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domingo, 25 de septiembre de 2016

Tromba en el lago Enriquillo justo a 18 años del huracán George


POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA

En el día 22 de septiembre del 1998, el país y la isla la Española, recibieron la desagradable visita del poderoso Huracán “George”, huracán cuyos vientos del orden de los 200 kilómetros por hora, levantó olas del mar superiores en ocasiones a los doce pie de altura, causó en el país, al menos 250 muertes humanas, porque de otras, ni hablar, a quien suscribe le arrebató la existencia de 120 unidades vacunas.

Este fenómeno, de gran calibre, con categoría del orden de  de 3, visitó con secuela mortal  diferentes naciones, con un saldo de unas 600 muertes, poniendo la isla Española la mayoría; varios países integran este martirologio, Estados Unidos, Republica Dominicana y  Haití, entre otros.

Este huracán, que tomó nuestra republica por sorpresa, por no admitirse con espacio de tiempo adecuado que llegaría a nuestro territorio,  causó   grandes estragos en nuestro sur, recordamos, que cuando se decidió desfogar (descargar) la presa de Sabana Yegua, ya las lluvias torrenciales estaban en marcha, sumándose los caudales, a punto tal, que se estimó que aguas abajo desde la presa referida, cursó un caudal ascendente a los 10,300 metros cúbicos por segundo (diez mil trescientos).

Con terror y muerte al paso de esta mole de  aguas,  objetos y sedimentos, pasó por  las poblaciones  de Mesopotamia (de la cual recibimos noticias recientes de que el  proyecto  habitacional concebido e iniciado  para el traslado,  no se terminan,  por falta de financiamiento y ajustes presupuestales), Quijà Quieta, Vicente Noble, Tamayo y demás poblaciones  del curso mortal, hasta llegar a la hoya del lago Enriquillo, el cual en su momento tenía un nivel  de los  44  metros por debajo del nivel del mar.

En este fenómeno natural empezó a cimentarse parte de  las condiciones  para las inundaciones futuras, ocurridas sobre todo del 2007 cuando arribaron a nuestro suelo las tormentas Noel y Olga, que  encontraron el sistema de derivación de aguas por Canoa, los del famoso Caño Lucas en Cabral, más las pendientes del curso del Yaque del Sur invertidas; estas inundaciones que se extendieron hasta el año 2012, lograron  subir el nivel del lago Enriquillo en 23 metros, lo que bajó a 21 metros en su clímax, el nivel con relación al nivel medio  del mar, con las consecuencias climáticas que hay que suponer a todo un entorno totalmente entrado  a otro régimen de  circulación de vientos, cambios de humedades  y  más, el hoyo de la hoya del lago Enriquillo se vio disminuido en su profundidad, en 23 metros, equivalentes  a  usted  poner  en hilera ascendente,  a 3.8 tubos de a 20 pie, es decir, equivalentes a casi cuatro tubos. 

Es la situación que se presentó en el Enriquillo, que al día de hoy cuenta con una retirada en su nivel de alrededor de 3.4 metros, lo que indica que  al 22 de septiembre  2016, 18 años de distancia, el descalabro ecológico  en la zona es enorme, por la secuela de las inundaciones, insolutas  totalmente en cuanto a su remediación y por la falta de protección, inversión en su gente y entorno,  carente  de protección efectiva.

Al día de hoy, 18 años después, como si la naturaleza,  el altísimo ò pura coincidencia, una tromba, o al menos dos,  de acuerdo a lo que se cuenta o ve en las imágenes y videos de la zona oeste del lago Enriquillo,  frente al poblado antiguo de Boca de Cachón, que no era necesario su traslado y gastos de más de mil millones de pesos en un sistema de vida incompleto pudiéndose invertir esos recursos en todo el entorno y poblado;  una tromba de nubes, tierras y  finalmente aguas, colmó el horizonte,  de reordenamientos de nubes en lo alto, similar a los escenarios de visitas extraterrestres exhibidos en el cine de ciencias ficción.

El pánico llegó a la mayoría de los pobladores de la zona comprendida entre los Ríos, postrer Ríos, Boca de Cachón, Jimanì y de más poblados, imaginamos; en Jimanì, se anuncia granizada y en los medios electrónicos de comunicación, constan, y una presunción nuestra desde hacen tres o cuatro años, de presenciar un fenómeno así, se quedaron insatisfecha, ya que a pesar de que frecuentamos la zona, al momento de la ocurrencia estábamos en una reunión en Neiba de productores agropecuarios.

Una tromba, que puede ser marina, terrestre o lacustre se genera por movimientos  rápidos circulares de los cientos y nubes, que se alimentan de los grandes calentamientos, y en esta región, al igual que el país, el mes de septiembre ha resultado ser más caluroso que el de agosto, tradicionalmente más cálido, fundamentalmente por sus  largos  períodos solares; sumado a esto las depredaciones descritas anteriormente, deben llegarnos estas eventualidades.



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