
desde el nivel superior del Estado hacia los niveles locales y concentración
del presupuesto en los grandes centros urbanos constituyen las más malas de las
políticas de promoción de la equidad territorial y social. Los municipios
dominicanos recibieron en el 2016 una transferencia que ronda el 3.50% de los
ingresos internos de la Nación dominicana, porcentaje muy similar a lo recibido
en el año 1998. También la transferencia limitada al criterio poblacional
produce una recentralización por parte de los gobiernos locales que concentran
la mayor población, lo cual impacta desfavorablemente la equidad entre los
municipios grandes y los periféricos o alejados de los grandes centros urbanos.
Con una estructura del gasto público caracterizado por el
pago del servicio de deuda pública y el gasto corriente con dosis de
improductividad se hizo y se hará imposible cumplir con la transferencia del
10% del presupuesto público a los gobiernos locales. No obstante existen
opciones para mejorar las empobrecidas finanzas locales como son la
transferencia de impuestos de vocación municipal que controla el Gobierno
Central, desarrollando fondos de cohesión territorial mediante modalidades de
coordinación e incentivando la mejora de la recaudación propia, de modo que se
baje la pereza fiscal de las alcaldías.
Irresponsabilidad política con
las deudas municipales
La mayoría de alcaldes y directores de juntas municipales
que fueron juramentados para el período 2016-2020 recibieron las
administraciones locales con altísimo porcentaje de deudas, muchas legales y
otras ilegales, porque no tenían soportes. Un equivalente en deuda por más del
30% de los que reciben todos los cabildos del país es el porcentaje del déficit
o débito que han dejado los alcaldes del Distrito Nacional (2,000 M), Santiago
(1,500 M), Santo Domingo Este (900 M), Santo Domingo Norte (700 M), La Romana
(400 M) y La Vega (300 M). Los seis gobiernos locales acumulan una deuda
ascendente a 5,900 millones de pesos. El control y la responsabilidad de
endeudamiento tiene muchos responsables, además de los alcaldes. Los órganos de
control interno y externo del Estado, como son Cámara de Cuentas y Contraloría
tienen responsabilidades y pueden alertar sobre el endeudamiento cuando se
remiten los informes financieros. Los contralores municipales dependientes
directos de los Concejos de Regidores tienen responsabilidad en informar y
visar los documentos de las deudas, y, por su lado, los regidores en aprobar o
no los créditos como parte del presupuesto municipal. Por su parte, los
partidos políticos, ganadores y derrotados en las alcaldías, no emitieron
ninguna opinión sobre el endeudamiento irresponsable, que a la larga lo que
hace es bajar la posibilidad de inversión en bienestar de la población y la
necesaria legitimidad del ejercicio de la función pública local. El modelo de
endeudamiento nacional no puede ser el paradigma para el endeudamiento
municipal
Sociedad Civil avanzando con
necesidad de sostenibilidad
Las estructuras con carácter o propósito social han
crecido en número en los municipios dominicanos. Unas que demandan
transparencia, participación, democracia y equidad de género, como estrategia
de institucionalización; otras que demandan obras de infraestructuras físicas y
servicios para obtener bienestar social. Las dos dimensiones no han podido
articularse. La primera con alto predominio o control de la clase media y de
ONGs. La segunda con clase media y sectores populares insertados en barrios y
urbanizaciones, y con menores niveles de coordinación. En la coyuntura
electoral del año 2016 el proyecto Ciudadanía Activa, dentro de la primera
dimensión, fue el que más incidencia tuvo en algunos municipios. Este proyecto
gestionado a través de un consorcio de organizaciones de la sociedad civil
aportó en la coyuntura electoral, hasta donde pudo, al debate en los municipios
sobre los temas de transparencia y participación social. La sociedad civil
organizada y que tiene apuestas a estrategias de fortalecimiento institucional
sigue teniendo desafíos, no alcanzados hasta ahora, de un mayor posicionamiento
en la opinión pública, incidencia sistemática para la movilización social en la
perspectiva de aportar de modo concreto al cambio de los déficit de la cultura
política, la necesaria transcendencia de la visión proyectista, que algunos
miran como fin y no como medio. Es desafío, para su sostenibilidad, el impulso
de la Red Nacional por la Transparencia Municipal, creada en este año 2016. Que
esta Red sea la diferencia de aquellas redes, consorcios, articulaciones y
foros que sucumbieron en el pasado ante el vacío de un liderazgo activo y
responsable. Más movimiento social, más demandas de bienestar y más
politización de la acción son esferas para el éxito y la sostenibilidad.
COPREM con aportes instrumentales
La Comisión Presidencial para la Reforma Municipal
(COPREM) aportó instrumentos que deberán traducirse concretamente en políticas,
cuyas responsabilidades recaen en sus estructuras. Instrumentos claves fueron
los estándares de calidad para un grupo de servicios públicos municipales
(cementerios, servicios fúnebres, construcción de calles y aceras, iluminación,
recolección y transporte de residuos sólidos; marco legal para la reforma de la
Liga Municipal Dominicana; seguimiento a la mejora del SISMAP Municipal; diseño
del anteproyecto de Ley de Administración Local y el Régimen Territorial; y la
puesta en marcha de las mesas de servicios públicos, transparencia y
participación, y legalidad. Está por delante, que es lo estratégico, que las
entidades públicas aterricen los instrumentos convirtiéndolo en planes,
programas y proyectos; y asegurar, que es deuda pendiente, que organizaciones
de la sociedad civil sean incorporadas a la dinámica de reforma y modernización
que impulsa la COPREM, desde las mesas sectoriales y en las territoriales.
Año 2017: Lo que debería venir
· A principio del 2017, la
prioridad en el debate y la decisión política estarán concentrada en la
elección del secretario general de la Liga Municipal Dominicana. Existe un
hartazgo, muy viejo, en la sociedad dominicana en relación al modelo
institucional imperante desde hace varias décadas. Históricamente ningún
partido político ni ningún líder, aspirante, ligado a asuntos municipales ha
servido opinión sobre la reforma de la estructura institucional; la
reorientación del gasto, el cual es muy superfluo en diferentes clasificadores
presupuestario; su descentralización territorial; y el modelo de elección
para la toma decisiones políticas y administrativas, el cual resulta muy
costoso. El desempeño del Instituto de Capacitación Municipal (ICAM),
estructura muy estratégica para el desarrollo local podría agregar valor, pero
esto está en dependencia de superar los exiguos presupuestos concertados. El
sistema de partido debe importarle la Liga más allá de la negociación para
reparto de cargos. La sociedad civil y la que no es organizada deberá asumir
responsabilidad de observar la inversión de más de 850 millones de pesos, que
lo aportan los ciudadanos y ciudadanas.
· El año
2017 será un año en el cual se podría disponerse de dos marcos jurídicos
estratégicos para el desarrollo territorial, la gobernabilidad y la
coordinación entre los dos niveles de gobiernos: Nacional y Local. Dos leyes
deberán ser aprobadas:Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo en el piso, y
Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de la República
Dominicana. Ambos proyectos requieren opiniones, o reiterarlas, en torno a que
se preserve la autonomía administrativa y política de los Gobiernos
Municipales, como tendencia mundial. El proyecto de Ley de Regiones Únicas
debería incorporarse al proyecto de Ley sobre Ordenamiento Territorial y Uso de
Suelo.
· El año
2017 será un año de consultas, discusiones, análisis y reflexiones sobre el
anteproyecto de Ley de Administración Local y el Régimen Territorial.
Legislación, ésta, necesaria para modificar en gran medida la Ley 176-07 del
Distrito Nacional y de los Municipios. Una gran oportunidad para reparar fallas
de esta legislación y hacer ajustes para adecuarla a las nuevas legislaciones
existentes, después de su promulgación. Una gran oportunidad para la COPREM
poner a funcionar las Mesas Territoriales con actores de la sociedad civil y de
las instituciones públicas que operan en los municipios. Una gran oportunidad
para articular a todo el tejido político y social que opera en relación a la
modernización y reforma de los municipios dominicanos.
· El año
2017 sería un buen año para que la oferta electoral del actual Gobierno
comience a concretizarse en temas de fortalecimiento del sistema municipal.
Aterrizar la reforma a la Liga Municipal Dominicana, ampliar el número de
municipios y distritos municipales como participantes o beneficiarios del
SISMAP Municipal, poner en funcionamiento el Fondo de Infraestructuras y de
Cohesión Territorial, fortalecimiento de las capacidades de
planificación, disminución de la brecha digital en los municipios, apoyo a las
capacidades financieras de los ayuntamientos, etc.
· El año
2017, primero de ejercicio presupuestario de las nuevas autoridades
municipales, ideal para poner en marcha Observatorios Ciudadanos de la gestión
municipal. Poner el ojo en la transparencia, la rendición de cuentas, la participación
democrática y la prestación de servicios de calidad. Año 2017 para el
empoderamiento ciudadana en el ámbito de la Justicia, para judicializar casos
de corrupción privada y pública; apoyar legalmente al liderazgo social local o
comunitario con menores capacidades de incidencia en las decisiones
Contenciosas y Administrativas, por violaciones a normativas urbanísticas y de
los derechos ciudadanos al libre acceso a información y a la protección al
medio ambiente.
· Con
voluntad y decisión política, las autoridades municipales podrían impulsar en
el año 2017 la estrategia de Inspección Urbana Ciudadana, aprobando un
reglamento o normativa que permita que la ciudadanía inspeccione en los
territorios las principales infracciones que se comenten contra las normas
municipales. Esta norma, de fuerte empoderamiento ciudadano, aportaría a la
eficiencia, eficacia y transparencia de la gestión de los ayuntamientos; los
cuales no disponen de las capacidades operativas, y otros casos de voluntad
política, para controlar cotidianamente las infracciones.
La calidad de lo que debería venir está en dependencia de
los compromisos sociales y políticos para aportar valor a lo público. Valor
manifestado en colocar al individuo como sujeto y objeto del desarrollo humano.
Valor en los valores de honestidad, de la ética, de la transparencia, de la
democracia de inclusión social, de la autonomía e independencia de la autoridad
pública municipal. Valores necesarios para fortalecer el Estado Social,
Democrático y Derecho, muchos ausentes en el ejercicio político en República
Dominicana.
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