Por Nélsido Herasme
Creo que la emoción
traicionó al licenciado Danilo Medina, porque el pasado sábado 9 del corriente,
el mandatario presidente, en el marco de un acto político reeleccionista, dijo
que la administración gubernamental que encabeza, desde el 16 de agosto del año
2012, ha sido la más transparente y honesta que registra la historia de la
República Dominicana.
No sabemos si ese
pronunciamiento responde a un mandado a alguien especifico, pero el señor
presidente sí que se nos pareció a Joaquín Balaguer, quién durante sus 22 años
de gobierno se la pasó diciendo que su gestión era la más diáfana y
transparente, porque sus manos no se habían manchado de sangre y que la
corrupción se detenía en la puerta de su despacho.
A Balaguer se le creyó, porque
al final de su vida no se le conoció grandes riquezas y muchos de sus bienes
los donó a instituciones.
Pero lo que no pudo nunca negar
el desaparecido mandatario fue que sus administraciones brillaron por la
corrupción, donde más de 300 de sus funcionarios salieron millonarios y la
geografía nacional fue convertida en un solo cementerio donde fueron sepultados
cientos de personas, en su mayoría jóvenes.
Yo soy de los creen que el
también candidato reeleccionista por los partidos de la Liberación Dominicana y
Revolucionario Dominicano (PRD) al día de hoy puede presentar sus
manos, porque las tiene limpias, pero sin desconocer que su
mandato a estado permeado de escándalos de corrupción.
No, mi presidente Medina, no es
en base a mentira que la oposición y la sociedad civil ha criticado duramente
su gestión. Ahí están los casos de explosión en el sistema judicial, la cual
fue denunciada por el propio ministerio público, aunque después reculara
alabando el discurso del presidente de la Corte Suprema del pasado 7 de
enero.
Por los escándalos de
corrupción en su propio gobierno es que un ingeniero se quita la vida, lo que
motiva que grupos sociales del país en una cadena humana pidan el cese de la
impunidad.
Por la gravedad de los
escándalos, es a su gobierno, Danilo, que se le ha pedido el cierre de la
Oficina de Ingenieros Supervisora de Obras del Estado. Pero señor presidente,
ha sido en la gestión de su propio partido, donde se están dando los más
abominable casos de sicariato e inseguridad ciudadana, violencia que no se ha
detenido ni siquiera en la parte interna de su organización.
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