Por Benny
Rodríguez
Siempre estoy
interesado en participar en eventos relacionados con mi área profesional:
Ciencia de la Comunicación Social, la que estudié en la UASD e hice un
diplomado en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”, en La
Habana, Cuba.
Recientemente se
realizó en mi país el XII Congreso Hispanoamericano de la Prensa y el Primero
de las Escuelas de Comunicación Social. Evento coordinado por el CDP y la UASD.
Lastimosamente no pude estar.
No era prudente
que saliera. Soy el secretario general del Colegio Dominicano de periodista y
debía estar acompañando a la familia del finado periodista Luis López Méndez, a
quien la muerte venció, que no lograron las balas y la persecución de los 12
años de Balaguer.
Ignacio Ramonet,
periodista español establecido en Francia, editor de Le Monde diplomatique en
Español, fue uno de los expertos que participó en el referido evento académico,
desarrollado en la sede de la academia estatal. Toda una joya que nadie osaría
perder, pero razones atendibles impidieron que estuviéramos presentes.
Ramonet, fue el
invitado al almuerzo del grupo de medios Corripio y tuvo una interesante
reflexión acerca de la credibilidad del periodismo en estos tiempos, que de
alguna manera en el programa de radio “Expresión Popular”, en el que participo
en Barahona y de manera particular e individual hemos reflexionado con los
colegas y no colegas sobre el tema.
Ciertamente el
periodismo de compromiso, de acompañamiento, ese que le daba protagonismo a la
noticia y a sus actores, ese que no jugaba con la verdad, ha ido perdiendo
espacio en nuestras sociedades globales.
Se ha abierto
espacio el periodismo de espectáculos, el de la industria del entretenimiento o
el periodismo rosa, que investiga la vida privada de las personas públicas para
hacer historias que alimentan el morbo.
Hemos relegado, no a un segundo, sino a un último plano, el periodismo de investigación, ese tipo de periodismo que nosotros llamamos de “compromiso” o de “acompañamiento”, como lo practicábamos en radio Enriquillo y que el inolvidable Gerardo Rogmans siempre insistía en que hiciéramos.
Los periodistas
que deseamos o nos interesamos en un buen periodismo, debemos estar conscientes
que el desafío es tener claro que la formación profesional deben estar por
encima de cualquier poder.
A pesar de ese
giro de más de 60 grados en el periodismo global y que muy bien lo advierte
Ramonet, debemos seguir insistiendo para que no sigamos poniendo en juego la
calidad de la información ni la del periodismo.
El autor es el
secretario general del CDP Barahona.
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