Por Ysócrates Andrés Peña Reyes
Una de las principales preocupaciones de las estrategias formuladas por el
Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), para propulsar mayores grados de
desarrollo sociopolítico y socioeconómico, constituyen las tareas prioritarias
que deben emprender las nuevas generaciones, para lograr despertar del letargo
social y a su vez vencer el miedo, con la finalidad de que el país pueda
motorizar acciones sabias y valientes, que conduzcan a la erradicación de los
liderazgos mesiánicos y el perjudicial endiosamiento en nuestras instancias
políticas y sociales.
Problemática que estima indispensable encarar, para encauzar nuestro
desarrollo, asumiendo por directriz que no necesitamos de Dioses y Mesías
políticos, sino que nuestros partidos realmente se renueven para que tengan la
fuerza moral y la capacidad de llevar a las funciones públicas a personas que
además de ser honestas, reciban la suficiente preparación para conducir con
eficiencia las dependencias estatales que se les encargue dirigir y
administrar, además, de encauzar correctamente las transformaciones que estos
ameritan.
En torno a lo que, sus diversos estudios recogen, que nuestra historia
política, nos ha demostrado en forma fehaciente, que nuestros fracasos
políticos y sociales junto a los males que padecemos, los hemos
engendrados por haber tomado un camino errado, al creer que la solución de
nuestros problemas la puede conseguir un determinado hombre, cuando en realidad
por ser muy compleja, depende del nivel de preparación y capacidad
que tengan en su conjunto el universo de nuestra dirigencia política y social.
Alternativas que propone el CRD:
En el contexto tratado, para el organismo de desarrollo, los nuevos tiempos
en que vivimos y los niveles educativos que se observa en la población
nacional, necesitan de nuestra clase política un mayor grado de conciencia de
sus sagradas responsabilidades, en virtud de que el mesianismo y el
endiosamiento promovido por décadas en ella, ha servido de palanca para ahondar
la delincuencia, la pobreza y el atraso social, además, para lacerar la solidez
institucional que debe soportar la existencia de los partidos y los estamentos
del Estado.
Por tanto traza, hacer entender a quienes son ofertado basado en estos
irracionales conceptos, como centro de la solución de los problemas nacionales,
que deben cuestionarse seriamente, en razón de que en vez de ayudar las metas
de desarrollo humano que debemos alcanzar, su accionar ha tenido repercusiones
sumamente negativas, al incidir en la profundización de los males que atentan
en contra de la paz y el progreso armónico, que debemos asegurar para sustentar un
mejor futuro para las familias dominicanas.
En pro de ir con certeza tras los referidos objetivos, el Consejo Regional
de Desarrollo, Inc. (CRD) visualiza, que corresponde a las nuevas generaciones,
establecer una forma de pensar y actuar que desarrolle las bondades y las
virtudes en los liderazgos y en nuestras instituciones, teniendo por eje
central el ejemplo de Jesucristo, quien pese a ser un real Mesías,
no concentró el mensaje de salvación únicamente en su persona, sino
que procedió a aglutinar y preparar a un grupo de apóstoles, para proclamar la
oportunidad de alcanzar el Reino de la Vida Eterna, por medio de los frutos que
arroja la práctica colectiva del amor y el bien social.
El autor es: Dr. Ysócrates Andrés Peña Reyes, Director General
del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), abogado y politólogo.
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