Por Miguel Ángel
Cid Cid
Sin duda, el
2016 ha sido un año de altos privilegios para el pueblo dominicano. Imaginen,
que en la primera mitad quedó consolidado el Presidente Danilo Medina Sánchez,
como el benefactor de la patria. Reelegir a Medina, es un acto magnánimo y
grandilocuente, nadie pone en entredicho su capacidad técnica y menos, su
calidad moral. En estos 12 meses tenemos ejemplos sobrados.
El comercio
quiere guisar en la miseria, y asegura que “no hay navidad sin un dulce turrón,
al estilo español”. Entre tanto, el ex presidente Leonel Fernández, anuncia con
algarabía la repartición de más de cien mil cajas navideñas a familias pobres
del país. Algo que no queda claro, es si la “ayuda” de Fernández es para los
pobres o para el mismo.
En las
evaluaciones internacionales, ganamos el último lugar en educación, de nada
valieron las escuelas con edificios nuevos que se desploman. La tanda extendida,
con currículos viejos que promueven el desorden soterrado, no fue suficiente para
mostrar la cacareada “revolución educativa”.
Sin titubeos,
aseguramos que uno de los privilegios del 2016 ha sido, poder adquirir leche a granel que no es leche,
pero nadie va a los tribunales por esto. A fin de cuentas, los niños consumen en
las escuelas suero lácteo, creyendo que están ingiriendo leche y la barbaridad
no ofende a nadie.
-- La policía
nacional está llena de delincuentes, hay más adentro de la institución que
fuera de ella --, aseguró el senador oficialista, Wilton Guerrero.
Parece, que el
senador se queda corto, los barrios y comunidades rurales son asediados por
unidades policiales día y noche. En Don Pedro, por ejemplo, un tal Santana que
comanda en Licey al Medio, todos los días incautan decenas de motores. Nadie
puede ir o regresar del trabajo en una motocicleta sin que el comandante
Santana lo atrape en una de esas travesías. En cambio, los verdaderos
delincuentes actúan a sus anchas y la fiscalía descarga la culpa en la policía
y viceversa. Este es el cuento de nunca acabar.
De su lado,
Participación Ciudadana denuncia con insistencia la creciente corrupción en el
gobierno y llama a redoblar esfuerzos para detener la vorágine. Tiene razón PC
en su denuncia-petición, la pregunta es, ¿con qué moral? El movimiento cívico
está como el Dembow que dice, “La vecina se sofoca cuando prendo el pachuche /
pero nunca dice nada cuando lo prende su marido, / cuando lo prende el coronel
/ cuando lo prende hasta Leonel…”.
El año 2016 se
honró con la “alianza” PLD-PRD, la
coalición mercantil no sorprendió a nadie, las corbatas azules fueron el
preludio de la conspiración. Medio
gobierno le ha entregado el peledeismo a Miguel Vargas, y ahora el CP le cede la
Liga Municipal. ¿Cuándo terminará el PLD de pagarle la traición al PRD?
Mientras el año
pasa, hemos comprado los combustibles más caros del mundo, y parece que
seguiremos igual o peor. El servicio telefónico por igual, es de los más costosos,
en paralelo se anuncia la reducción de la brecha digital.
Entre tanto, el
Ejecutivo quiere asignarse más recursos en el presupuesto y reducir los correspondientes
a los Ayuntamientos. Así reduce también, las oportunidades de desarrollo en el
ámbito local. El objetivo es, matar dos ¿pájaros? con un mismo tiro.
Qué bueno que también
se declaró el “Día nacional del merengue”. Al mismo tiempo, la UNESCO reconoció
el merengue como patrimonio cultural intangible de la humanidad. ¿Y qué pasó
con los Congós de Villa Mella?
Menos mal, el
Premio Nacional de Periodismo recayó este año, sobre Huchi Lora. El hecho fue
suficiente para que el ministro de Cultura callera en la cuenta que la Escuela
de Música Ñico Lora esté cerrada y en ruinas.
Miguel Ángel Cid
Twitter:
@miguelcid1
15diciembre 2016
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