Por
José Antonio Matos Peña
El consolidado
candidato principal de la oposición en república dominicana, para el evento del
próximo día 15, está consolidado, porque
en un proceso electoral que está concluyendo, es considerado como uno de los
dos polos en que se ha cimentado la propuesta electoral. Consolidado porque
incluida la retahíla de encuestas de visos oficialistas, que pocos aceptan, le dan esa categoría de bipolaridad al proceso
y probables resultados; como también lo dan los diferentes sondeos y
evaluaciones que sitúan a Abinader como puntero.
Real y
efectivamente, el licenciado Luis Rodolfo Abinader Corona, joven y sin
antecedentes gubernamentales, acompañado de una prestigiosa y joven mujer como
candidata vice presidencial, se
convierten en la otra cosa, en lo que no ha sido, en lo que si puede prometer,
frente a un candidato que apenas concluye un mandato lleno de aspiraciones,
aspiraciones del pueblo dominicano de que les respete su integridad, su
integridad personal, cuando en sus brazos crece la inseguridad ciudadana, que
se le respete su calidad de vida, que se le respete su derecho a compra, debido
a los astronómicos precios de mercado, incluido el de los combustibles, los
cuales no hemos visto bajar jamás en proporciones cónsonas con los precios internacionales.
Las reales
posibilidades de Luis Abinader y
Carolina Mejía se cifran en que trazada está,
la famosa raya de Pizarro, la
gente decidirá entre seguir el estado de cosas y desempleos que se sufre ò el
aireamiento que nos den estos nuevos horizontes encabezados por los
Perremeistas y aliados; la población tendrá la oportunidad de votar a favor de
una política en el campo con inversiones mayores en los periódicos que en el
campo, o por la posibilidad de un gobierno que invierta verdaderamente en el
campo, en el productor de tradición y vocación, que rescate los canales de múltiples comunidades y renglones de riegos, por presas
como la de “Monte Grande, picada en dos o tres ocasiones por un gobernante del oficialismo y al parecer sepultada para
siempre con un palazo del actual re postulante
candidato.
El candidato
Abinader tiene grandes oportunidades de triunfo, porque la población sabe que
hasta en los conucos, cada cierto tiempo hay que cambiar el sentido de
irrigación y al igual el estado dominicano, hay que dar paso a las prioridades;
el sentido de inversión en los diferentes
sectores de la nación, hay que cambiar el chucho, para decirlo en buen argot
Neibero; el pueblo sabe que en la salud
pública es primordial una elevación de los recurso; el pueblo sabe que hay que invertir más en la
conservación del medio ambiente, y sabe también, que esa fábrica de aguas
potables, contenida en nuestra orografía, donde está el café (si no hay cafeto
en las alturas no habrá aguas en la llanura) y una gruesa de ciudadanos que
merecen otra visión del estado, el dominicano sabe que esto solo se acerca si
vota por un cambio y esto, ¡yo también lo sé!!!...
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