Por Salvador Holguín
Hilando Fino
A todos nos tomó de sorpresa la destitución y retiro de por vida del
ministro de las Fuerzas Armadas, teniente general Máximo William Muñoz Delgado,
sin que conociéramos las razones por las que le fue quitada la ropa militar de
manera sorpresiva al amigo leal de tantos años del licenciado Danilo Medina,
hombre de su confianza y lo siguió siendo también después que llegó a la
presidencia de la República.
Hasta este momento muchos no le encuentran explicación, cómo un hombre
del anillo más íntimo de Danilo Medina Sánchez fue separado de forma repentina,
cuando pudo ser utilizado en otras áreas de las instituciones castrenses debido
al perfil que le caracteriza, los que le conocemos sabemos muy bien que era
merecedor de seguir en la milicia, porque aparte de sus condiciones morales
está bastante joven y tiene mucho que aportar al país en términos militares.
Este hecho nos motivó a hacer una investigación profunda para conocer las
interioridades que matizaron esa decisión, y nos encontramos con que una noche
mientras el ministro Muñoz bajaba de su finca que tiene en Jarabacoa tomándose
unos tragos, sintió que le venían persiguiendo, nuestra fuente palaciega nos confirmó
que ya él tenía la información de que la Embajada de los Estados Unidos le
estaba pisando los talones desde hace mucho tiempo a través del espionaje y el
acecho, no sabemos las razones ni con qué intención…
Lo que si podemos afirmar es la reacción del teniente general Muñoz
Delgado, ya que según nuestra fuente que le acompañaba, este tomó el teléfono,
llamó al jefe de seguridad de la Embajada Americana y amenazó con matarlo a él
y a todos los que le estaban dando seguimiento y espiándolo, eso provocó una
situación muy tensa y alarmante en el embajador James Wally Brewster quien
pidió ver al mandatario Medina con carácter de urgencia porque tenía que
informarle algo.
Wally Brewster fue al Palacio Presidencial y se reunió con Danilo Medina,
los resultados ya los conocemos, cancelaron a William Muñoz Delgado y le dieron
un cargo de consolación en la Dirección General de Migración para no
desprotegerlo. Esa es la razón por la que vimos un “corre corre” en el despacho
del gobernante Medina el día que le quitaron la visa al presidente de la Junta
Central Electoral, Roberto Rosario Márquez, donde observamos entrando y
saliendo al embajador Brewster, el canciller Miguel Vargas Maldonado y al
propio ministro Delgado, por lo que se confirma que los tragos, espionajes y
amenazas acabaron con la carrera del general.
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